Según un reciente comunicado de prensa, la Contraloría General de la República revela que la no terminación de la Ruta del Sol – Tramo 2, le cuesta a los colombianos una cifra que oscila entre 568 mil y 808 mil millones de pesos anuales. Es decir, para el órgano de control fiscal, sería este el […]
Según un reciente comunicado de prensa, la Contraloría General de la República revela que la no terminación de la Ruta del Sol – Tramo 2, le cuesta a los colombianos una cifra que oscila entre 568 mil y 808 mil millones de pesos anuales. Es decir, para el órgano de control fiscal, sería este el impacto negativo que representa para el país cada año que pase sin que se termine el referido tramo de una ruta que es sinónimo de frustración.
Señala el comunicado que para la Contraloría: “La primera cifra ($568.018 millones) resulta de analizar el efecto en el crecimiento económico (PIB), equivalente a $1.556 millones de pesos por día, a partir de la evaluación de la relación costo – beneficio, la estimación de la inversión y el avance de la obra.
Y la segunda ($808.500 millones), es la estimación del beneficio anual que pierde el país en las operaciones de comercio exterior (que serían $2.215 millones de pesos diarios).”
Pero si las Implicaciones económicas para el país son significativas y las razones para la no terminación de las obras de infraestructura del proyecto vial, son vergonzosas; para el departamento del Cesar, sus municipios y ciudadanía en general en términos de atraso, además son frustrantes. Frustración en términos de desarrollo y por la imposibilidad de ver materializada una obra civil, que en vez de satisfacción ha generado decepción y desilusión.
Se entiende que la Contraloría realiza una aproximación macro de los beneficios que deja de percibir la sociedad colombiana por cada año de demora en la terminación del tramo 2 de la Ruta del Sol. Pero quienes somos cesarenses entendemos que en los municipios de nuestro territorio, por cuya jurisdicción pasa la ruta, el tramo vial es como la vida misma y da razón a la existencia de más de uno de ellos como entidad territorial.
A La cuantificación del impacto macroeconómico, habría que sumarle el frustrante trato de ciudadanos de tercera que la Nación está dando a los ciudadanos de los municipios del Cesar, con una obra inconclusa.
Que avance el proyecto del tramo 2 de la Ruta del Sol, porque si algo genera frustración es la suspensión de las obras, una ruta que para el Cesar lo es todo y cuyo retraso es frustrante. Y es que en los seres humanos cuando un deseo o una necesidad, no se llega a satisfacer o a cumplir se produce frustración. Pero mayor frustración genera cuando vemos la burla y frente a la misma nos quedamos mudos.
Es por lo anterior, que unos dirigentes que se consideren serios, están obligados a exigirle a un nuevo presidente cumplir con lo prioritario.
Según un reciente comunicado de prensa, la Contraloría General de la República revela que la no terminación de la Ruta del Sol – Tramo 2, le cuesta a los colombianos una cifra que oscila entre 568 mil y 808 mil millones de pesos anuales. Es decir, para el órgano de control fiscal, sería este el […]
Según un reciente comunicado de prensa, la Contraloría General de la República revela que la no terminación de la Ruta del Sol – Tramo 2, le cuesta a los colombianos una cifra que oscila entre 568 mil y 808 mil millones de pesos anuales. Es decir, para el órgano de control fiscal, sería este el impacto negativo que representa para el país cada año que pase sin que se termine el referido tramo de una ruta que es sinónimo de frustración.
Señala el comunicado que para la Contraloría: “La primera cifra ($568.018 millones) resulta de analizar el efecto en el crecimiento económico (PIB), equivalente a $1.556 millones de pesos por día, a partir de la evaluación de la relación costo – beneficio, la estimación de la inversión y el avance de la obra.
Y la segunda ($808.500 millones), es la estimación del beneficio anual que pierde el país en las operaciones de comercio exterior (que serían $2.215 millones de pesos diarios).”
Pero si las Implicaciones económicas para el país son significativas y las razones para la no terminación de las obras de infraestructura del proyecto vial, son vergonzosas; para el departamento del Cesar, sus municipios y ciudadanía en general en términos de atraso, además son frustrantes. Frustración en términos de desarrollo y por la imposibilidad de ver materializada una obra civil, que en vez de satisfacción ha generado decepción y desilusión.
Se entiende que la Contraloría realiza una aproximación macro de los beneficios que deja de percibir la sociedad colombiana por cada año de demora en la terminación del tramo 2 de la Ruta del Sol. Pero quienes somos cesarenses entendemos que en los municipios de nuestro territorio, por cuya jurisdicción pasa la ruta, el tramo vial es como la vida misma y da razón a la existencia de más de uno de ellos como entidad territorial.
A La cuantificación del impacto macroeconómico, habría que sumarle el frustrante trato de ciudadanos de tercera que la Nación está dando a los ciudadanos de los municipios del Cesar, con una obra inconclusa.
Que avance el proyecto del tramo 2 de la Ruta del Sol, porque si algo genera frustración es la suspensión de las obras, una ruta que para el Cesar lo es todo y cuyo retraso es frustrante. Y es que en los seres humanos cuando un deseo o una necesidad, no se llega a satisfacer o a cumplir se produce frustración. Pero mayor frustración genera cuando vemos la burla y frente a la misma nos quedamos mudos.
Es por lo anterior, que unos dirigentes que se consideren serios, están obligados a exigirle a un nuevo presidente cumplir con lo prioritario.