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Columnista - 7 marzo, 2012

La revolución cultural en los EE.UU.

Por: Basilio Padilla El fenómeno del presidente Obama, después de haber llegado a la presidencia con las promesas de una unificación racial, política y social, no ha surtido los efectos esperados y – por el contrario-, hoy en día se ha suscitado una lucha de clases que últimamente se ha extendido a las libertades religiosas, […]

Por: Basilio Padilla

El fenómeno del presidente Obama, después de haber llegado a la presidencia con las promesas de una unificación racial, política y social, no ha surtido los efectos esperados y – por el contrario-, hoy en día se ha suscitado una lucha de clases que últimamente se ha extendido a las libertades religiosas, teniendo en cuenta que en este país, se encuentran todas las sectas y grupos religiosos del mundo.
En su afán de crear una clase inmensa de personas que ayuden su esfuerzo de reelección, el presidente ha suscitado una lucha de clases entre ricos, pobres y clase media. Esta política se ha iniciado con sus repetidos intentos de incrementar los impuestos a una porción de la población (5%), que gana más de un millón de dólares anuales. Este segmento tiene una gran incidencia en la creación de empleos en el país, ya que lo forman una gran mayoría de pequeños y grandes empresarios. Incluidos en este grupo se encuentran las compañías de finanzas y ejecutivos de Wall Street y otros quehistóricamente han hecho de este país, una de las economías más poderosas del mundo.
El centro de esta controversia es el hecho de que 48% de la población recibe alguna forma de ayuda pública. Es decir estas son personas que en su mayoría no trabajan y reciben estampillas de alimentos así como también el programa de ayuda pública que implica una tarjeta de salud y una suma económica dependiendo del número de hijos que tengan.
La crítica del sector empresarial es que en primer lugar estos programas incrementan el déficit y la deuda nacional que para el año 2012 ha alcanzado 15.502 trillones de dólares y en segundo lugar se crea un vacío para estas personas que pierden el interés en buscar trabajo. Los estudios han demostrado que, en efecto, cuando el paquete de beneficios públicos que reciben algunas de estas personas es superior a lo que recibirían si estuvieran trabajando, pierden todo el interés de buscar empleo de alguna forma.
Para complicar las cosas, el presidente Obama ha desafiado algunos grupos religiosos, específicamente católicos, cuando por orden federal se propone incluir y obligar a todas las entidades que venden seguros de salud, sean o no administradas por entidades religiosas, a que le ofrezcan a las mujeres medios anticonceptivos gratuitamente. En efecto la reacción de  cardinales y obispos de la iglesia católica ha sido contundente, hasta el punto de mencionar acciones legales para mantener las libertades religiosas que siempre se han garantizado en la constitución.

El gobierno ha hecho uso de una estudiante de la universidad George Washington, para enfatizar que las pastillas anticonceptivas deben ser distribuidas gratuitamente a todas las mujeres que lo deseen, a lo cual los otros sectores alegan que ellos no quieren que los impuestos que pagan se utilicen para este tipo de actividad y los que quieran hacerlo que busquen otros medios para ello, sin utilizar fondos públicos. Exacerbando esta controversia, son los grupos conservadores que han sido el establecimiento de la sociedad americana y los nuevos grupos liberales que han encontrado varios sistemas de apoyo con las nuevas tecnologías de comunicación y ricos benefactores como George Soros y Michael Moore.
Las cosas pueden tomar un vuelco total en Noviembre de este año, cuando se celebran las elecciones presidenciales en este país. Todo indica que Mitt Romney ex gobernador del estado de Massachusetts, multimillonario, empresario, sea el candidato republicano que enfrentaría al presidente Barack Obama. Si el partido republicano toma las riendas  del gobierno, ellos han prometido disminuir el déficit, crear más empleo y aumentar el presupuesto militar del gobierno. Obama continuaría los programas sociales, que favorecen al sector humilde del país y trataría de estabilizar por medios pacíficos la tensa situación en el medio Oriente.

Columnista
7 marzo, 2012

La revolución cultural en los EE.UU.

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Basilio Padilla

Por: Basilio Padilla El fenómeno del presidente Obama, después de haber llegado a la presidencia con las promesas de una unificación racial, política y social, no ha surtido los efectos esperados y – por el contrario-, hoy en día se ha suscitado una lucha de clases que últimamente se ha extendido a las libertades religiosas, […]


Por: Basilio Padilla

El fenómeno del presidente Obama, después de haber llegado a la presidencia con las promesas de una unificación racial, política y social, no ha surtido los efectos esperados y – por el contrario-, hoy en día se ha suscitado una lucha de clases que últimamente se ha extendido a las libertades religiosas, teniendo en cuenta que en este país, se encuentran todas las sectas y grupos religiosos del mundo.
En su afán de crear una clase inmensa de personas que ayuden su esfuerzo de reelección, el presidente ha suscitado una lucha de clases entre ricos, pobres y clase media. Esta política se ha iniciado con sus repetidos intentos de incrementar los impuestos a una porción de la población (5%), que gana más de un millón de dólares anuales. Este segmento tiene una gran incidencia en la creación de empleos en el país, ya que lo forman una gran mayoría de pequeños y grandes empresarios. Incluidos en este grupo se encuentran las compañías de finanzas y ejecutivos de Wall Street y otros quehistóricamente han hecho de este país, una de las economías más poderosas del mundo.
El centro de esta controversia es el hecho de que 48% de la población recibe alguna forma de ayuda pública. Es decir estas son personas que en su mayoría no trabajan y reciben estampillas de alimentos así como también el programa de ayuda pública que implica una tarjeta de salud y una suma económica dependiendo del número de hijos que tengan.
La crítica del sector empresarial es que en primer lugar estos programas incrementan el déficit y la deuda nacional que para el año 2012 ha alcanzado 15.502 trillones de dólares y en segundo lugar se crea un vacío para estas personas que pierden el interés en buscar trabajo. Los estudios han demostrado que, en efecto, cuando el paquete de beneficios públicos que reciben algunas de estas personas es superior a lo que recibirían si estuvieran trabajando, pierden todo el interés de buscar empleo de alguna forma.
Para complicar las cosas, el presidente Obama ha desafiado algunos grupos religiosos, específicamente católicos, cuando por orden federal se propone incluir y obligar a todas las entidades que venden seguros de salud, sean o no administradas por entidades religiosas, a que le ofrezcan a las mujeres medios anticonceptivos gratuitamente. En efecto la reacción de  cardinales y obispos de la iglesia católica ha sido contundente, hasta el punto de mencionar acciones legales para mantener las libertades religiosas que siempre se han garantizado en la constitución.

El gobierno ha hecho uso de una estudiante de la universidad George Washington, para enfatizar que las pastillas anticonceptivas deben ser distribuidas gratuitamente a todas las mujeres que lo deseen, a lo cual los otros sectores alegan que ellos no quieren que los impuestos que pagan se utilicen para este tipo de actividad y los que quieran hacerlo que busquen otros medios para ello, sin utilizar fondos públicos. Exacerbando esta controversia, son los grupos conservadores que han sido el establecimiento de la sociedad americana y los nuevos grupos liberales que han encontrado varios sistemas de apoyo con las nuevas tecnologías de comunicación y ricos benefactores como George Soros y Michael Moore.
Las cosas pueden tomar un vuelco total en Noviembre de este año, cuando se celebran las elecciones presidenciales en este país. Todo indica que Mitt Romney ex gobernador del estado de Massachusetts, multimillonario, empresario, sea el candidato republicano que enfrentaría al presidente Barack Obama. Si el partido republicano toma las riendas  del gobierno, ellos han prometido disminuir el déficit, crear más empleo y aumentar el presupuesto militar del gobierno. Obama continuaría los programas sociales, que favorecen al sector humilde del país y trataría de estabilizar por medios pacíficos la tensa situación en el medio Oriente.