Esta columna era una deuda personal que tenía con el complejo cenagoso de Zapatosa, lugar único en el mundo y de poca valoración por los colombianos y por nosotros los cesarenses. El complejo cenagoso de Zapatosa revierte un interés de gestión pública territorial, ya que su aprovechamiento sostenible representa un reto de política, dado que […]
Esta columna era una deuda personal que tenía con el complejo cenagoso de Zapatosa, lugar único en el mundo y de poca valoración por los colombianos y por nosotros los cesarenses.
El complejo cenagoso de Zapatosa revierte un interés de gestión pública territorial, ya que su aprovechamiento sostenible representa un reto de política, dado que involucra la conciliación de objetivos de conservación frente objetivos de desarrollo territorial.
Sobre la ciénaga se han dado un sinnúmero de decisiones de intervención que en la gran mayoría de los casos no convergen y no se alinean bajo una visión de aprovechamiento sostenible del territorio. Por un lado, se encuentran todos los esfuerzos ambientales por plantear instrumentos encaminados a la recuperación y protección del sistema (el famoso plan de manejo ambiental); pero por el otro lado se encuentran las decisiones plasmadas en los distintos planes de desarrollo municipales y departamentales; y por último están la decisiones sectoriales donde los inversionistas o propietarios de tierras toman sus propias decisiones, muchas veces en desconocimiento de las demás.
A mi juicio y de manera muy respetuosa, seguir trabajando sobre la agenda de un plan de manejo, sin que realmente existe una visión territorial de desarrollo conciliada, es seguir desalineados y propiciando ineficiencia en la inversión y protección del complejo.
Mi interés por reflexionar sobre el alineamiento en la planificación del desarrollo de Zapatosa, no solo reconoce la problemática que revierte para los administradores del territorio y de los recursos naturales, si no que reconoce la necesidad de generar un escenario con mecanismos institucionales para gobernar un bien común y además producir infraestructura sostenible. El desarrollo que se evidencia en este espacio natural (ENP) ha demostrado la carencia de modelos de sostenibilidad apropiados para este ámbito. Esta ausencia es una de las causas que explican la difícil convergencia entre los objetivos de conservación, aún sin definir para esta área, y los objetivos de desarrollo local de los municipios situados en su entorno. La distribución de competencias entre las organizaciones responsables de la conservación de Zapatosa y las locales responsables del desarrollo municipal, generan normalmente problemas de política pública aún no resueltos.
En estas condiciones actuales es muy difícil hablar del cumplimiento de los ODS en esta zona del país, así mismo los primeros compases de los planes de desarrollo no evidencian alineación frente a la necesidad territorial del complejo Cenagoso.
Esta columna era una deuda personal que tenía con el complejo cenagoso de Zapatosa, lugar único en el mundo y de poca valoración por los colombianos y por nosotros los cesarenses. El complejo cenagoso de Zapatosa revierte un interés de gestión pública territorial, ya que su aprovechamiento sostenible representa un reto de política, dado que […]
Esta columna era una deuda personal que tenía con el complejo cenagoso de Zapatosa, lugar único en el mundo y de poca valoración por los colombianos y por nosotros los cesarenses.
El complejo cenagoso de Zapatosa revierte un interés de gestión pública territorial, ya que su aprovechamiento sostenible representa un reto de política, dado que involucra la conciliación de objetivos de conservación frente objetivos de desarrollo territorial.
Sobre la ciénaga se han dado un sinnúmero de decisiones de intervención que en la gran mayoría de los casos no convergen y no se alinean bajo una visión de aprovechamiento sostenible del territorio. Por un lado, se encuentran todos los esfuerzos ambientales por plantear instrumentos encaminados a la recuperación y protección del sistema (el famoso plan de manejo ambiental); pero por el otro lado se encuentran las decisiones plasmadas en los distintos planes de desarrollo municipales y departamentales; y por último están la decisiones sectoriales donde los inversionistas o propietarios de tierras toman sus propias decisiones, muchas veces en desconocimiento de las demás.
A mi juicio y de manera muy respetuosa, seguir trabajando sobre la agenda de un plan de manejo, sin que realmente existe una visión territorial de desarrollo conciliada, es seguir desalineados y propiciando ineficiencia en la inversión y protección del complejo.
Mi interés por reflexionar sobre el alineamiento en la planificación del desarrollo de Zapatosa, no solo reconoce la problemática que revierte para los administradores del territorio y de los recursos naturales, si no que reconoce la necesidad de generar un escenario con mecanismos institucionales para gobernar un bien común y además producir infraestructura sostenible. El desarrollo que se evidencia en este espacio natural (ENP) ha demostrado la carencia de modelos de sostenibilidad apropiados para este ámbito. Esta ausencia es una de las causas que explican la difícil convergencia entre los objetivos de conservación, aún sin definir para esta área, y los objetivos de desarrollo local de los municipios situados en su entorno. La distribución de competencias entre las organizaciones responsables de la conservación de Zapatosa y las locales responsables del desarrollo municipal, generan normalmente problemas de política pública aún no resueltos.
En estas condiciones actuales es muy difícil hablar del cumplimiento de los ODS en esta zona del país, así mismo los primeros compases de los planes de desarrollo no evidencian alineación frente a la necesidad territorial del complejo Cenagoso.