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Columnista - 25 agosto, 2019

La vida es bendita (décimas)

I La luz blanca de la luna es un signo de prudencia, y vivir en convivencia es la más grande fortuna. Las espinas de las tunas nadie cultive en el alma; que sean cayenas y palmas y trinos de aves canoras que nos despierten la aurora y llenen la vida de calma. II Si somos […]

I
La luz blanca de la luna
es un signo de prudencia,
y vivir en convivencia
es la más grande fortuna.
Las espinas de las tunas
nadie cultive en el alma;
que sean cayenas y palmas
y trinos de aves canoras
que nos despierten la aurora
y llenen la vida de calma.

II
Si somos seres humanos
a todos Dios nos bendijo,
pensemos en nuestros hijos
y también en los hermanos.
En ideas somos lozanos
radiantes de inteligencia;
vivamos en convivencia
respetando a los demás
sin utilizar jamás
el poder de la violencia.

  
III
Respetar la autoridad
es un deber ciudadano,
y brille en los colombianos
el sol de la honestidad.
El culto a la legalidad
debe ser el pan diario
de todos los funcionarios
y del pueblo en general;
La Conciencia Nacional
un escudo necesario.

    IV

Existe un sueño alcanzable
de justicia y honestidad,
vivamos en hermandad
con sentido responsable.
La violencia es detestable
siembra ruinas y dolor.
Defendamos el honor
porque la vida es bendita,
y Colombia necesita
trabajo, paz y amor.

Columnista
25 agosto, 2019

La vida es bendita (décimas)

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

I La luz blanca de la luna es un signo de prudencia, y vivir en convivencia es la más grande fortuna. Las espinas de las tunas nadie cultive en el alma; que sean cayenas y palmas y trinos de aves canoras que nos despierten la aurora y llenen la vida de calma. II Si somos […]


I
La luz blanca de la luna
es un signo de prudencia,
y vivir en convivencia
es la más grande fortuna.
Las espinas de las tunas
nadie cultive en el alma;
que sean cayenas y palmas
y trinos de aves canoras
que nos despierten la aurora
y llenen la vida de calma.

II
Si somos seres humanos
a todos Dios nos bendijo,
pensemos en nuestros hijos
y también en los hermanos.
En ideas somos lozanos
radiantes de inteligencia;
vivamos en convivencia
respetando a los demás
sin utilizar jamás
el poder de la violencia.

  
III
Respetar la autoridad
es un deber ciudadano,
y brille en los colombianos
el sol de la honestidad.
El culto a la legalidad
debe ser el pan diario
de todos los funcionarios
y del pueblo en general;
La Conciencia Nacional
un escudo necesario.

    IV

Existe un sueño alcanzable
de justicia y honestidad,
vivamos en hermandad
con sentido responsable.
La violencia es detestable
siembra ruinas y dolor.
Defendamos el honor
porque la vida es bendita,
y Colombia necesita
trabajo, paz y amor.