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Columnista - 1 octubre, 2015

La trashumancia escolar de Valledupar

La Secretaría de Educación Municipal, a través de su oficina de Cobertura y Permanencia, le hace llegar a los rectores una base de datos sobre el estado de la matrícula de cada establecimiento educativo oficial del municipio de Valledupar. De manera superficial el oficio remisorio se refiere a que se verifique la población escolar que […]

La Secretaría de Educación Municipal, a través de su oficina de Cobertura y Permanencia, le hace llegar a los rectores una base de datos sobre el estado de la matrícula de cada establecimiento educativo oficial del municipio de Valledupar.

De manera superficial el oficio remisorio se refiere a que se verifique la población escolar que aun aparece sin estado de matriculados o continuidad. Así de simple, la cosa parece sencilla. Pero al analizar cada núcleo educativo con sus establecimientos educativos, hay una columna que llama poderosamente la atención y que hace prender todas las alarmas, esa columna es la de los “retirados”. Lo que puede constituir dos cosas. Una, que sea una población escolar que se retira por cambio de domicilios, como ocurre con los hijos de los militares y la policía. Que además, no da para tantos. La otra, ¡deserción pura!

Según esa matriz que envía la Oficina de Cobertura de la SEM-Valledupar, actualmente este municipio tiene matriculados y registrados en el SIMAT una población escolar de 73.168 estudiantes activos de carácter oficial, incluyendo la población adulta. Pero la cantidad de alumnos retirados es de 6.727 que corresponde a niños, niñas y jóvenes en su mayoría.

Este porcentaje de población escolar que ya no aparecen en los registros escolares oficiales del municipio de Valledupar es del 8.4%. Lo que sin lugar a dudas es una cifra bastante elevada y que aplica para ciudades de bajo desarrollo socioeconómico y sostenible. Esta cifra de retirados es inicial, porque se puede incrementar ya que el año escolar no ha finalizado.

Lo preocupante es que hay núcleos educativos que sobrepasan el 10% de “retiros escolares”.

Pero aparte de eso, es que la misma Secretaría de Educación Municipal no toma las acciones correctivas, porque legaliza a las instituciones educativas que realizan el proceso educativo por ciclos diurnos, es decir, donde los estudiantes cursan dos grados escolares en un año lectivo, no cumpliendo los requisitos legales como es la edad de los 18 años. Además, estas instituciones educativas hacen un alto aporte a la baja calidad educativa que mantiene a Valledupar entre las peores del país. Se comprueba al ver el listado de la clasificación de planteles que hace el ICFES.

Estos centros educativos están haciendo su agosto con esa población escolar. Desde luego, los padres de familia también tienen una alta responsabilidad de ésta situación.

Le queda un reto al nuevo alcalde de Valledupar para financiar su planta docente para el 2016, porque por un lado la planta docente tiene un promedio de escalafón alto y por el otro lado, los recursos para la prestación del servicio educativo provienen de la cobertura escolar matriculada existente al finalizar el año escolar. Desde ahora ya hay 12 mil millones de pesos aproximadamente menos para el año entrante.

Columnista
1 octubre, 2015

La trashumancia escolar de Valledupar

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Gonzalo E. Quiroz Martínez

La Secretaría de Educación Municipal, a través de su oficina de Cobertura y Permanencia, le hace llegar a los rectores una base de datos sobre el estado de la matrícula de cada establecimiento educativo oficial del municipio de Valledupar. De manera superficial el oficio remisorio se refiere a que se verifique la población escolar que […]


La Secretaría de Educación Municipal, a través de su oficina de Cobertura y Permanencia, le hace llegar a los rectores una base de datos sobre el estado de la matrícula de cada establecimiento educativo oficial del municipio de Valledupar.

De manera superficial el oficio remisorio se refiere a que se verifique la población escolar que aun aparece sin estado de matriculados o continuidad. Así de simple, la cosa parece sencilla. Pero al analizar cada núcleo educativo con sus establecimientos educativos, hay una columna que llama poderosamente la atención y que hace prender todas las alarmas, esa columna es la de los “retirados”. Lo que puede constituir dos cosas. Una, que sea una población escolar que se retira por cambio de domicilios, como ocurre con los hijos de los militares y la policía. Que además, no da para tantos. La otra, ¡deserción pura!

Según esa matriz que envía la Oficina de Cobertura de la SEM-Valledupar, actualmente este municipio tiene matriculados y registrados en el SIMAT una población escolar de 73.168 estudiantes activos de carácter oficial, incluyendo la población adulta. Pero la cantidad de alumnos retirados es de 6.727 que corresponde a niños, niñas y jóvenes en su mayoría.

Este porcentaje de población escolar que ya no aparecen en los registros escolares oficiales del municipio de Valledupar es del 8.4%. Lo que sin lugar a dudas es una cifra bastante elevada y que aplica para ciudades de bajo desarrollo socioeconómico y sostenible. Esta cifra de retirados es inicial, porque se puede incrementar ya que el año escolar no ha finalizado.

Lo preocupante es que hay núcleos educativos que sobrepasan el 10% de “retiros escolares”.

Pero aparte de eso, es que la misma Secretaría de Educación Municipal no toma las acciones correctivas, porque legaliza a las instituciones educativas que realizan el proceso educativo por ciclos diurnos, es decir, donde los estudiantes cursan dos grados escolares en un año lectivo, no cumpliendo los requisitos legales como es la edad de los 18 años. Además, estas instituciones educativas hacen un alto aporte a la baja calidad educativa que mantiene a Valledupar entre las peores del país. Se comprueba al ver el listado de la clasificación de planteles que hace el ICFES.

Estos centros educativos están haciendo su agosto con esa población escolar. Desde luego, los padres de familia también tienen una alta responsabilidad de ésta situación.

Le queda un reto al nuevo alcalde de Valledupar para financiar su planta docente para el 2016, porque por un lado la planta docente tiene un promedio de escalafón alto y por el otro lado, los recursos para la prestación del servicio educativo provienen de la cobertura escolar matriculada existente al finalizar el año escolar. Desde ahora ya hay 12 mil millones de pesos aproximadamente menos para el año entrante.