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Columnista - 1 noviembre, 2023

Las elecciones territoriales fueron un grito con megáfono

Había escrito, hace unas semanas, que en estas elecciones no iba a ver sorpresas y que en un mundo impredecible iba a ver, resultados predecibles y que, además, el péndulo iba a girar a la derecha y a la centro derecha y  que, por tanto, el gran perdedor iba a ser la izquierda y concretamente, Petro. Eso eran verdades de Perogrullo. 

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Había escrito, hace unas semanas, que en estas elecciones no iba a ver sorpresas y que en un mundo impredecible iba a ver, resultados predecibles y que, además, el péndulo iba a girar a la derecha y a la centro derecha y  que, por tanto, el gran perdedor iba a ser la izquierda y concretamente, Petro. Eso eran verdades de Perogrullo. 

Sin embargo, en las grandes ciudades y en el voto urbano ¡Oh sorpresa! La victoria  entre el ganador y el candidato de izquierda o que contó con apoyo petrista fue, por lo  categórica, inesperada.

Por ejemplo, en Bogotá, Galán le sacó a Bolívar 31 puntos  y  ‘Fico’ a Upegui 63 en Medellín; Rendón (36%) le ganó, de lejos,  a Luis Pérez (23%) en Antioquia; Alex Char (73%) barrió a Bohórquez (9%) en Barranquilla y en el Atlántico, Verano hace lo propio con Valera, le ganó por 18 puntos; En Cali, Eder aventajó por 29 puntos a Rentería, del Pacto y por  12 a Ortiz; en Santander ganaron la gobernación y la alcaldía dos godos, el general Diaz y el pastor Beltrán. 

En Sucre perdió el primo de la primera dama, Mario Fernández Alcocer y Calle, el hermano del presidente de la  Cámara de Representantes, perdió en Córdoba. Y, contadas excepciones, el listado sigue.

Ganaron holgadamente, con diferencias significativas. ¡He ahí la sorpresa!  El mandato fue claro. El voto de opinión se movilizó en las grandes ciudades, impulsado por un voto en contra, en contra de la agenda nacional de petrismo y quizás, para constituir contrapoder local, unas zonas de contención, tipo Claudia López,  pero sin la confrontación de López. 

Los que ganaron tenían clara su posición en el espectro ideológico y político, el elector sabía a quién votaba.  Y unas de las razones por las cuales @CarlosFGalan ganó holgadamente, en primera vuelta, fue Petro. Su intromisión en la campaña para impulsar a @GustavoBolivar (con viaje a China incluido) fue la gota que rebosó el vaso y la paciencia bogotana.

Esta vez, las lógicas locales de las elecciones territoriales sí tuvieron que ver con la agenda nacional, entre otras cosas porque la sociedad del hoy día es híper conectada e híper comunicada y está atrincherada e ideologizada. Las elecciones locales desconectadas de lo nacional eran las del siglo pasado.  

Fueron las elecciones regionales en Colombia: ¿una prueba política para Petro y la izquierda? Sí.

El domingo lo que hubo fue:  Un plebiscito hacía donde quieren llevar al país. Unas nuevas mayorías ajenas a Petro. Un giro de la izquierda a la derecha y  centro derecha. Un nuevo mapa político. Un campanazo al gobierno nacional y a los congresistas y, finalmente, un punto de partida para las presidenciales de 2026.

La gente votó, también, por un estilo moderado de gobierno, que busque acuerdos y privilegie estudios, datos y tecnocracia. Que no sea camorrero, ni estigmatice ni gobierne por Twitter. ¡El desayuno está servido y comenzó a prepararse el almuerzo!

Por: Enrique Herrera.

Columnista
1 noviembre, 2023

Las elecciones territoriales fueron un grito con megáfono

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Enrique Herrera Araujo

Había escrito, hace unas semanas, que en estas elecciones no iba a ver sorpresas y que en un mundo impredecible iba a ver, resultados predecibles y que, además, el péndulo iba a girar a la derecha y a la centro derecha y  que, por tanto, el gran perdedor iba a ser la izquierda y concretamente, Petro. Eso eran verdades de Perogrullo. 


Había escrito, hace unas semanas, que en estas elecciones no iba a ver sorpresas y que en un mundo impredecible iba a ver, resultados predecibles y que, además, el péndulo iba a girar a la derecha y a la centro derecha y  que, por tanto, el gran perdedor iba a ser la izquierda y concretamente, Petro. Eso eran verdades de Perogrullo. 

Sin embargo, en las grandes ciudades y en el voto urbano ¡Oh sorpresa! La victoria  entre el ganador y el candidato de izquierda o que contó con apoyo petrista fue, por lo  categórica, inesperada.

Por ejemplo, en Bogotá, Galán le sacó a Bolívar 31 puntos  y  ‘Fico’ a Upegui 63 en Medellín; Rendón (36%) le ganó, de lejos,  a Luis Pérez (23%) en Antioquia; Alex Char (73%) barrió a Bohórquez (9%) en Barranquilla y en el Atlántico, Verano hace lo propio con Valera, le ganó por 18 puntos; En Cali, Eder aventajó por 29 puntos a Rentería, del Pacto y por  12 a Ortiz; en Santander ganaron la gobernación y la alcaldía dos godos, el general Diaz y el pastor Beltrán. 

En Sucre perdió el primo de la primera dama, Mario Fernández Alcocer y Calle, el hermano del presidente de la  Cámara de Representantes, perdió en Córdoba. Y, contadas excepciones, el listado sigue.

Ganaron holgadamente, con diferencias significativas. ¡He ahí la sorpresa!  El mandato fue claro. El voto de opinión se movilizó en las grandes ciudades, impulsado por un voto en contra, en contra de la agenda nacional de petrismo y quizás, para constituir contrapoder local, unas zonas de contención, tipo Claudia López,  pero sin la confrontación de López. 

Los que ganaron tenían clara su posición en el espectro ideológico y político, el elector sabía a quién votaba.  Y unas de las razones por las cuales @CarlosFGalan ganó holgadamente, en primera vuelta, fue Petro. Su intromisión en la campaña para impulsar a @GustavoBolivar (con viaje a China incluido) fue la gota que rebosó el vaso y la paciencia bogotana.

Esta vez, las lógicas locales de las elecciones territoriales sí tuvieron que ver con la agenda nacional, entre otras cosas porque la sociedad del hoy día es híper conectada e híper comunicada y está atrincherada e ideologizada. Las elecciones locales desconectadas de lo nacional eran las del siglo pasado.  

Fueron las elecciones regionales en Colombia: ¿una prueba política para Petro y la izquierda? Sí.

El domingo lo que hubo fue:  Un plebiscito hacía donde quieren llevar al país. Unas nuevas mayorías ajenas a Petro. Un giro de la izquierda a la derecha y  centro derecha. Un nuevo mapa político. Un campanazo al gobierno nacional y a los congresistas y, finalmente, un punto de partida para las presidenciales de 2026.

La gente votó, también, por un estilo moderado de gobierno, que busque acuerdos y privilegie estudios, datos y tecnocracia. Que no sea camorrero, ni estigmatice ni gobierne por Twitter. ¡El desayuno está servido y comenzó a prepararse el almuerzo!

Por: Enrique Herrera.