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Columnista - 13 diciembre, 2012

La sinfónica vallenata

Por Rodolfo Quintero Romero Hoy será un día inolvidable en la historia musical de nuestro pueblo. Esta noche, en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, se realizará el primer concierto de la orquesta sinfónica juvenil de cuerdas, Batuta-Valledupar, bajo la dirección del maestro Diego Rivera Galvis; también tendremos oportunidad de disfrutar la actuación del […]

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Por Rodolfo Quintero Romero

Hoy será un día inolvidable en la historia musical de nuestro pueblo. Esta noche, en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, se realizará el primer concierto de la orquesta sinfónica juvenil de cuerdas, Batuta-Valledupar, bajo la dirección del maestro Diego Rivera Galvis; también tendremos oportunidad de disfrutar la actuación del coro y la pre-orquesta sinfónica, dirigidas por Sandra Navarro Rodríguez y Licette Barrios Polo, respectivamente.

En el mismo acto se firmará el Convenio Marco de Asociación, entre la Alcaldía de Valledupar y la Fundación Batuta, cuyo objeto es el fortalecimiento del sistema de orquestas sinfónicas juveniles de Valledupar. De esta manera el Municipio se compromete a apoyar financieramente la formación coral y la educación musical necesaria para dominar los instrumentos sinfónicos.

El trabajo de Batuta se remonta al 2002, pero es desde mediados del 2011 cuando entra en una etapa más dinámica y ambiciosa con miras a desarrollar un amplio movimiento sinfónico que impacte en forma significativa la escasa actividad cultural de Valledupar.

En abril del pasado año nos acercamos con Josefina Castro Daza a la oficina, en Bogotá, del maestro Juan Antonio Cuellar, director de la Fundación Batuta, para plantearle la idea de organizar una orquesta sinfónica en nuestra ciudad. A pesar de que íbamos llenos de optimismo a solicitar su apoyo, nunca imaginamos que su reacción fuera tan positiva y entusiasta.

En junio de ese año hicimos la primera reunión en la sede de la Fundación Pentagrama, liderada por las señoras María Elena y Elisa Castro Palmera y Berta Henríquez. Desde el principio, la idea fue incorporar el mayor número de organizaciones locales. Por ello, convocamos a todas las instituciones interesadas y a las escuelas de enseñanza de música pero, por diferentes razones, solo mantienen su colaboración la Fundación Carboandes, la Alianza Francesa, la Casa de la Cultura, y los colegios Santafé, Hispanoamericano, Windsor, Milciades Cantillo y La Esperanza.

Esta noche veremos el resultado de un trabajo colectivo en dónde todos hemos puesto nuestro grano de arena, pero la mayor responsabilidad ha recaído en el extraordinario equipo de Batuta; también en los padres de familia, rectores y profesores y, por encima de todos, en  las niñas y niños que con disciplina y pasión asistieron a los ensayos y hoy brindarán sus magníficas  interpretaciones en su concierto inaugural.

El carácter histórico de este evento es innegable. Nuestra música se enriquecerá con los aportes renovadores de estas jóvenes promesas. El vallenato muy pronto se expresará en un lenguaje musical universal y consolidará su difusión por todo el mundo.

Su influencia se sentirá no solo en el aspecto propiamente artístico sino también en el social por su impacto positivo en la reducción de los niveles de violencia intrafamiliar, delincuencia juvenil, drogadicción y alcoholismo. La educación musical, dada la disciplina y concentración que exige su práctica, fortalece las capacidades académicas y la autoestima de la juventud que la cultiva.

Nuestro movimiento sinfónico puede y debe tener un carácter masivo. Contamos con la metodología y capacidad técnica de Batuta y con el probado talento musical de nuestro pueblo. Solo se requiere el apoyo financiero del sector privado, de la Gobernación y alcaldías para que miles de niños y jóvenes se integren a este proceso.Tenemos un gran potencial artístico que por primera vez tendría la oportunidad de expresarse más allá de los límites impuestos por la caja, la guacharaca y el acordeón.
Twitter: @rodoquinteromer

Columnista
13 diciembre, 2012

La sinfónica vallenata

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Rodolfo Quintero Romero

Por Rodolfo Quintero Romero Hoy será un día inolvidable en la historia musical de nuestro pueblo. Esta noche, en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, se realizará el primer concierto de la orquesta sinfónica juvenil de cuerdas, Batuta-Valledupar, bajo la dirección del maestro Diego Rivera Galvis; también tendremos oportunidad de disfrutar la actuación del […]


Por Rodolfo Quintero Romero

Hoy será un día inolvidable en la historia musical de nuestro pueblo. Esta noche, en la Catedral de Nuestra Señora del Rosario, se realizará el primer concierto de la orquesta sinfónica juvenil de cuerdas, Batuta-Valledupar, bajo la dirección del maestro Diego Rivera Galvis; también tendremos oportunidad de disfrutar la actuación del coro y la pre-orquesta sinfónica, dirigidas por Sandra Navarro Rodríguez y Licette Barrios Polo, respectivamente.

En el mismo acto se firmará el Convenio Marco de Asociación, entre la Alcaldía de Valledupar y la Fundación Batuta, cuyo objeto es el fortalecimiento del sistema de orquestas sinfónicas juveniles de Valledupar. De esta manera el Municipio se compromete a apoyar financieramente la formación coral y la educación musical necesaria para dominar los instrumentos sinfónicos.

El trabajo de Batuta se remonta al 2002, pero es desde mediados del 2011 cuando entra en una etapa más dinámica y ambiciosa con miras a desarrollar un amplio movimiento sinfónico que impacte en forma significativa la escasa actividad cultural de Valledupar.

En abril del pasado año nos acercamos con Josefina Castro Daza a la oficina, en Bogotá, del maestro Juan Antonio Cuellar, director de la Fundación Batuta, para plantearle la idea de organizar una orquesta sinfónica en nuestra ciudad. A pesar de que íbamos llenos de optimismo a solicitar su apoyo, nunca imaginamos que su reacción fuera tan positiva y entusiasta.

En junio de ese año hicimos la primera reunión en la sede de la Fundación Pentagrama, liderada por las señoras María Elena y Elisa Castro Palmera y Berta Henríquez. Desde el principio, la idea fue incorporar el mayor número de organizaciones locales. Por ello, convocamos a todas las instituciones interesadas y a las escuelas de enseñanza de música pero, por diferentes razones, solo mantienen su colaboración la Fundación Carboandes, la Alianza Francesa, la Casa de la Cultura, y los colegios Santafé, Hispanoamericano, Windsor, Milciades Cantillo y La Esperanza.

Esta noche veremos el resultado de un trabajo colectivo en dónde todos hemos puesto nuestro grano de arena, pero la mayor responsabilidad ha recaído en el extraordinario equipo de Batuta; también en los padres de familia, rectores y profesores y, por encima de todos, en  las niñas y niños que con disciplina y pasión asistieron a los ensayos y hoy brindarán sus magníficas  interpretaciones en su concierto inaugural.

El carácter histórico de este evento es innegable. Nuestra música se enriquecerá con los aportes renovadores de estas jóvenes promesas. El vallenato muy pronto se expresará en un lenguaje musical universal y consolidará su difusión por todo el mundo.

Su influencia se sentirá no solo en el aspecto propiamente artístico sino también en el social por su impacto positivo en la reducción de los niveles de violencia intrafamiliar, delincuencia juvenil, drogadicción y alcoholismo. La educación musical, dada la disciplina y concentración que exige su práctica, fortalece las capacidades académicas y la autoestima de la juventud que la cultiva.

Nuestro movimiento sinfónico puede y debe tener un carácter masivo. Contamos con la metodología y capacidad técnica de Batuta y con el probado talento musical de nuestro pueblo. Solo se requiere el apoyo financiero del sector privado, de la Gobernación y alcaldías para que miles de niños y jóvenes se integren a este proceso.Tenemos un gran potencial artístico que por primera vez tendría la oportunidad de expresarse más allá de los límites impuestos por la caja, la guacharaca y el acordeón.
Twitter: @rodoquinteromer