Cerca de 500 ayudas humanitarias que estaban retrasadas llegaron a la unidad de atención y orientación  a la población desplazada UAO, donde por estos días se ha desbordado la atención ante la cantidad de personas que visitan esa sede, en busca de la entrega de las mismas.
En la actualidad, la UAO es atendida por seis funcionarios de acción Social y la administración municipal, quienes en un horario de siete y treinta de la mañana a tres y treinta de la tarde, tienen una capacidad de atender a cerca de 300 personas y -durante los últimos días-, diariamente llegan más de 600.
“Durante estos meses  llega mucha gente a la UAO porque la mayoría está pendiente de solicitar la certificación  que se exige para las matrículas; sin embargo, tratamos de darle una buena atención a la gente, por eso le damos prioridad a las mujeres embarazadas, con niños en los brazos, ancianos y discapacitados, a quienes la comunidad debe dar paso en los primeros lugares de la fila”, dijo María Inmaculada Ustáriz, profesional universitaria de la administración municipal.
A pesar de que los funcionarios tratan de brindar una buena atención, por estos días, los desplazados que hacen fila desde las primeras horas de la madrugada  se mostraron inconformes, por lo que consideran una mala atención.
Ante estas afirmaciones, los funcionarios de la UAO advierten que en ocasiones se han presentado casos de personas líderes de esa comunidad que incitan  negativamente a los desplazados.  “Queremos llamar la atención de los desplazados y decirles que las asesorías jurídicas las hacen funcionarios de la Defensoría del Pueblo de manera gratuita. Las personas que detecten irregularidades en ese sentido,  deben denunciar ante las autoridades”, dijo Ustáriz.

Los desplazados se pronuncian

Enith Hostia

“Estoy aquí haciendo fila desde las siete de la mañana, la atención es muy demorada y mala”.

Pedro Manuel Núñez Torres

“La atención es pésima porque no dan la información completa que uno solicita”.

Pedro Pablo Mendoza

“Hace rato estoy aquí, desde muy temprano y no me han atendido y como yo, está toda esta gente que ha madrugado para venir a buscar las ayudas, pero la atención es muy demorada”.

Cenith Hurtado

“Llegué a las cuatro de la mañana y no me han atendido porque  el portero mete primero a su rosca y vende los cupos a cinco mil pesos y nunca hay cupo para uno”.

Luz Mery Solís

“Vengo desde las Minas de Iracal, estoy aquí desde las cinco de la mañana, estoy embarazada y estoy haciendo la fila, no veo que hay interés por atender a las mujeres que – como yo- están esperando bebé, ni por los ancianos o los discapacitados”.