Un 25 de abril de 1953 nació, Gustavo Niebles Cabarca, un cantautor, músico y amante al baile canta’o, símbolo del folclor y la identidad del corregimiento de Puerto Patiño, en el Cesar.
Conocido cariñosamente como ‘Tavo’, es un hombre de tez morena, mide un 1,75 metros de estatura y siempre lleva su sombrero representativo, propio de un hombre que impone su esencia cultural donde quiera que vaya.
Gustavo Niebles es campesino, pescador de la zona y un verdadero referente cultural. Se enamoró de los bailes canta’os cuando apenas tenía ocho años. Su madre fue una de las impulsadoras para que ‘Tavo’ encontrara en la música de su gente la inspiración para tantas canciones bonitas que escribe desde el corazón, sin tener mucho conocimiento sobre lírica, ni versos poéticos.
Gustavo Niebles, cantautor y referente cultural
Nunca tuvo la oportunidad de asistir a un colegio, pues desde muy niño, su vida siempre ha estado marcada por el campo,el esfuerzo y la lucha por sostenerse en medio de una vida carente de oportunidades y muchas necesidades.
‘Tavo’ es un compositor de antaño, de esos que se inspiran en las vivencias propias; de los que perciben el mundo de manera poética; de los que relatan lo que se sienten a punto de versos que lanzan al aire; de los que se aprenden sus propias canciones, y las entonan en su labores diarias.
A penas comenzando a entender el mundo, le tocó enfrentar la pérdida de su madre, y lidiar con las cargas de la vida, aprendiendo cómo salir adelante en entornos donde las oportunidades no llegan. Gustavo, a través del arte, del canto y de sus melodías, encontró un refugio en medio del caos, gracias a la música.
“Soy un pescador de línea, un hombre enamorado de los cantos, yo toco tambora, currulao, nunca fui hombre de baile de kzta a mí lo que me ha gustado toda la vida es el baile cantado, y mi ciénaga Doña María, de mi corregimiento Puerto Patiño”, expresó Niebles con orgullo.
Su legado fue reconocido durante la segunda versión del Festival de Tradiciones Vivas de Puerto Patiño, donde exaltaron su ardua labor de querer impartir cultura y folclor en niños y jóvenes para que la tradición no muera sino que se replique de generación en generación.
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