Estoy convencido que Valledupar tiene la capacidad para convertirse en una potencia de turismo cultural. Esta nueva tendencia, también conocida como turismo histórico, resalta los aspectos culturales que una ciudad, pueblo o región puede ofrecer al hombre que busca y anhela conocer y conocerse. En Valledupar se conjugan con claridad las 4 E’s del turismo […]
Estoy convencido que Valledupar tiene la capacidad para convertirse en una potencia de turismo cultural. Esta nueva tendencia, también conocida como turismo histórico, resalta los aspectos culturales que una ciudad, pueblo o región puede ofrecer al hombre que busca y anhela conocer y conocerse.
En Valledupar se conjugan con claridad las 4 E’s del turismo cultural: Educación, Entorno y naturaleza, Entretenimiento y Eventos. Es cierto que algunas se hallan más elaboradas o potenciadas que otras pero estamos a tiempo de equilibrar los cuatro aspectos y empezar a perfilar la ciudad como Ciudad Cultural e Histórica. Una de sus ventajas: el Centro Histórico donde se pueden encontrar casas de más de trescientos años.
El hombre del siglo XXI desea encontrarse con la singularidad contenida en los monumentos y en el testimonio que representan. Un McDonald’s, un Starbucks o un Centro Comercial atiborrado de personas pueden hallarse en cualquier lugar del mundo. De allí la importancia de los Centros Históricos pero para valorarlos es importante conocerlos, y lata conocerlos es importante educarnos.
La educación es el pilar fundamental de la sociedad porque a través de ella se trasmiten los conocimientos necesarios para una formación integral que conjuga lo intelectual, lo moral y lo afectivo. De hecho, la palabra educación proviene de los términos latinos educere que significa guiar o conducir y educare que puede traducirse como formar o instruir.
Una sociedad educada comprende el presente a partir del pasado y así, se proyecta al futuro.
Educar no sólo es enseñar a leer, escribir o las operaciones matemáticas básicas. Tampoco es domesticar. A través de la educación se brindan las herramientas necesarias para afrontar la vida y vivir en sociedad.
En días pasados se llevó a cabo el foro “Miremos al Centro Histórico de Valledupar” donde tuve la oportunidad de participar, y aportar un granito de arena en esta gesta, en la lucha titánica que adelantan unos cuantos valientes para salvaguardar lo poco que queda del sector fundacional y primigenio de la ciudad. Me impresionó la repuesta de la ciudadanía, su participación y su interés.
Eventos como este foro son necesarios para la gestión y preservación del patrimonio histórico, ojalá se pudiera replicar en las instituciones educativas y colegios de Valledupar. Es importante que las nuevas generaciones comprendan que el Centro Histórico es de todos y también les pertenece.
Post scriptum: Aplaudo la iniciativa del señor alcalde de postular a Valledupar como ciudad creativa ante la UNESCO pero recuerdo que es necesario comprender que la cultura es mucho más que la música vallenata. Necesitamos bibliotecas, museos y teatros.
Estoy convencido que Valledupar tiene la capacidad para convertirse en una potencia de turismo cultural. Esta nueva tendencia, también conocida como turismo histórico, resalta los aspectos culturales que una ciudad, pueblo o región puede ofrecer al hombre que busca y anhela conocer y conocerse. En Valledupar se conjugan con claridad las 4 E’s del turismo […]
Estoy convencido que Valledupar tiene la capacidad para convertirse en una potencia de turismo cultural. Esta nueva tendencia, también conocida como turismo histórico, resalta los aspectos culturales que una ciudad, pueblo o región puede ofrecer al hombre que busca y anhela conocer y conocerse.
En Valledupar se conjugan con claridad las 4 E’s del turismo cultural: Educación, Entorno y naturaleza, Entretenimiento y Eventos. Es cierto que algunas se hallan más elaboradas o potenciadas que otras pero estamos a tiempo de equilibrar los cuatro aspectos y empezar a perfilar la ciudad como Ciudad Cultural e Histórica. Una de sus ventajas: el Centro Histórico donde se pueden encontrar casas de más de trescientos años.
El hombre del siglo XXI desea encontrarse con la singularidad contenida en los monumentos y en el testimonio que representan. Un McDonald’s, un Starbucks o un Centro Comercial atiborrado de personas pueden hallarse en cualquier lugar del mundo. De allí la importancia de los Centros Históricos pero para valorarlos es importante conocerlos, y lata conocerlos es importante educarnos.
La educación es el pilar fundamental de la sociedad porque a través de ella se trasmiten los conocimientos necesarios para una formación integral que conjuga lo intelectual, lo moral y lo afectivo. De hecho, la palabra educación proviene de los términos latinos educere que significa guiar o conducir y educare que puede traducirse como formar o instruir.
Una sociedad educada comprende el presente a partir del pasado y así, se proyecta al futuro.
Educar no sólo es enseñar a leer, escribir o las operaciones matemáticas básicas. Tampoco es domesticar. A través de la educación se brindan las herramientas necesarias para afrontar la vida y vivir en sociedad.
En días pasados se llevó a cabo el foro “Miremos al Centro Histórico de Valledupar” donde tuve la oportunidad de participar, y aportar un granito de arena en esta gesta, en la lucha titánica que adelantan unos cuantos valientes para salvaguardar lo poco que queda del sector fundacional y primigenio de la ciudad. Me impresionó la repuesta de la ciudadanía, su participación y su interés.
Eventos como este foro son necesarios para la gestión y preservación del patrimonio histórico, ojalá se pudiera replicar en las instituciones educativas y colegios de Valledupar. Es importante que las nuevas generaciones comprendan que el Centro Histórico es de todos y también les pertenece.
Post scriptum: Aplaudo la iniciativa del señor alcalde de postular a Valledupar como ciudad creativa ante la UNESCO pero recuerdo que es necesario comprender que la cultura es mucho más que la música vallenata. Necesitamos bibliotecas, museos y teatros.