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Columnista - 5 abril, 2010

La última lección de las elecciones regionales

Por: Luis Mendoza Sierra Los triunfadores de las elecciones para Cámara de Representantes en el Cesar fueron asaltados por una decisión del Consejo Electoral que  preocupa. Hoy aún, el proceso de escrutinios no ha terminado. Así  está cerrando este debate electoral de lunares  y vacíos, que en parte incumben a los partidos políticos pero, fundamentalmente, […]

Por: Luis Mendoza Sierra
Los triunfadores de las elecciones para Cámara de Representantes en el Cesar fueron asaltados por una decisión del Consejo Electoral que  preocupa. Hoy aún, el proceso de escrutinios no ha terminado. Así  está cerrando este debate electoral de lunares  y vacíos, que en parte incumben a los partidos políticos pero, fundamentalmente, restan credibilidad a la organización electoral colombiana.

Expertos y analistas  del tema y hasta voceros de organismos de control como la Procuraduría, no encuentran explicación para que el máximo organismo electoral en el país haya pedido, disque  para revisar, los documentos electorales de tres municipios: La Paz, Valledupar y El Paso. Coincidencialmente, municipios en donde el ganador del Partido de la U le sacó una ventaja de más de 6.000 votos a su compañera de lista, que parece resistirse a perder, lo cual es su derecho.

A la organización electoral como que no le basta con las deficiencias notables del debate alrededor de las que sobra comentar; el denigrante desprestigio que ha ganado, pues con frecuencia se asegura que por el ascensor de su edificio de la  Avenida El Dorado, sube ganando quien baja perdiendo o viceversa. Que hay magistrados honrados y honestos, pues claro, pero a juicio de muchos, la corrupción es una sola sombra larga que, como fantasma, merodea los alrededores del Consejo Electoral y eso, desvela, que curiosidad, tanto a los que están por dentro como a los que están por fuera.

En el Cesar, el miércoles terminaron los escrutinios pero ¡oh sorpresa!: el Consejo Nacional Electoral solicitó, como ya comentaban, escrutinios para revisar. Ciertamente es un derecho, pero entiendo que sólo procede cuando, dentro del proceso de escrutinios, existen asuntos por resolver,  aunque aquí parece que también procede cuando un capricho o un interés, de alguna manera extraño, media en el asunto.

Si los escrutinios terminaron, si los cómputos de los votos están, si la Comisión Escrutadora terminó su labor no existiendo reclamación, ni recursos pendientes de decisiones y no hay desacuerdo entre los miembros de esa Comisión, según la ley electoral, lo que procede es la declaratoria de las elecciones y, consecuencialmente, la entrega de las credenciales de Cámara de Representantes que es la circunscripción regional.  Pero ese deber fue pisoteado por los propios miembros de la Comisión Escrutadora, quienes tendrán que rendir cuenta ante los organismos de control, porque la ley es para cumplirla y no para burlarse de ella. Es una omisión, pero de paso más grave si respondiera a un interés oculto de alguien de la Organización Electoral.

Ahora, los miembros de la Comisión Escrutadora recibieron una solicitud extraña, por lo demás, del Consejo Electoral, pidiendo una información, señalando que esta será revisada por ellos y dependiente de las conclusiones, autorizarán o desautorizarán a la Comisión Escrutadora para cumplir o no con la declaratoria de elecciones.

La Comisión quedó esperando esa decisión, lo que constituye una burla del Consejo Electoral y de paso “cerraron la tienda”, y dejaron como idiotas a todos sus clientes, constituidos por candidatos, voceros de los partidos políticos y organismos de control, caso de la Procuraduría encabezada por el extraordinario funcionario Everardo Armenta Alonso, el mejor procurador de todos los tiempos no sólo en el Cesar sino en La Guajira.

Él, como los demás que asistían a los escrutinios, consideran que este evento no ha concluido. Sencillamente, la Comisión Escrutadora debió, o declarar las elecciones y entregar credenciales a los ganadores o abstenerse emitiendo un acto, pero no cerrando las puertas como lo hizo, abandonando la Biblioteca “Rafael Carrillo Lúquez”, hasta amenazando con la Policía, en donde se realizaron los escrutinios. Quiera Dios, para beneficio de este pedazo de democracia que nos queda, que no se repita aquello de que quien escruta, elije.

SABLAZO
Se percibe el interés de nuestro Alcalde de hacer algo para embellecer la ciudad, que está horrenda de lo sucia, además de que la arborización y los jardines mueren de sed. Miren las palmeras de la glorieta de la Mariamulata, por mencionar un hito. Pero, Alcalde, será traumático para la imagen de Valledupar que los turistas que lleguen al Festival sean atracados.  Ojo con la seguridad, por favor. ¿Y será Alcalde que usted y nosotros podremos apostarle a vestir a Valledupar de Festival? Adornar plazas, parques y viviendas, con motivos festivaleros. Jalémosle.

Pesar: Sentidas condolencias para los hijos de don Hernando Molina Céspedes, un ser verdaderamente extraordinario, quien acaba de anticiparse al viaje final. Mala vaina, abrir abril, mes del festival, con una triste despedida.

Columnista
5 abril, 2010

La última lección de las elecciones regionales

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Luis Mendoza S.

Por: Luis Mendoza Sierra Los triunfadores de las elecciones para Cámara de Representantes en el Cesar fueron asaltados por una decisión del Consejo Electoral que  preocupa. Hoy aún, el proceso de escrutinios no ha terminado. Así  está cerrando este debate electoral de lunares  y vacíos, que en parte incumben a los partidos políticos pero, fundamentalmente, […]


Por: Luis Mendoza Sierra
Los triunfadores de las elecciones para Cámara de Representantes en el Cesar fueron asaltados por una decisión del Consejo Electoral que  preocupa. Hoy aún, el proceso de escrutinios no ha terminado. Así  está cerrando este debate electoral de lunares  y vacíos, que en parte incumben a los partidos políticos pero, fundamentalmente, restan credibilidad a la organización electoral colombiana.

Expertos y analistas  del tema y hasta voceros de organismos de control como la Procuraduría, no encuentran explicación para que el máximo organismo electoral en el país haya pedido, disque  para revisar, los documentos electorales de tres municipios: La Paz, Valledupar y El Paso. Coincidencialmente, municipios en donde el ganador del Partido de la U le sacó una ventaja de más de 6.000 votos a su compañera de lista, que parece resistirse a perder, lo cual es su derecho.

A la organización electoral como que no le basta con las deficiencias notables del debate alrededor de las que sobra comentar; el denigrante desprestigio que ha ganado, pues con frecuencia se asegura que por el ascensor de su edificio de la  Avenida El Dorado, sube ganando quien baja perdiendo o viceversa. Que hay magistrados honrados y honestos, pues claro, pero a juicio de muchos, la corrupción es una sola sombra larga que, como fantasma, merodea los alrededores del Consejo Electoral y eso, desvela, que curiosidad, tanto a los que están por dentro como a los que están por fuera.

En el Cesar, el miércoles terminaron los escrutinios pero ¡oh sorpresa!: el Consejo Nacional Electoral solicitó, como ya comentaban, escrutinios para revisar. Ciertamente es un derecho, pero entiendo que sólo procede cuando, dentro del proceso de escrutinios, existen asuntos por resolver,  aunque aquí parece que también procede cuando un capricho o un interés, de alguna manera extraño, media en el asunto.

Si los escrutinios terminaron, si los cómputos de los votos están, si la Comisión Escrutadora terminó su labor no existiendo reclamación, ni recursos pendientes de decisiones y no hay desacuerdo entre los miembros de esa Comisión, según la ley electoral, lo que procede es la declaratoria de las elecciones y, consecuencialmente, la entrega de las credenciales de Cámara de Representantes que es la circunscripción regional.  Pero ese deber fue pisoteado por los propios miembros de la Comisión Escrutadora, quienes tendrán que rendir cuenta ante los organismos de control, porque la ley es para cumplirla y no para burlarse de ella. Es una omisión, pero de paso más grave si respondiera a un interés oculto de alguien de la Organización Electoral.

Ahora, los miembros de la Comisión Escrutadora recibieron una solicitud extraña, por lo demás, del Consejo Electoral, pidiendo una información, señalando que esta será revisada por ellos y dependiente de las conclusiones, autorizarán o desautorizarán a la Comisión Escrutadora para cumplir o no con la declaratoria de elecciones.

La Comisión quedó esperando esa decisión, lo que constituye una burla del Consejo Electoral y de paso “cerraron la tienda”, y dejaron como idiotas a todos sus clientes, constituidos por candidatos, voceros de los partidos políticos y organismos de control, caso de la Procuraduría encabezada por el extraordinario funcionario Everardo Armenta Alonso, el mejor procurador de todos los tiempos no sólo en el Cesar sino en La Guajira.

Él, como los demás que asistían a los escrutinios, consideran que este evento no ha concluido. Sencillamente, la Comisión Escrutadora debió, o declarar las elecciones y entregar credenciales a los ganadores o abstenerse emitiendo un acto, pero no cerrando las puertas como lo hizo, abandonando la Biblioteca “Rafael Carrillo Lúquez”, hasta amenazando con la Policía, en donde se realizaron los escrutinios. Quiera Dios, para beneficio de este pedazo de democracia que nos queda, que no se repita aquello de que quien escruta, elije.

SABLAZO
Se percibe el interés de nuestro Alcalde de hacer algo para embellecer la ciudad, que está horrenda de lo sucia, además de que la arborización y los jardines mueren de sed. Miren las palmeras de la glorieta de la Mariamulata, por mencionar un hito. Pero, Alcalde, será traumático para la imagen de Valledupar que los turistas que lleguen al Festival sean atracados.  Ojo con la seguridad, por favor. ¿Y será Alcalde que usted y nosotros podremos apostarle a vestir a Valledupar de Festival? Adornar plazas, parques y viviendas, con motivos festivaleros. Jalémosle.

Pesar: Sentidas condolencias para los hijos de don Hernando Molina Céspedes, un ser verdaderamente extraordinario, quien acaba de anticiparse al viaje final. Mala vaina, abrir abril, mes del festival, con una triste despedida.