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General - 25 noviembre, 2013

La ‘sicología del plato’, para comer bien

Un estudio plantea que “la sicología del plato” suele funcionar si una persona que come más de lo normal, luego pretende castigarse privándose de ciertos alimentos que le gustan.

Los investigadores de la Universidad de Chicago sostienen que es  posible comer sano y rico al mismo tiempo.
Los investigadores de la Universidad de Chicago sostienen que es posible comer sano y rico al mismo tiempo.
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En muchas ocasiones la gente  come más de lo que necesita su cuerpo y, cuando caen en cuenta de esto, muchos se restringen de ciertos alimentos porque creen que conseguirán equilibrar el organismo nuevamente.  De la misma manera pasa  cuando alguien se propone hacer ejercicio con frecuencia, pero olvida hacerlo un día y al siguiente abusa de la actividad física.

Este tipo de personas, por lo general obsesivas de tener un cuerpo en forma, creen que actúan bien porque con sacrificarse compensarán la falta que cometieron, pero en realidad, están equivocados.

El estudio

La Universidad de Chicago publicó una investigación sobre los hábitos de consumo y ejercicio y, entre los resultados, destaca la importancia de practicar actividad física 30 minutos diarios, 5 veces a la semana. Si no lo logra, no se martirice, retome esa práctica al mismo ritmo de antes.

Lo mismo pasa con la alimentación. Debe quedar claro que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas y, por eso, los investigadores estadounidenses concuerdan en que es válido darse esos lujos, siempre y cuando no sea la regla, sino la excepción.

Los investigadores de la Universidad, sostienen que es posible comer sano y rico al mismo tiempo, y que lo esencial es realizar actividad física de forma regular y mantener una alimentación balanceada.
 
Cómo lograr el equilibrio

Expertos en nutrición señalan  que comer, siempre va ligado a los sentimientos, por lo que se debe aprender a vivir con ellos. Si usted es aficionado a algún alimento y lleva tiempo de no disfrutarlo, dese la oportunidad; véalo como una forma de consentirse por algún esfuerzo. Su cuerpo se lo agradecerá.

Al día siguiente,  siga su vida normal y no continúe con el mismo alimento que tanto le fascina,  sino que programe una fecha para probarlo de nuevo. Cuando llegue ese día, aplique la “psicología del plato”, que  consiste en servirse la comida en plato pequeño, así lo verá lleno y quedará satisfecho. Lo contrario ocurre cuando se sirve la porción en platos grandes que quedan vacíos en su mayor parte. Eso lo que provocará es que quiera más porciones porque “visualmente” usted siente que le dieron menos.

El Ejercicio

Cuando una persona que hace ejercicio de manera habitual, deja de hacerlo por un día, lo que no debería hacer es intentar sumar el ejercicio de dos días en uno solo.

La misión de sumar cargas en un solo día,  logrará generarle al cuerpo agotamiento. Si acostumbra salir a caminar o ir al gimnasio y un día se siente cansado, descanse. Al día siguiente vaya y haga una jornada normal, no una doble.

Según la investigación, lo que se debe evitar es hacer más ejercicio de lo que acostumbra,  porque esa será una señal al cuerpo de que hay peligro. Así se queman menos calorías y más bien se guardan para poder seguir “operando”.

 

General
25 noviembre, 2013

La ‘sicología del plato’, para comer bien

Un estudio plantea que “la sicología del plato” suele funcionar si una persona que come más de lo normal, luego pretende castigarse privándose de ciertos alimentos que le gustan.


Los investigadores de la Universidad de Chicago sostienen que es  posible comer sano y rico al mismo tiempo.
Los investigadores de la Universidad de Chicago sostienen que es posible comer sano y rico al mismo tiempo.
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En muchas ocasiones la gente  come más de lo que necesita su cuerpo y, cuando caen en cuenta de esto, muchos se restringen de ciertos alimentos porque creen que conseguirán equilibrar el organismo nuevamente.  De la misma manera pasa  cuando alguien se propone hacer ejercicio con frecuencia, pero olvida hacerlo un día y al siguiente abusa de la actividad física.

Este tipo de personas, por lo general obsesivas de tener un cuerpo en forma, creen que actúan bien porque con sacrificarse compensarán la falta que cometieron, pero en realidad, están equivocados.

El estudio

La Universidad de Chicago publicó una investigación sobre los hábitos de consumo y ejercicio y, entre los resultados, destaca la importancia de practicar actividad física 30 minutos diarios, 5 veces a la semana. Si no lo logra, no se martirice, retome esa práctica al mismo ritmo de antes.

Lo mismo pasa con la alimentación. Debe quedar claro que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas y, por eso, los investigadores estadounidenses concuerdan en que es válido darse esos lujos, siempre y cuando no sea la regla, sino la excepción.

Los investigadores de la Universidad, sostienen que es posible comer sano y rico al mismo tiempo, y que lo esencial es realizar actividad física de forma regular y mantener una alimentación balanceada.
 
Cómo lograr el equilibrio

Expertos en nutrición señalan  que comer, siempre va ligado a los sentimientos, por lo que se debe aprender a vivir con ellos. Si usted es aficionado a algún alimento y lleva tiempo de no disfrutarlo, dese la oportunidad; véalo como una forma de consentirse por algún esfuerzo. Su cuerpo se lo agradecerá.

Al día siguiente,  siga su vida normal y no continúe con el mismo alimento que tanto le fascina,  sino que programe una fecha para probarlo de nuevo. Cuando llegue ese día, aplique la “psicología del plato”, que  consiste en servirse la comida en plato pequeño, así lo verá lleno y quedará satisfecho. Lo contrario ocurre cuando se sirve la porción en platos grandes que quedan vacíos en su mayor parte. Eso lo que provocará es que quiera más porciones porque “visualmente” usted siente que le dieron menos.

El Ejercicio

Cuando una persona que hace ejercicio de manera habitual, deja de hacerlo por un día, lo que no debería hacer es intentar sumar el ejercicio de dos días en uno solo.

La misión de sumar cargas en un solo día,  logrará generarle al cuerpo agotamiento. Si acostumbra salir a caminar o ir al gimnasio y un día se siente cansado, descanse. Al día siguiente vaya y haga una jornada normal, no una doble.

Según la investigación, lo que se debe evitar es hacer más ejercicio de lo que acostumbra,  porque esa será una señal al cuerpo de que hay peligro. Así se queman menos calorías y más bien se guardan para poder seguir “operando”.