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Columnista - 19 enero, 2011

La tragedia en Arizona

Por: Basilio Padilla Los estudios han demostrado que en los países altamente civilizados, algunos individuos atraviesan  fenómenos típicos mentales como resultado del grado de civilización y las aberraciones que estas personas desarrollan, debido a un fallo de acoplamiento a ciertos elementos avanzados de esa civilización. En la ciudad de Tucson, estado de Arizona, un joven […]

Por: Basilio Padilla

Los estudios han demostrado que en los países altamente civilizados, algunos individuos atraviesan  fenómenos típicos mentales como resultado del grado de civilización y las aberraciones que estas personas desarrollan, debido a un fallo de acoplamiento a ciertos elementos avanzados de esa civilización.
En la ciudad de Tucson, estado de Arizona, un joven blanco de 22 años, Jared Loughner, que había presentado una serie de problemas en su vida pasada y en la escuela, hizo un atentado en contra de la congresista Gabrielle Giffords, matando a 6 personas e hiriendo a trece. Una bala le atravesó el cerebro a la congresista en su parte superior y desde el fin de semana pasado ha permanecido en condición crítica, pero que milagrosamente se ha aferrado a la vida y su condición fue  cambiada de crítica a seria y sigue mejorando.
En este episodio también murió una niña de 9 años Christina Taylor, un juez y otras personas que asistían al evento político de la congresista Gifford. Esta tragedia ha suscitado una feroz discusión de la retórica política, utilizada por las distintas corrientes de opinión, básicamente el sector conservador en contra del liberal en los E. U.
Los elementos incendiarios de esta situación tienen que ver con los muchos años de las guerras que se libran en el exterior, la crisis económica, la reforma al sistema de la salud, y los 12 millones de ilegales, que actualmente se encuentran en los E. U., provenientes más que todo de México. El evento inmediato pudo haber sido el hecho de que la gobernadora de este estado promovió una serie de leyes que muchos sectores consideraron discriminatorias hacia las personas latinas. La congresista Gifford estaba en contra de estas leyes, como representante del partido demócrata y la administración del presidente Obama.
La polarización de ideas en los E. U., es más marcada que la que se ve en nuestro país. En el país del norte las ideologías políticas son más claras y las personas, claramente, se ven como integrantes de un determinado grupo o partido, con tendencias ideológicas determinadas. La diferencia en Colombia es que las personas más que todo siguen ideologías de individuos y las líneas trazadas por los partidos tienden a ser secundarias.
Tampoco se ven en los E. U. las alianzas de partidos para la elección de ciertos individuos, porque se entiende que estas alianzas no se pueden dar debido a la naturaleza de las ideologías mantenidas por estos partidos. Por supuesto, existen dentro del partido demócrata congresistas que tienen ideologías más conservadoras y que en los últimos tiempos se les ha denominado “perros azules”, por la cercanía a la ideología del partido republicano.
En el caso específico de la ley de Arizona y su interpretación discriminatoria, los demócratas se han puesto en contra de ella y los republicanos a favor. El mismo procurador de  los E. U., Eric Holder demandó al estado desafiando estas leyes estatales y llamándolas arbitrarias, ya que, de acuerdo a la Constitución solo el gobierno federal podría decretarlas.
Es de mencionar el rol que muchos comentaristas y la prensa han tenido en la representación de estos eventos y que muchos sectores los han calificado de provocativas e incitadoras, quizás dándoles justificación a individuos como Loughner para que tome medidas violentas, tratando de remediarlas y pensando que está actuando justificadamente.
La otra falla del sistema consistió en no haber tomado medidas cuando este individuo mostró numerosos signos de enfermedad mental, habiendo sido retirado de muchas escuelas y colegios.
Los sistemas de salud mental deben referir a estos individuos para que consigan el tratamiento sicológico y los medicamentos necesarios que los mantenga dentro del núcleo social sin que le causen daño a tantas personas inocentes.
[email protected]

Columnista
19 enero, 2011

La tragedia en Arizona

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla Los estudios han demostrado que en los países altamente civilizados, algunos individuos atraviesan  fenómenos típicos mentales como resultado del grado de civilización y las aberraciones que estas personas desarrollan, debido a un fallo de acoplamiento a ciertos elementos avanzados de esa civilización. En la ciudad de Tucson, estado de Arizona, un joven […]


Por: Basilio Padilla

Los estudios han demostrado que en los países altamente civilizados, algunos individuos atraviesan  fenómenos típicos mentales como resultado del grado de civilización y las aberraciones que estas personas desarrollan, debido a un fallo de acoplamiento a ciertos elementos avanzados de esa civilización.
En la ciudad de Tucson, estado de Arizona, un joven blanco de 22 años, Jared Loughner, que había presentado una serie de problemas en su vida pasada y en la escuela, hizo un atentado en contra de la congresista Gabrielle Giffords, matando a 6 personas e hiriendo a trece. Una bala le atravesó el cerebro a la congresista en su parte superior y desde el fin de semana pasado ha permanecido en condición crítica, pero que milagrosamente se ha aferrado a la vida y su condición fue  cambiada de crítica a seria y sigue mejorando.
En este episodio también murió una niña de 9 años Christina Taylor, un juez y otras personas que asistían al evento político de la congresista Gifford. Esta tragedia ha suscitado una feroz discusión de la retórica política, utilizada por las distintas corrientes de opinión, básicamente el sector conservador en contra del liberal en los E. U.
Los elementos incendiarios de esta situación tienen que ver con los muchos años de las guerras que se libran en el exterior, la crisis económica, la reforma al sistema de la salud, y los 12 millones de ilegales, que actualmente se encuentran en los E. U., provenientes más que todo de México. El evento inmediato pudo haber sido el hecho de que la gobernadora de este estado promovió una serie de leyes que muchos sectores consideraron discriminatorias hacia las personas latinas. La congresista Gifford estaba en contra de estas leyes, como representante del partido demócrata y la administración del presidente Obama.
La polarización de ideas en los E. U., es más marcada que la que se ve en nuestro país. En el país del norte las ideologías políticas son más claras y las personas, claramente, se ven como integrantes de un determinado grupo o partido, con tendencias ideológicas determinadas. La diferencia en Colombia es que las personas más que todo siguen ideologías de individuos y las líneas trazadas por los partidos tienden a ser secundarias.
Tampoco se ven en los E. U. las alianzas de partidos para la elección de ciertos individuos, porque se entiende que estas alianzas no se pueden dar debido a la naturaleza de las ideologías mantenidas por estos partidos. Por supuesto, existen dentro del partido demócrata congresistas que tienen ideologías más conservadoras y que en los últimos tiempos se les ha denominado “perros azules”, por la cercanía a la ideología del partido republicano.
En el caso específico de la ley de Arizona y su interpretación discriminatoria, los demócratas se han puesto en contra de ella y los republicanos a favor. El mismo procurador de  los E. U., Eric Holder demandó al estado desafiando estas leyes estatales y llamándolas arbitrarias, ya que, de acuerdo a la Constitución solo el gobierno federal podría decretarlas.
Es de mencionar el rol que muchos comentaristas y la prensa han tenido en la representación de estos eventos y que muchos sectores los han calificado de provocativas e incitadoras, quizás dándoles justificación a individuos como Loughner para que tome medidas violentas, tratando de remediarlas y pensando que está actuando justificadamente.
La otra falla del sistema consistió en no haber tomado medidas cuando este individuo mostró numerosos signos de enfermedad mental, habiendo sido retirado de muchas escuelas y colegios.
Los sistemas de salud mental deben referir a estos individuos para que consigan el tratamiento sicológico y los medicamentos necesarios que los mantenga dentro del núcleo social sin que le causen daño a tantas personas inocentes.
[email protected]