Todos los accesorios que ofrece en su tienda, los hace a mano poniéndole mucho amor y dedicación.
Lisseth Karina Felizzola Sánchez es administradora de comercio internacional y actualmente es propietaria de su propia tienda de accesorios llamada Lisseth Felizzola Accesorios en Valledupar.
Su idea de negocio nació según relató, desde el momento que empezó a realizar accesorios para su uso personal, “Cuando iba para una reunión y no encontraba nada que me gustara, se me ocurrió hacerlo yo misma, ahí empezaron a gustarles a mis amigas y familiares, entonces empecé haciendo por encargo”, contó emocionada.
La vallenata considera que las dificultades no existen, ella los llama tropiezos, de los cuales recibe enseñanzas, “tratar de buscar ayuda en colegas con más experiencias y recibir rechazo es un ejemplo claro que recibí de un tropiezo, para mí es más satisfactorio saber que lo podía hacer sola, a ellos muchas gracias por eso”, aseguró.
Los diseños de Lisseth son elaborados totalmente a mano, con acabados de muy buena calidad, pensando en mujeres que les gusta lucir femeninas, elegantes y sin exagerar, la diseñadora empírica confianza que su mejor arma para atraer a la clientela es entregar un producto de excelente calidad, la puntualidad de entrega y su excelente atención.
Los accesorios son realizados detalladamente con piedras naturales como ágatas, piedra picada, cristal de murano, entre otros materiales que hacen de los accesorios de Lisseth Felizzola insuperables. Dichos materiales los consigue la misma diseñadora en Barranquilla y Bogotá para ofrecer un accesorio diferente y que sus clientas se sientan únicas al lucirlos.
Para Lisset equivocarse es una verdadera fortuna y lo experimenta en cada aspecto en su vida, sobre todo al momento del proceso de elaboración, “me tomo el tiempo suficiente para equivocarme e intentarlo las veces que sea necesario hasta llegar al grado de satisfacción deseada, hasta quedar enamorada del producto final”, confesó.
Su microempresa de accesorios actualmente no cuenta con empleados pero Lisseth sueña tener esa experiencia para generar empleo en la tierra que la vio crecer; hasta el momento solo le brinda a su ciudad buenos productos satisfaciendo a las mujeres vallenatas el buen gusto de un accesorio elaborado por sus propias manos.
Todo lo que ha logrado hasta el momento Lisseth se lo agradece a su relación con Dios y a la perseverancia, sin esas dos cosas su sueño se habría frustrado como le ha pasado a muchas personas que no sienten fe en sí mismas, así que recomienda seguir sus sueños sin importar los tropiezos que la vida les brinda para crecer con más fuerza cada día.
A pesar de ser una diseñadora empírica del mundo de los accesorios, Lisseth ha logrado lo que siempre ha querido, su independencia económica y laboral; sus ganas de hacer lo que más le apasiona ha hecho de ella una mujer independiente y luchadora que jamás se deja vencer por las adversidades a pesar de que haya pasado por muchas circunstancias duras al momento de iniciar su sueño como empresaria.
El consejo que les deja Lisseth a todos los jóvenes de su departamento es que se enfoquen en lo que les gustaría hacer el resto de la vida, “trabajar y luchar hasta que lo logren”, aseveró.
Su frase: “No debemos descuidar lo que estamos haciendo por distraernos con lo que están haciendo otros”.
Por Sara Maestre Díaz Granados
Todos los accesorios que ofrece en su tienda, los hace a mano poniéndole mucho amor y dedicación.
Lisseth Karina Felizzola Sánchez es administradora de comercio internacional y actualmente es propietaria de su propia tienda de accesorios llamada Lisseth Felizzola Accesorios en Valledupar.
Su idea de negocio nació según relató, desde el momento que empezó a realizar accesorios para su uso personal, “Cuando iba para una reunión y no encontraba nada que me gustara, se me ocurrió hacerlo yo misma, ahí empezaron a gustarles a mis amigas y familiares, entonces empecé haciendo por encargo”, contó emocionada.
La vallenata considera que las dificultades no existen, ella los llama tropiezos, de los cuales recibe enseñanzas, “tratar de buscar ayuda en colegas con más experiencias y recibir rechazo es un ejemplo claro que recibí de un tropiezo, para mí es más satisfactorio saber que lo podía hacer sola, a ellos muchas gracias por eso”, aseguró.
Los diseños de Lisseth son elaborados totalmente a mano, con acabados de muy buena calidad, pensando en mujeres que les gusta lucir femeninas, elegantes y sin exagerar, la diseñadora empírica confianza que su mejor arma para atraer a la clientela es entregar un producto de excelente calidad, la puntualidad de entrega y su excelente atención.
Los accesorios son realizados detalladamente con piedras naturales como ágatas, piedra picada, cristal de murano, entre otros materiales que hacen de los accesorios de Lisseth Felizzola insuperables. Dichos materiales los consigue la misma diseñadora en Barranquilla y Bogotá para ofrecer un accesorio diferente y que sus clientas se sientan únicas al lucirlos.
Para Lisset equivocarse es una verdadera fortuna y lo experimenta en cada aspecto en su vida, sobre todo al momento del proceso de elaboración, “me tomo el tiempo suficiente para equivocarme e intentarlo las veces que sea necesario hasta llegar al grado de satisfacción deseada, hasta quedar enamorada del producto final”, confesó.
Su microempresa de accesorios actualmente no cuenta con empleados pero Lisseth sueña tener esa experiencia para generar empleo en la tierra que la vio crecer; hasta el momento solo le brinda a su ciudad buenos productos satisfaciendo a las mujeres vallenatas el buen gusto de un accesorio elaborado por sus propias manos.
Todo lo que ha logrado hasta el momento Lisseth se lo agradece a su relación con Dios y a la perseverancia, sin esas dos cosas su sueño se habría frustrado como le ha pasado a muchas personas que no sienten fe en sí mismas, así que recomienda seguir sus sueños sin importar los tropiezos que la vida les brinda para crecer con más fuerza cada día.
A pesar de ser una diseñadora empírica del mundo de los accesorios, Lisseth ha logrado lo que siempre ha querido, su independencia económica y laboral; sus ganas de hacer lo que más le apasiona ha hecho de ella una mujer independiente y luchadora que jamás se deja vencer por las adversidades a pesar de que haya pasado por muchas circunstancias duras al momento de iniciar su sueño como empresaria.
El consejo que les deja Lisseth a todos los jóvenes de su departamento es que se enfoquen en lo que les gustaría hacer el resto de la vida, “trabajar y luchar hasta que lo logren”, aseveró.
Su frase: “No debemos descuidar lo que estamos haciendo por distraernos con lo que están haciendo otros”.
Por Sara Maestre Díaz Granados