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Columnista - 5 diciembre, 2019

Las cifras que develan al Cesar

El 21N, El Pilón realizó un foro titulado “Así va la Economía del Cesar”, donde asistieron como panelistas los gremios económicos, la Cámara de Comercio de Valledupar, el centro de pensamiento CESORE y algunos sectores de la academia. Aquí se mostró la situación real del departamento, dando algunos indicadores básicos que refutan lo que siempre […]

El 21N, El Pilón realizó un foro titulado “Así va la Economía del Cesar”, donde asistieron como panelistas los gremios económicos, la Cámara de Comercio de Valledupar, el centro de pensamiento CESORE y algunos sectores de la academia.

Aquí se mostró la situación real del departamento, dando algunos indicadores básicos que refutan lo que siempre nos han inculcado con eslóganes de chovinismo regional. Fuimos el departamento piloto, la capital algodonera y arrocera; ahora somos la capital mundial del vallenato, patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad; con este aval de la ONU nos quieren convertir en la región naranja. Muchos pergaminos para sentirnos a prueba de terremotos, orgullosos y tranquilos con nuestras frivolidades oficiales; más, por dentro va la procesión. Comencemos por lo ambiental; el 50% de nuestro territorio es desértico, con algunas regiones por encima de esta cifra como lo es el municipio de Valledupar. El índice de competitividad ambiental obtenido en el ranking de 2017 es 5.29/10.0, puesto 17 entre 26 departamentos.

En infraestructura, factor crítico, el puntaje alcanzado fue 4.17, puesto 20; el Cesar tiene 3.200Km de vías terciarias y el 94% está en mal estado. En educación superior 2.44, puesto 23; en sofisticación 2.98, puesto 19, y en innovación y dinámica empresarial 1.98, puesto 17. En 2018, el puntaje total fue 4.23, puesto 20, en una evaluación de 86 variables. La pobreza, según el DANE, en 2018 era de 42.9%, casi medio millón de cesarenses son pobres; pero sumando los pobres con los vulnerables, el 80% de la población del Cesar es pobre, según CESORE.

Los indicadores en salud están todos en la parte baja de la tabla donde figuran los departamentos de los antiguos territorios nacionales; es preocupante la tasa de mortalidad materna que, entre 2005 y 2015, creció 2.4% anual y Valledupar 9.12%; carecemos de la información más reciente, el DANE es paquidérmico y el Cesar no cuenta con un banco propio de estadística, una gran falencia. ¿Cómo se planifica así? En equidad fuimos 14 de 26 departamentos con un Gini de 0.501. El desempleo hoy es del orden del 16.7%, el tercero más alto del país. La pregunta obligada es ¿qué destino tienen las regalías?

El Cesar es el segundo mayor receptor de regalías; las esperadas en 2019 ascienden a $1.07 billones. En general, la economía del Cesar es sumamente frágil, su vocación fue cambiada con los vientos de la economía universal; nos vendieron la idea de la minería como panacea, nos dicen que el carbón representa el 43% del PIB y 88% de nuestras regalías pero el carbón que se exporta no es del departamento, es de sus dueños y esas divisas no son para el Estado aunque figuren en las Cuentas Nacionales; solo nos quedan las regalías, algo de impuestos y algunas compensaciones.

Menos mal que esta feria perversa está por terminar. Desconozco qué región del mundo haya prosperado con la minería, es al contrario. La expresión de que “tal lugar parece un pueblo minero”, se refiere a su pobreza, sintetiza esta aseveración. Nuestro PIB crece vegetativamente: entre 20015 y 2018 lo hizo a una tasa media de 1%/año, más o menos como crecen todos los demás y el país; solo somos el 2% del PIB nacional. El PIB, además, no es un indicador de justicia social. Al Cesar hay que replantearlo desde ya.

Columnista
5 diciembre, 2019

Las cifras que develan al Cesar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Napoleón de Armas P.

El 21N, El Pilón realizó un foro titulado “Así va la Economía del Cesar”, donde asistieron como panelistas los gremios económicos, la Cámara de Comercio de Valledupar, el centro de pensamiento CESORE y algunos sectores de la academia. Aquí se mostró la situación real del departamento, dando algunos indicadores básicos que refutan lo que siempre […]


El 21N, El Pilón realizó un foro titulado “Así va la Economía del Cesar”, donde asistieron como panelistas los gremios económicos, la Cámara de Comercio de Valledupar, el centro de pensamiento CESORE y algunos sectores de la academia.

Aquí se mostró la situación real del departamento, dando algunos indicadores básicos que refutan lo que siempre nos han inculcado con eslóganes de chovinismo regional. Fuimos el departamento piloto, la capital algodonera y arrocera; ahora somos la capital mundial del vallenato, patrimonio cultural e inmaterial de la humanidad; con este aval de la ONU nos quieren convertir en la región naranja. Muchos pergaminos para sentirnos a prueba de terremotos, orgullosos y tranquilos con nuestras frivolidades oficiales; más, por dentro va la procesión. Comencemos por lo ambiental; el 50% de nuestro territorio es desértico, con algunas regiones por encima de esta cifra como lo es el municipio de Valledupar. El índice de competitividad ambiental obtenido en el ranking de 2017 es 5.29/10.0, puesto 17 entre 26 departamentos.

En infraestructura, factor crítico, el puntaje alcanzado fue 4.17, puesto 20; el Cesar tiene 3.200Km de vías terciarias y el 94% está en mal estado. En educación superior 2.44, puesto 23; en sofisticación 2.98, puesto 19, y en innovación y dinámica empresarial 1.98, puesto 17. En 2018, el puntaje total fue 4.23, puesto 20, en una evaluación de 86 variables. La pobreza, según el DANE, en 2018 era de 42.9%, casi medio millón de cesarenses son pobres; pero sumando los pobres con los vulnerables, el 80% de la población del Cesar es pobre, según CESORE.

Los indicadores en salud están todos en la parte baja de la tabla donde figuran los departamentos de los antiguos territorios nacionales; es preocupante la tasa de mortalidad materna que, entre 2005 y 2015, creció 2.4% anual y Valledupar 9.12%; carecemos de la información más reciente, el DANE es paquidérmico y el Cesar no cuenta con un banco propio de estadística, una gran falencia. ¿Cómo se planifica así? En equidad fuimos 14 de 26 departamentos con un Gini de 0.501. El desempleo hoy es del orden del 16.7%, el tercero más alto del país. La pregunta obligada es ¿qué destino tienen las regalías?

El Cesar es el segundo mayor receptor de regalías; las esperadas en 2019 ascienden a $1.07 billones. En general, la economía del Cesar es sumamente frágil, su vocación fue cambiada con los vientos de la economía universal; nos vendieron la idea de la minería como panacea, nos dicen que el carbón representa el 43% del PIB y 88% de nuestras regalías pero el carbón que se exporta no es del departamento, es de sus dueños y esas divisas no son para el Estado aunque figuren en las Cuentas Nacionales; solo nos quedan las regalías, algo de impuestos y algunas compensaciones.

Menos mal que esta feria perversa está por terminar. Desconozco qué región del mundo haya prosperado con la minería, es al contrario. La expresión de que “tal lugar parece un pueblo minero”, se refiere a su pobreza, sintetiza esta aseveración. Nuestro PIB crece vegetativamente: entre 20015 y 2018 lo hizo a una tasa media de 1%/año, más o menos como crecen todos los demás y el país; solo somos el 2% del PIB nacional. El PIB, además, no es un indicador de justicia social. Al Cesar hay que replantearlo desde ya.