Increíble que se le permita a las Farc participar en política, pero más increíble aún que estos a su vez desperdicien semejante oportunidad, lanzando a un guerrillero raso a candidato a la presidencia, así sea su comandante y jefe y líder natural, este señor se ha mostrado más como un mercenario y terrorista que un […]
Increíble que se le permita a las Farc participar en política, pero más increíble aún que estos a su vez desperdicien semejante oportunidad, lanzando a un guerrillero raso a candidato a la presidencia, así sea su comandante y jefe y líder natural, este señor se ha mostrado más como un mercenario y terrorista que un ideólogo, inaudito que tanto él como el resto del grupo tomaran esta absurda decisión, obviamente su soberbia sumada a la relevancia que un gobierno sumiso les ha dado, los llevó a cometer este garrafal error, pues en su historial tiene un sinnúmero de muertos y crímenes de lesa humanidad, que son muy difíciles de olvidar y perdonar.
¿Sera que las Farc están tan seguros de poder obtener una significativa votación, gastándose varios miles de millones de su “caja menor”, que les importa un bledo lanzar a quien sea, independientemente de su pésima imagen? ¿O esto es un sofisma de distracción, una cortina de humo para un maquiavélico plan B? ¡Dios quiera que no! Si bien Santos se propuso conseguir a toda costa la tan anhelada paz (la cual he apoyado y seguiré apoyando), esto mismo ocasionó que se colaran una gran cantidad de fallas gravísimas dentro del proceso, lo raro del asunto es que cada dia más, dichos errores se prestan para darnos a entender que fueron deliberadamente permitidos o negociados y previamente acordados extraoficialmente. Lo cierto es que dicha metida de pata como decimos vulgarmente, facilitará a los colombianos de bien, vencer en las urnas al candidato del mal, ellos debieron lanzar a un civil de izquierda o alguien de su agrupación que no tuviera una hoja de vida escrita con sangre, con una imagen menos desfavorable que la de Timochenko, es más un candidato que tenga un alias.
Es cierto que para Colombia y para las mismas Farc, una salida negociada, era el único camino hacia la paz, es decir, resulta obvio que la guerrilla no se desmovilizaba sino se le permitían todos estos beneficios que están obteniendo, pero a mi parecer y en medio de mi “ingenuidad”; las Farc debieron ser justos, tener al menos un poquito de sensatez, y al menos tratar de mostrar un verdadero arrepentimiento por tanto sufrimiento que le han ocasionado a una nación, que son cosas de la guerra dirán ellos, pero lo razonable hubiese sido por lo menos comenzar una campaña para resarcir en una mínima cuantía, por así decirlo, el dolor y sufrimiento al pueblo que ellos decían defender y por quienes supuestamente ellos luchaban, porque a todas luces son muchos más los pobres que han sido víctimas del conflicto que la clase oligarca contra la cual ellos luchaban, son más los campesinos que los latifundistas, más los obreros que los empresarios, más los civiles afectados y muertos que los miembros de las fuerzas armadas, quienes a su vez en su mayoría, por no decir en su totalidad, son personas de extracción humildes las Farc, definitivamente se le fueron las luces.
Sin duda no hay la más mínima muestra de arrepentimiento, y todo indica que ellos vieron en la política una manera de seguir delinquiendo, una opción provechosa y de alta rentabilidad, un negocio lucrativo que una manera democrática y pacífica de dejar las armas (las cuales aún no han estregado todas). Yo me pregunto, si ellos siendo en realidad los verdaderos grandes capos de la droga, negocio que genera exorbitantes sumas de dinero, son capaces de dejar de lucrarse de esa turbia actividad ilícita y cambiarla por una menos lucrativa, a mí no me vengan con ese cuento, pues ellos no dan puntada sin dedal, Dios se apiade de nosotros.
Por Julio Mario Celedón
@juliomceledon y en Instagram @julielfudi
Increíble que se le permita a las Farc participar en política, pero más increíble aún que estos a su vez desperdicien semejante oportunidad, lanzando a un guerrillero raso a candidato a la presidencia, así sea su comandante y jefe y líder natural, este señor se ha mostrado más como un mercenario y terrorista que un […]
Increíble que se le permita a las Farc participar en política, pero más increíble aún que estos a su vez desperdicien semejante oportunidad, lanzando a un guerrillero raso a candidato a la presidencia, así sea su comandante y jefe y líder natural, este señor se ha mostrado más como un mercenario y terrorista que un ideólogo, inaudito que tanto él como el resto del grupo tomaran esta absurda decisión, obviamente su soberbia sumada a la relevancia que un gobierno sumiso les ha dado, los llevó a cometer este garrafal error, pues en su historial tiene un sinnúmero de muertos y crímenes de lesa humanidad, que son muy difíciles de olvidar y perdonar.
¿Sera que las Farc están tan seguros de poder obtener una significativa votación, gastándose varios miles de millones de su “caja menor”, que les importa un bledo lanzar a quien sea, independientemente de su pésima imagen? ¿O esto es un sofisma de distracción, una cortina de humo para un maquiavélico plan B? ¡Dios quiera que no! Si bien Santos se propuso conseguir a toda costa la tan anhelada paz (la cual he apoyado y seguiré apoyando), esto mismo ocasionó que se colaran una gran cantidad de fallas gravísimas dentro del proceso, lo raro del asunto es que cada dia más, dichos errores se prestan para darnos a entender que fueron deliberadamente permitidos o negociados y previamente acordados extraoficialmente. Lo cierto es que dicha metida de pata como decimos vulgarmente, facilitará a los colombianos de bien, vencer en las urnas al candidato del mal, ellos debieron lanzar a un civil de izquierda o alguien de su agrupación que no tuviera una hoja de vida escrita con sangre, con una imagen menos desfavorable que la de Timochenko, es más un candidato que tenga un alias.
Es cierto que para Colombia y para las mismas Farc, una salida negociada, era el único camino hacia la paz, es decir, resulta obvio que la guerrilla no se desmovilizaba sino se le permitían todos estos beneficios que están obteniendo, pero a mi parecer y en medio de mi “ingenuidad”; las Farc debieron ser justos, tener al menos un poquito de sensatez, y al menos tratar de mostrar un verdadero arrepentimiento por tanto sufrimiento que le han ocasionado a una nación, que son cosas de la guerra dirán ellos, pero lo razonable hubiese sido por lo menos comenzar una campaña para resarcir en una mínima cuantía, por así decirlo, el dolor y sufrimiento al pueblo que ellos decían defender y por quienes supuestamente ellos luchaban, porque a todas luces son muchos más los pobres que han sido víctimas del conflicto que la clase oligarca contra la cual ellos luchaban, son más los campesinos que los latifundistas, más los obreros que los empresarios, más los civiles afectados y muertos que los miembros de las fuerzas armadas, quienes a su vez en su mayoría, por no decir en su totalidad, son personas de extracción humildes las Farc, definitivamente se le fueron las luces.
Sin duda no hay la más mínima muestra de arrepentimiento, y todo indica que ellos vieron en la política una manera de seguir delinquiendo, una opción provechosa y de alta rentabilidad, un negocio lucrativo que una manera democrática y pacífica de dejar las armas (las cuales aún no han estregado todas). Yo me pregunto, si ellos siendo en realidad los verdaderos grandes capos de la droga, negocio que genera exorbitantes sumas de dinero, son capaces de dejar de lucrarse de esa turbia actividad ilícita y cambiarla por una menos lucrativa, a mí no me vengan con ese cuento, pues ellos no dan puntada sin dedal, Dios se apiade de nosotros.
Por Julio Mario Celedón
@juliomceledon y en Instagram @julielfudi