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Columnista - 6 octubre, 2013

La U, sin retorno

El partido de la U nació como un recogido de políticos que pretendían beneficiarse del liderazgo del entonces Presidente Uribe, debido al enfrentamiento con Santos, la colectividad se quedó, en su mayoría, con el actual gobierno por aquello de la mermelada.

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Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO

El partido de la U nació como un recogido de políticos que pretendían beneficiarse del liderazgo del entonces Presidente Uribe, debido al enfrentamiento con Santos, la colectividad se quedó, en su mayoría, con el actual gobierno por aquello de la mermelada.Su presente es contradictorio, con poder pero muy relegado en participación burocrática, como se notó en la conformación del nuevo gabinete, en su mayoría liberal; Santos demostró que la U es un simple accidente, casi un estorbo que tiene que manejar con guantes de seda.

Además por ser el partido de un gobierno tan impopular, ha asumido todo el desgaste, ya que los otros partidos se agachan en tormentas como los paros, el caso de La Haya y el proceso de paz. La U está reventada por dentro y se nota en la división para elegir a Sergio Díaz-Granados como su Presidente, a leguas se nota que no quiere aceptar, pero le toca.Las peleas de Armando Benedetti con la cara fresca de Aurelio Iragorri, tienen al partido sumido en una serie de molestas divergencias. Y si la esperanza es Roy Barreras,con su imagen de politiquero excepcional, quien le prende una vela a Dios y otra al diablo, el futuro es preocupante.Los escándalos en que se han visto inmersos los integrantes de su bancada: Dilian Francisca Toro, que no quiere saber nada de política; Piedad Zucardi, Baronesa de Bolívar, todavía no soluciona sus problemas por parapolítica en la Corte; Hernán Andrade,con un pie en la cárcel por el escándalo de estupefacientes. También la salida de los senadores Juan Lozano y Juan Carlos Vélez, debilitan mucho la lista que puede lograr, escasamente, 10 senadores. Y como si fuera poco, no tienen una cabeza fuerte como los liberales a Horacio Serpa o el Centro democrático a Álvaro Uribe, quienes les van a restar electores.

En el Cesar, el asunto tampoco está muy claro, con una plancha a la Cámara bastante débil, que todavía no despega.El partido ha perdido fuerza,por líderes como Ava Carvajal, que juega a dos bandas con el Centro Democrático y Alfonso Mattos que se fue a Cambio Radical; situación quepodría afectar la candidatura José A. Gnecco, quien debe pensar en 60.000 votos para estar tranquilo y no fiarse de los alcaldes que siempre tienen varios candidatos, ni tampoco,de la maquinaria del gobernador, que tiene una imagen favorable en la opinión,octavo puesto en las encuestas a nivel nacional, pero no entre políticos, por la poca participaciónque les ha dado en su gobierno, lo que se nota en las urnas.Si a eso le sumamos,que los senadores de afuera, llegan con fajos de dinero a comprar votos, las posibilidades no son para echar voladores, toca trabajar duro.

Si el presidente Santos no define su orientación política y deja de estar tratando de quedar bien con el cuento de la agrietada Unidad Nacional, el principal afectado será el partido de la U;así como nació, puede desaparecer por una coyuntura.

Twitter: @JACOBOSOLANOC

 

Columnista
6 octubre, 2013

La U, sin retorno

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jacobo Solano Cerchiaro

El partido de la U nació como un recogido de políticos que pretendían beneficiarse del liderazgo del entonces Presidente Uribe, debido al enfrentamiento con Santos, la colectividad se quedó, en su mayoría, con el actual gobierno por aquello de la mermelada.


Por: JACOBO SOLANO CERCHIARO

El partido de la U nació como un recogido de políticos que pretendían beneficiarse del liderazgo del entonces Presidente Uribe, debido al enfrentamiento con Santos, la colectividad se quedó, en su mayoría, con el actual gobierno por aquello de la mermelada.Su presente es contradictorio, con poder pero muy relegado en participación burocrática, como se notó en la conformación del nuevo gabinete, en su mayoría liberal; Santos demostró que la U es un simple accidente, casi un estorbo que tiene que manejar con guantes de seda.

Además por ser el partido de un gobierno tan impopular, ha asumido todo el desgaste, ya que los otros partidos se agachan en tormentas como los paros, el caso de La Haya y el proceso de paz. La U está reventada por dentro y se nota en la división para elegir a Sergio Díaz-Granados como su Presidente, a leguas se nota que no quiere aceptar, pero le toca.Las peleas de Armando Benedetti con la cara fresca de Aurelio Iragorri, tienen al partido sumido en una serie de molestas divergencias. Y si la esperanza es Roy Barreras,con su imagen de politiquero excepcional, quien le prende una vela a Dios y otra al diablo, el futuro es preocupante.Los escándalos en que se han visto inmersos los integrantes de su bancada: Dilian Francisca Toro, que no quiere saber nada de política; Piedad Zucardi, Baronesa de Bolívar, todavía no soluciona sus problemas por parapolítica en la Corte; Hernán Andrade,con un pie en la cárcel por el escándalo de estupefacientes. También la salida de los senadores Juan Lozano y Juan Carlos Vélez, debilitan mucho la lista que puede lograr, escasamente, 10 senadores. Y como si fuera poco, no tienen una cabeza fuerte como los liberales a Horacio Serpa o el Centro democrático a Álvaro Uribe, quienes les van a restar electores.

En el Cesar, el asunto tampoco está muy claro, con una plancha a la Cámara bastante débil, que todavía no despega.El partido ha perdido fuerza,por líderes como Ava Carvajal, que juega a dos bandas con el Centro Democrático y Alfonso Mattos que se fue a Cambio Radical; situación quepodría afectar la candidatura José A. Gnecco, quien debe pensar en 60.000 votos para estar tranquilo y no fiarse de los alcaldes que siempre tienen varios candidatos, ni tampoco,de la maquinaria del gobernador, que tiene una imagen favorable en la opinión,octavo puesto en las encuestas a nivel nacional, pero no entre políticos, por la poca participaciónque les ha dado en su gobierno, lo que se nota en las urnas.Si a eso le sumamos,que los senadores de afuera, llegan con fajos de dinero a comprar votos, las posibilidades no son para echar voladores, toca trabajar duro.

Si el presidente Santos no define su orientación política y deja de estar tratando de quedar bien con el cuento de la agrietada Unidad Nacional, el principal afectado será el partido de la U;así como nació, puede desaparecer por una coyuntura.

Twitter: @JACOBOSOLANOC