Soy de los vallenatos que en realidad me duele mi ciudad, sé que tenemos un alcalde que también ama a Valledupar, le sobran las ganas para hacer una excelente gestión, y sobre todo tiene a Dios en su corazón, pero Valledupar está viviendo la peor de las crisis en lo que a seguridad se refiere, […]
Soy de los vallenatos que en realidad me duele mi ciudad, sé que tenemos un alcalde que también ama a Valledupar, le sobran las ganas para hacer una excelente gestión, y sobre todo tiene a Dios en su corazón, pero Valledupar está viviendo la peor de las crisis en lo que a seguridad se refiere, no podemos negar que inmediatamente el alcalde, su equipo y las autoridades han tomado cartas en el asunto e incluso la Policía prácticamente en varios actos delictivos ha mostrado resultados inmediatos, dando de baja a algunos delincuentes y capturando a otros, es increíble la proximidad entre un delito y otro.
En el caso de las famosas caravanas motociclísticas que se dan cada vez que nuestra selección gana un partido, y de pronto son organizadas por los mismos delincuentes para hacer su agosto, pues cada vez que se dan paralelamente ocurren crímenes, ahí es cuando yo me hago los siguientes interrogantes, ¿Por qué no las prohíben? Y si no pueden hacerlo ¿Por qué no infiltran a varios agentes de civil en las mismas? tomaron las acciones preventivas, pero ya el mal había hecho su daño, un joven perdió la vida, otra persona más fue herida, y otros fueron víctimas de atracos durante el festejo, que no es más que un desorden desenfrenado y horda de desadaptados arrasando con todo a su paso, solo pocos salen a festejar en calma.
Valledupar se está convirtiendo en paraíso de malhechores, una ciudad pujante que otrora era remanso de paz, de un tiempo para acá ha cambiado y los vallenatos estamos nerviosos, con la construcción de la cárcel llamada la Tramacua comenzó la pesadilla, pues todos esos delincuentes de alta peligrosidad, no solo trajeron consigo a sus familiares, sino toda su maquinaria de guerra, definitivamente esa prisión fue un gol que nos metieron a los vallenatos, ¿Qué beneficios le ha traído a la ciudad esa obra? Otro factor que sin lugar a dudas ha generado violencia, fue la desmovilización de las Auc, pues muchos de sus “soldados” se unieron a las Bacrim y otra parte están delinquiendo, aunque no todos, porque muchos están trabajando honradamente, otro elemento determinante en el aumento de la delincuencia, es que supuestamente están entrando ilegalmente muchos venezolanos, quienes por falta de oportunidades y la crisis en su país se han visto obligados a migrar a Colombia y por su condición de indocumentados, no les es fácil definir su situación laboral y se han visto obligados a violar la ley, aunque unos si vinieron expresamente a hacerlo, incluyendo algunos de los que fueron expulsados por Maduro, quien no estaba del todo errado.
Lo preocupante es que la violencia genera más violencia y llegará un momento en que los ciudadanos de bien se verán obligados a actuar y algunos tomarán justicia por su propia mano, porque el problema ni siquiera son los robos, sino que los criminales disparan primero y roban después. Me pareció prudente y oportuna, la reunión de esta semana de la dirigencia cesarense con el director de la Policía Nacional, con congresistas y el gobernador Franco Ovalle encabezándola, formando un frente común para tomar medidas urgentes en esta problemática que tiene preocupada a toda la ciudadanía, sé que la visita del comandante este sábado mostrará inmediatos y efectivos resultados.
Otro punto que también quiero tocar y que de una u otra manera está relacionado, es la proliferación de indígenas Yukpas deambulando por toda la ciudad, muchos de los cuales han sido sorprendidos tratando de abrir vehículos y andan armados con flechas y machetes.
Soy de los vallenatos que en realidad me duele mi ciudad, sé que tenemos un alcalde que también ama a Valledupar, le sobran las ganas para hacer una excelente gestión, y sobre todo tiene a Dios en su corazón, pero Valledupar está viviendo la peor de las crisis en lo que a seguridad se refiere, […]
Soy de los vallenatos que en realidad me duele mi ciudad, sé que tenemos un alcalde que también ama a Valledupar, le sobran las ganas para hacer una excelente gestión, y sobre todo tiene a Dios en su corazón, pero Valledupar está viviendo la peor de las crisis en lo que a seguridad se refiere, no podemos negar que inmediatamente el alcalde, su equipo y las autoridades han tomado cartas en el asunto e incluso la Policía prácticamente en varios actos delictivos ha mostrado resultados inmediatos, dando de baja a algunos delincuentes y capturando a otros, es increíble la proximidad entre un delito y otro.
En el caso de las famosas caravanas motociclísticas que se dan cada vez que nuestra selección gana un partido, y de pronto son organizadas por los mismos delincuentes para hacer su agosto, pues cada vez que se dan paralelamente ocurren crímenes, ahí es cuando yo me hago los siguientes interrogantes, ¿Por qué no las prohíben? Y si no pueden hacerlo ¿Por qué no infiltran a varios agentes de civil en las mismas? tomaron las acciones preventivas, pero ya el mal había hecho su daño, un joven perdió la vida, otra persona más fue herida, y otros fueron víctimas de atracos durante el festejo, que no es más que un desorden desenfrenado y horda de desadaptados arrasando con todo a su paso, solo pocos salen a festejar en calma.
Valledupar se está convirtiendo en paraíso de malhechores, una ciudad pujante que otrora era remanso de paz, de un tiempo para acá ha cambiado y los vallenatos estamos nerviosos, con la construcción de la cárcel llamada la Tramacua comenzó la pesadilla, pues todos esos delincuentes de alta peligrosidad, no solo trajeron consigo a sus familiares, sino toda su maquinaria de guerra, definitivamente esa prisión fue un gol que nos metieron a los vallenatos, ¿Qué beneficios le ha traído a la ciudad esa obra? Otro factor que sin lugar a dudas ha generado violencia, fue la desmovilización de las Auc, pues muchos de sus “soldados” se unieron a las Bacrim y otra parte están delinquiendo, aunque no todos, porque muchos están trabajando honradamente, otro elemento determinante en el aumento de la delincuencia, es que supuestamente están entrando ilegalmente muchos venezolanos, quienes por falta de oportunidades y la crisis en su país se han visto obligados a migrar a Colombia y por su condición de indocumentados, no les es fácil definir su situación laboral y se han visto obligados a violar la ley, aunque unos si vinieron expresamente a hacerlo, incluyendo algunos de los que fueron expulsados por Maduro, quien no estaba del todo errado.
Lo preocupante es que la violencia genera más violencia y llegará un momento en que los ciudadanos de bien se verán obligados a actuar y algunos tomarán justicia por su propia mano, porque el problema ni siquiera son los robos, sino que los criminales disparan primero y roban después. Me pareció prudente y oportuna, la reunión de esta semana de la dirigencia cesarense con el director de la Policía Nacional, con congresistas y el gobernador Franco Ovalle encabezándola, formando un frente común para tomar medidas urgentes en esta problemática que tiene preocupada a toda la ciudadanía, sé que la visita del comandante este sábado mostrará inmediatos y efectivos resultados.
Otro punto que también quiero tocar y que de una u otra manera está relacionado, es la proliferación de indígenas Yukpas deambulando por toda la ciudad, muchos de los cuales han sido sorprendidos tratando de abrir vehículos y andan armados con flechas y machetes.