Con la actuación de Nairo Quintana queda demostrado que Colombia es un país que tiene dos facetas: la que nos hace sentir orgullosos y aquella que nos entristece y, en ocasiones, nos hace pensar que estamos en un país que no vale la pena.
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
Con la actuación de Nairo Quintana queda demostrado que Colombia es un país que tiene dos facetas: la que nos hace sentir orgullosos y aquella que nos entristece y, en ocasiones, nos hace pensar que estamos en un país que no vale la pena.
Iniciemos con esa Colombia funesta, representada por personajes como los Nule y Emilio Tapia, quienes reflejan el grado de corrupción en que vivimos, en clara asociación con gran parte de los políticos que solo buscan su beneficio y no les importa un pueblo que se ahoga en la pobreza; la misma Colombia de Los Urabeños, que trafican coca para matar; el Eln y las Farc, que hablan de paz pero asesinan a 21 soldados en un fin de semana y ni siquiera se pronuncian; la misma nación de los magistrados viajeros, que en vez de administrar justicia quieren perpetuarse y platean reformas a su medida; la nación de borrachos al volante como Fabio Salamanca que asesina a dos jóvenes, deja cuadripléjico a un taxista y sale de la escena como si nada, para que después se le diagnostique una crisis de estrés agudo, todo con tal de evadir la justicia que tampoco sirve, como se evidencia en el caso de Luis Andrés Colmenares que ha sido un completo desastre, todo por no dejar conocer los responsables y lo peor, pretenden encarcelar a los padres que piden justicia; un país donde para hacer política tienes que venir de familia política, los delfines como Simón Gaviria que pese a admitir que no lee las reformas, no le pasa nada, hasta el hijo de Andrés Pastrana quiere aspirar, habrase visto; por no hablar de la regiones donde se roban las regalías, se masacra a sus menores y se ultrajan las minorías.
Sin embargo, considero que por encima de toda esa Colombia mediocre, está la Colombia bella, creativa, llena de paisajes y talentos que sobresalen en la dificultad y que se hace con sufrimiento y esfuerzo porque la otra Colombia la ignora, con gente buena, que tiene en la cultura y el deporte las mejores expresiones. El histórico triunfo de Nairo Quintana en la competencia ciclística más importante del mundo, El Tour de Francia, reafirma esa tesis, un claro ejemplo de que con esfuerzo y dedicación, si se pueden cumplir los sueños, vengas de donde vengas; es la misma Colombia de mujeres valiosas como Shakira, Sofía Vergara, María Isabel Urrutia, Catherine Ibargüen y Mariana Pajón que en sus diferentes disciplinas se destacan a nivel mundial; la Colombia de García Márquez con su realismo mágico y de Fernando Botero con sus originales gordas; esa Colombia donde está San Andrés, que se resiste a perder absurdamente 75 mil kilómetros de mar por culpa de diferentes gobiernos; la Colombia de Rigoberto Urán, Lucho Herrera, El Pibe Valderrama, Falcao García y muchos otros, que hacen caer en cuenta de el compromiso que le ha faltado a la dirigencia pública y privada que se han quedado atrás en apoyar las expresiones que mas alegrías le entregan al país.
Pero ¿Es así en los demás campos? ¿Dónde están nuestros científicos? ¿Nuestros profesores si están haciendo bien su trabajo?¿Por qué la banca que obtiene ganancias exorbitantes todos los años no se solidariza con el país? son muchas preguntas pero la principal es ¿En que Colombia estas tú?
@JACOBOSOLANOC
Con la actuación de Nairo Quintana queda demostrado que Colombia es un país que tiene dos facetas: la que nos hace sentir orgullosos y aquella que nos entristece y, en ocasiones, nos hace pensar que estamos en un país que no vale la pena.
Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO
Con la actuación de Nairo Quintana queda demostrado que Colombia es un país que tiene dos facetas: la que nos hace sentir orgullosos y aquella que nos entristece y, en ocasiones, nos hace pensar que estamos en un país que no vale la pena.
Iniciemos con esa Colombia funesta, representada por personajes como los Nule y Emilio Tapia, quienes reflejan el grado de corrupción en que vivimos, en clara asociación con gran parte de los políticos que solo buscan su beneficio y no les importa un pueblo que se ahoga en la pobreza; la misma Colombia de Los Urabeños, que trafican coca para matar; el Eln y las Farc, que hablan de paz pero asesinan a 21 soldados en un fin de semana y ni siquiera se pronuncian; la misma nación de los magistrados viajeros, que en vez de administrar justicia quieren perpetuarse y platean reformas a su medida; la nación de borrachos al volante como Fabio Salamanca que asesina a dos jóvenes, deja cuadripléjico a un taxista y sale de la escena como si nada, para que después se le diagnostique una crisis de estrés agudo, todo con tal de evadir la justicia que tampoco sirve, como se evidencia en el caso de Luis Andrés Colmenares que ha sido un completo desastre, todo por no dejar conocer los responsables y lo peor, pretenden encarcelar a los padres que piden justicia; un país donde para hacer política tienes que venir de familia política, los delfines como Simón Gaviria que pese a admitir que no lee las reformas, no le pasa nada, hasta el hijo de Andrés Pastrana quiere aspirar, habrase visto; por no hablar de la regiones donde se roban las regalías, se masacra a sus menores y se ultrajan las minorías.
Sin embargo, considero que por encima de toda esa Colombia mediocre, está la Colombia bella, creativa, llena de paisajes y talentos que sobresalen en la dificultad y que se hace con sufrimiento y esfuerzo porque la otra Colombia la ignora, con gente buena, que tiene en la cultura y el deporte las mejores expresiones. El histórico triunfo de Nairo Quintana en la competencia ciclística más importante del mundo, El Tour de Francia, reafirma esa tesis, un claro ejemplo de que con esfuerzo y dedicación, si se pueden cumplir los sueños, vengas de donde vengas; es la misma Colombia de mujeres valiosas como Shakira, Sofía Vergara, María Isabel Urrutia, Catherine Ibargüen y Mariana Pajón que en sus diferentes disciplinas se destacan a nivel mundial; la Colombia de García Márquez con su realismo mágico y de Fernando Botero con sus originales gordas; esa Colombia donde está San Andrés, que se resiste a perder absurdamente 75 mil kilómetros de mar por culpa de diferentes gobiernos; la Colombia de Rigoberto Urán, Lucho Herrera, El Pibe Valderrama, Falcao García y muchos otros, que hacen caer en cuenta de el compromiso que le ha faltado a la dirigencia pública y privada que se han quedado atrás en apoyar las expresiones que mas alegrías le entregan al país.
Pero ¿Es así en los demás campos? ¿Dónde están nuestros científicos? ¿Nuestros profesores si están haciendo bien su trabajo?¿Por qué la banca que obtiene ganancias exorbitantes todos los años no se solidariza con el país? son muchas preguntas pero la principal es ¿En que Colombia estas tú?
@JACOBOSOLANOC