Desde el año 2015 eliminaron la tasa bomberil de la factura del impuesto predial y de industria y comercio, lo que significó una reducción alta a los ingresos que reciben anualmente de la Alcaldía de Valledupar. El capitán Oscar Guillermo Lúquez Alvarado explica cómo trabaja hoy el Cuerpo de Bomberos de Valledupar.
A los directivos y miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, con las últimas reducciones y altibajos en la obtención de recursos económicos, se les estaría dificultando la compra y renovación de los equipos necesarios para atender las emergencias.
En el año 2015 eliminaron el cobro de la sobretasa bomberil en el impuesto de Industria y Comercio, lo que redujo el recaudo que la institución recibe anualmente de la Alcaldía Municipal.
Los 56 hombres operativos de la institución trabajan con recursos limitados para prestar el servicio las 24 horas del día, en grupos fraccionados de 16 o 17 bomberos.
EL PILÓN dialogó con el comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, capitán Oscar Guillermo Lúquez Alvarado, para conocer la situación actual y los principales retos y cambios en la institución.
En esta administración que he tenido de nueve años, se obtuvo un dinamismo de empresa, sacando la mentalidad que se tiene de que las compañías sin ánimo de lucro son para vivir de obsequio. En este tiempo hemos realizado tres microempresas: en extintores, capacitaciones e inspecciones de seguridad, para de alguna manera gestionar recursos propios y no depender el 100 % del contrato con el municipio. En ese orden de ideas, estamos en una estabilidad operativa que nos permite brindar y atender los diferentes servicios que requiere la ciudad, tanto en el área urbana como rural.
Aún persiste la dificultad con el municipio para la contratación, que la hace en marzo o mayo, y los primeros meses del año son muy difíciles para la organización, teniendo en cuenta que el personal está vinculado laboralmente con todos los beneficios que indica el contrato laboral.
Entonces, ahora se dificulta atender lo laboral, la parte operativa, como combustible y reparaciones de maquinaria. Esto significa que al ofrecer el servicio de comercialización de extintores, adicional a los servicios de capacitaciones e inspecciones de seguridad, nos permite ahorrar, generando aproximadamente unos 180 o 200 millones de pesos anuales.
Lo que le corresponde por sobre tasa bomberil tuvo un retroceso en el año 2015. En Valledupar se recaudaba esta tasa en el impuesto predial y en el de industria y comercio, con ese ingreso pudimos dar un cambio estructural a la institución, logramos invertir en equipos, elementos de protección personal y vehículo; pero desde ese año la Alcaldía Municipal presentó un proyecto en el Concejo Municipal, eliminando la sobretasa bomberil al impuesto de industria y comercio, de tal forma que el ingreso bajó de $ 3.200 millones a $ 1.700 millones en el 2016. Por eso en el 2017 la Alcaldía hace un esfuerzo y aparte de los $ 1.900 millones de tasa bomberil, aporta $ 500 millones por ingreso en gestión de riesgo municipal, para un total el año pasado de $ 2.400 millones; sin embargo, los recursos han disminuido. Este 2018 se tiene dificultad porque han presupuestado $ 2.300 millones, es decir, 100 millones menos que el año anterior. Cuando nosotros presentamos un proyecto de presupuesto de $ 2.672 millones que nos alcance por lo menos para la productividad, cero pesos para la inversión.
En el momento estamos funcionando, pero el efecto de esta diminución de fuentes de ingreso se verá a mediano plazo, porque nosotros teníamos unos equipos totalmente nuevos que tienen una durabilidad de unos cuatro o cinco años, entonces debemos comprar equipos a partir del año 2019, debido a que los equipos se han vencido en niveles de uso. De los que tenemos, unos ya están vencidos, pero el problema es financiero porque son costosos, son quipos importados de Europa o Estados Unidos, que cuestan unos seis mil a siete mil millones de pesos.
Se tenía la programación en que todos los años se invertían 300, 500 o 700 millones de pesos para equipos, pero va llegar un momento en que la mayoría se han dañado o han expirado su vida útil y conseguir el recurso junto, será una dificultad.
No se podría decir que estemos en un punto ideal, porque faltan más equipos, se tienen más personas capacitadas que equipos, por eso hay que comprarlos escalonadamente. Tenemos tres bomberos capacitados a tercer nivel (de cinco niveles) y otros 10 a primer nivel para este caso, que para el manejo que tiene el río, se puede decir que tenemos el personal capacitado, pero solo hay tres equipos de buceo para trece personas y los familiares en un incidente de estos que es desesperante, cuestionan porque creen que somos lentos, pero hay que esperar que el buzo regrese. Si hubiera más equipos se podría comandar una búsqueda al mismo tiempo y en menos de dos horas se encuentra porque el área es pareja.
Hubo una noticia reciente que se presentó en New York, donde un niño en una cocina causó lamentablemente un incidente con fuego, que acabó con un edificio. Si aquí se llega a presentar un incendio en un edificio de más de cinco pisos se dificultaría mucho atenderlo, porque no tenemos un carro escalera ni otros equipos para avanzar a un octavo o noveno nivel.
Hay más de 60 edificios en estos momentos con más de cinco pisos y otros proyectos iguales que todavía no han empezado. En este orden de ideas, para el 2015 se presentó un proyecto a la Dirección Nacional de Bomberos en busca de los recursos para este carro, asignándole a la ciudad $ 1.200 millones, el año pasado pregunté al capitán Andrés Miranda Montenegro, quien dijo que ahí estaban. El vehículo cuesta, si es americano unos $ 4.500 millones, y el europeo $ 3.400 millones.
Cuando se mete el verano que empiezan las brisas, pareciera que hubiera una mano enemiga prendiendo los alrededores, porque si avisan que cerca de la cárcel se está prendiendo algo, en media hora pasa lo mismo en la laguna de oxidación del Puente Salguero. Todo es urgente, y adicional vienen los lotes de barrios como Villa Concha, Los Cocos, con la coincidencia en que hay hasta cuatro o cinco al mismo tiempo que nos pone a máxima alerta. También se han presentado unos incendios estructurales, en el mes de diciembre se salió de lo común y se notó un incremento en comparación con otros años. Pero los forestales son el pan de cada día.
Claro, el lote antiguo al Idema está de moda, echan la basura de la parte sur de la ciudad y se acumula diez o 20 toneladas y le echan candela. Entonces toca durar dos o tres días y buscar apoyo con Interaseo para remover con una excavadora la basura, porque hay material sólido, si no se apaga bien, se propaga el incendio. Otros lotes son el de Villa Concha, Los Cocos, Villa Dariana, entre otros.
Hay falta de todo un poco, compromiso de los dueños de los lotes que no lo mandan a limpiar entonces ellos mismo son patrocinadores de echarle fuego, para ahorrase dinero en limpiarlo, falta de prevención de la Policía Ambiental que siendo tan recurrentes, deberían tomar medidas contra estos o tener una unidad de vigilancia, y la descomposición social, porque habitantes de la calle hacen cambuche y fogata para protegerse del frío, que con las brisas hacen el progreso de la candela.
Hay dos caminos, que con el visto bueno de esta o la próxima administración municipal se retome el tema de implementar la tasa sobre bomberil nuevamente en el impuesto de industria y comercio, otra que el municipio cree oficialmente su Cuerpo de Bomberos y tenga recursos propios para inyectarlo. Es posible que la primera nos beneficie, pero la segunda también al igual beneficiaría mucho más a la ciudad, teniendo en cuenta que otras urbes grandes ya tienen bomberos oficiales.
Por Marllelys Salinas
[email protected]
Desde el año 2015 eliminaron la tasa bomberil de la factura del impuesto predial y de industria y comercio, lo que significó una reducción alta a los ingresos que reciben anualmente de la Alcaldía de Valledupar. El capitán Oscar Guillermo Lúquez Alvarado explica cómo trabaja hoy el Cuerpo de Bomberos de Valledupar.
A los directivos y miembros del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, con las últimas reducciones y altibajos en la obtención de recursos económicos, se les estaría dificultando la compra y renovación de los equipos necesarios para atender las emergencias.
En el año 2015 eliminaron el cobro de la sobretasa bomberil en el impuesto de Industria y Comercio, lo que redujo el recaudo que la institución recibe anualmente de la Alcaldía Municipal.
Los 56 hombres operativos de la institución trabajan con recursos limitados para prestar el servicio las 24 horas del día, en grupos fraccionados de 16 o 17 bomberos.
EL PILÓN dialogó con el comandante del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de Valledupar, capitán Oscar Guillermo Lúquez Alvarado, para conocer la situación actual y los principales retos y cambios en la institución.
En esta administración que he tenido de nueve años, se obtuvo un dinamismo de empresa, sacando la mentalidad que se tiene de que las compañías sin ánimo de lucro son para vivir de obsequio. En este tiempo hemos realizado tres microempresas: en extintores, capacitaciones e inspecciones de seguridad, para de alguna manera gestionar recursos propios y no depender el 100 % del contrato con el municipio. En ese orden de ideas, estamos en una estabilidad operativa que nos permite brindar y atender los diferentes servicios que requiere la ciudad, tanto en el área urbana como rural.
Aún persiste la dificultad con el municipio para la contratación, que la hace en marzo o mayo, y los primeros meses del año son muy difíciles para la organización, teniendo en cuenta que el personal está vinculado laboralmente con todos los beneficios que indica el contrato laboral.
Entonces, ahora se dificulta atender lo laboral, la parte operativa, como combustible y reparaciones de maquinaria. Esto significa que al ofrecer el servicio de comercialización de extintores, adicional a los servicios de capacitaciones e inspecciones de seguridad, nos permite ahorrar, generando aproximadamente unos 180 o 200 millones de pesos anuales.
Lo que le corresponde por sobre tasa bomberil tuvo un retroceso en el año 2015. En Valledupar se recaudaba esta tasa en el impuesto predial y en el de industria y comercio, con ese ingreso pudimos dar un cambio estructural a la institución, logramos invertir en equipos, elementos de protección personal y vehículo; pero desde ese año la Alcaldía Municipal presentó un proyecto en el Concejo Municipal, eliminando la sobretasa bomberil al impuesto de industria y comercio, de tal forma que el ingreso bajó de $ 3.200 millones a $ 1.700 millones en el 2016. Por eso en el 2017 la Alcaldía hace un esfuerzo y aparte de los $ 1.900 millones de tasa bomberil, aporta $ 500 millones por ingreso en gestión de riesgo municipal, para un total el año pasado de $ 2.400 millones; sin embargo, los recursos han disminuido. Este 2018 se tiene dificultad porque han presupuestado $ 2.300 millones, es decir, 100 millones menos que el año anterior. Cuando nosotros presentamos un proyecto de presupuesto de $ 2.672 millones que nos alcance por lo menos para la productividad, cero pesos para la inversión.
En el momento estamos funcionando, pero el efecto de esta diminución de fuentes de ingreso se verá a mediano plazo, porque nosotros teníamos unos equipos totalmente nuevos que tienen una durabilidad de unos cuatro o cinco años, entonces debemos comprar equipos a partir del año 2019, debido a que los equipos se han vencido en niveles de uso. De los que tenemos, unos ya están vencidos, pero el problema es financiero porque son costosos, son quipos importados de Europa o Estados Unidos, que cuestan unos seis mil a siete mil millones de pesos.
Se tenía la programación en que todos los años se invertían 300, 500 o 700 millones de pesos para equipos, pero va llegar un momento en que la mayoría se han dañado o han expirado su vida útil y conseguir el recurso junto, será una dificultad.
No se podría decir que estemos en un punto ideal, porque faltan más equipos, se tienen más personas capacitadas que equipos, por eso hay que comprarlos escalonadamente. Tenemos tres bomberos capacitados a tercer nivel (de cinco niveles) y otros 10 a primer nivel para este caso, que para el manejo que tiene el río, se puede decir que tenemos el personal capacitado, pero solo hay tres equipos de buceo para trece personas y los familiares en un incidente de estos que es desesperante, cuestionan porque creen que somos lentos, pero hay que esperar que el buzo regrese. Si hubiera más equipos se podría comandar una búsqueda al mismo tiempo y en menos de dos horas se encuentra porque el área es pareja.
Hubo una noticia reciente que se presentó en New York, donde un niño en una cocina causó lamentablemente un incidente con fuego, que acabó con un edificio. Si aquí se llega a presentar un incendio en un edificio de más de cinco pisos se dificultaría mucho atenderlo, porque no tenemos un carro escalera ni otros equipos para avanzar a un octavo o noveno nivel.
Hay más de 60 edificios en estos momentos con más de cinco pisos y otros proyectos iguales que todavía no han empezado. En este orden de ideas, para el 2015 se presentó un proyecto a la Dirección Nacional de Bomberos en busca de los recursos para este carro, asignándole a la ciudad $ 1.200 millones, el año pasado pregunté al capitán Andrés Miranda Montenegro, quien dijo que ahí estaban. El vehículo cuesta, si es americano unos $ 4.500 millones, y el europeo $ 3.400 millones.
Cuando se mete el verano que empiezan las brisas, pareciera que hubiera una mano enemiga prendiendo los alrededores, porque si avisan que cerca de la cárcel se está prendiendo algo, en media hora pasa lo mismo en la laguna de oxidación del Puente Salguero. Todo es urgente, y adicional vienen los lotes de barrios como Villa Concha, Los Cocos, con la coincidencia en que hay hasta cuatro o cinco al mismo tiempo que nos pone a máxima alerta. También se han presentado unos incendios estructurales, en el mes de diciembre se salió de lo común y se notó un incremento en comparación con otros años. Pero los forestales son el pan de cada día.
Claro, el lote antiguo al Idema está de moda, echan la basura de la parte sur de la ciudad y se acumula diez o 20 toneladas y le echan candela. Entonces toca durar dos o tres días y buscar apoyo con Interaseo para remover con una excavadora la basura, porque hay material sólido, si no se apaga bien, se propaga el incendio. Otros lotes son el de Villa Concha, Los Cocos, Villa Dariana, entre otros.
Hay falta de todo un poco, compromiso de los dueños de los lotes que no lo mandan a limpiar entonces ellos mismo son patrocinadores de echarle fuego, para ahorrase dinero en limpiarlo, falta de prevención de la Policía Ambiental que siendo tan recurrentes, deberían tomar medidas contra estos o tener una unidad de vigilancia, y la descomposición social, porque habitantes de la calle hacen cambuche y fogata para protegerse del frío, que con las brisas hacen el progreso de la candela.
Hay dos caminos, que con el visto bueno de esta o la próxima administración municipal se retome el tema de implementar la tasa sobre bomberil nuevamente en el impuesto de industria y comercio, otra que el municipio cree oficialmente su Cuerpo de Bomberos y tenga recursos propios para inyectarlo. Es posible que la primera nos beneficie, pero la segunda también al igual beneficiaría mucho más a la ciudad, teniendo en cuenta que otras urbes grandes ya tienen bomberos oficiales.
Por Marllelys Salinas
[email protected]