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General - 24 julio, 2023

Largas filas, calor y molestias: lo que tienen que pasar los beneficiarios de Renta Ciudadana en Valledupar

La tercera jornada de entrega de ayudas brindada por el Gobierno a la comunidad estudiantil inició a finales de junio y aún se encuentra en proceso de consignación.

Los hogares que no firmen el Acta quedarán suspendidos del programa.
Los hogares que no firmen el Acta quedarán suspendidos del programa.
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En estos días, las largas filas en el Banco Agrario de Valledupar, causadas por la entrega de incentivos del programa Renta Ciudadana, han generado preocupación y molestia entre los beneficiarios. El programa, liderado por el Gobierno, busca brindar apoyo económico a estudiantes de colegios públicos en todo el país.

Desde el pasado 27 de junio, en  el departamento del Cesar inició el pago a unos 26.283 estudiantes de instituciones públicas.  El Banco Agrario fue designado por el Estado y Prosperidad Social como el operador encargado de entregar los incentivos monetarios a las madres beneficiarias.

No obstante, la nueva metodología implementada por Prosperidad Social para la entrega de los incentivos no ha sido bien recibida por los beneficiarios. “No me parece este nuevo modelo que ha implementado Prosperidad Social para darnos la pequeña ayuda que recibimos, antes era más sencillo, lo hacía uno por medio de una aplicación, ahora nos tenemos que ponernos bajo un inclemente sol por turno para que nos atienda, y son horas  aquí de pie”, manifestó una madre beneficiaria.

El programa Familias en Acción, que ahora se conoce como Renta Ciudadana, fue una iniciativa del expresidente Andrés Pastrana en el año 2000, con recursos del Banco Mundial y el Plan Colombia. Desde entonces, ha sido ejecutado en los mandatos de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, Iván Duque Márquez y, actualmente, en el Gobierno de Gustavo Petro, bajo la administración de Prosperidad Social.

LA TRAVESÍA PARA RECIBIR LA AYUDA 

Sulmeiris Martínez es una madre cabeza de hogar, quien tiene 3 hijos menores a su cargo y hacen parte del programa. Vive en la vereda Las Casitas y cada vez que inician pagos tiene que desplazarse hasta Valledupar para recibir el incentivo, el cual, según ella, cuando lo toma no compensa los diferentes gastos que tiene que hacer para llegar hasta la ciudad, agregado a eso el tener que esperar todo un día en las largas filas. Sin embargo, la necesidad la lleva a esperar.

“Por la necesidad de no tener un buen empleo accede uno por esperar horas y horas en estas filas, yo vivo en la vereda Las Casitas y he tenido que venir cuatro veces, cada moto cobra $8.000 lo que suma $32.000. A parte la comida aquí, cuando me dan la ayuda toca reponer y a veces hasta pagar, porque uno no tiene en el momento para venir, toca prestar, en sí lo que queda es poco”, manifestó Martínez.

Sulmeiris agradece la iniciativa del Gobierno de querer mitigar algunos de los factores en que se ven envueltos los estudiantes como la falta de útiles escolares, alimentación, transporte  entre otros, pero no está de acuerdo con los cambios que continuamente realiza Prosperidad Social.

“Antes no se hacían estas filas, pues nada más la de venir a retirar del cajero, me parece que hubiera sido mejor seguir como se venía con  la aplicación, era más sencillo, se ahorraba un poco más de dinero y lo que se recibía alcanzaba un poco más. De todos modos hay que seguir, dado que no tengo los recursos para decir, ya no voy a buscar nada, la necesidad es mayor”, indicó.

Por Yustin Varela

General
24 julio, 2023

Largas filas, calor y molestias: lo que tienen que pasar los beneficiarios de Renta Ciudadana en Valledupar

La tercera jornada de entrega de ayudas brindada por el Gobierno a la comunidad estudiantil inició a finales de junio y aún se encuentra en proceso de consignación.


Los hogares que no firmen el Acta quedarán suspendidos del programa.
Los hogares que no firmen el Acta quedarán suspendidos del programa.
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En estos días, las largas filas en el Banco Agrario de Valledupar, causadas por la entrega de incentivos del programa Renta Ciudadana, han generado preocupación y molestia entre los beneficiarios. El programa, liderado por el Gobierno, busca brindar apoyo económico a estudiantes de colegios públicos en todo el país.

Desde el pasado 27 de junio, en  el departamento del Cesar inició el pago a unos 26.283 estudiantes de instituciones públicas.  El Banco Agrario fue designado por el Estado y Prosperidad Social como el operador encargado de entregar los incentivos monetarios a las madres beneficiarias.

No obstante, la nueva metodología implementada por Prosperidad Social para la entrega de los incentivos no ha sido bien recibida por los beneficiarios. “No me parece este nuevo modelo que ha implementado Prosperidad Social para darnos la pequeña ayuda que recibimos, antes era más sencillo, lo hacía uno por medio de una aplicación, ahora nos tenemos que ponernos bajo un inclemente sol por turno para que nos atienda, y son horas  aquí de pie”, manifestó una madre beneficiaria.

El programa Familias en Acción, que ahora se conoce como Renta Ciudadana, fue una iniciativa del expresidente Andrés Pastrana en el año 2000, con recursos del Banco Mundial y el Plan Colombia. Desde entonces, ha sido ejecutado en los mandatos de Álvaro Uribe Vélez, Juan Manuel Santos, Iván Duque Márquez y, actualmente, en el Gobierno de Gustavo Petro, bajo la administración de Prosperidad Social.

LA TRAVESÍA PARA RECIBIR LA AYUDA 

Sulmeiris Martínez es una madre cabeza de hogar, quien tiene 3 hijos menores a su cargo y hacen parte del programa. Vive en la vereda Las Casitas y cada vez que inician pagos tiene que desplazarse hasta Valledupar para recibir el incentivo, el cual, según ella, cuando lo toma no compensa los diferentes gastos que tiene que hacer para llegar hasta la ciudad, agregado a eso el tener que esperar todo un día en las largas filas. Sin embargo, la necesidad la lleva a esperar.

“Por la necesidad de no tener un buen empleo accede uno por esperar horas y horas en estas filas, yo vivo en la vereda Las Casitas y he tenido que venir cuatro veces, cada moto cobra $8.000 lo que suma $32.000. A parte la comida aquí, cuando me dan la ayuda toca reponer y a veces hasta pagar, porque uno no tiene en el momento para venir, toca prestar, en sí lo que queda es poco”, manifestó Martínez.

Sulmeiris agradece la iniciativa del Gobierno de querer mitigar algunos de los factores en que se ven envueltos los estudiantes como la falta de útiles escolares, alimentación, transporte  entre otros, pero no está de acuerdo con los cambios que continuamente realiza Prosperidad Social.

“Antes no se hacían estas filas, pues nada más la de venir a retirar del cajero, me parece que hubiera sido mejor seguir como se venía con  la aplicación, era más sencillo, se ahorraba un poco más de dinero y lo que se recibía alcanzaba un poco más. De todos modos hay que seguir, dado que no tengo los recursos para decir, ya no voy a buscar nada, la necesidad es mayor”, indicó.

Por Yustin Varela