De tiempo atrás se viene hablando de la pérdida de los valores éticos y morales, y los altos niveles de corrupción que imperan en la Colombia de hoy. El caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, como candidato del Partido Liberal propuso la restauración moral del país, pero balas asesinas segaron su vida, hace setenta años, frustrándose […]
De tiempo atrás se viene hablando de la pérdida de los valores éticos y morales, y los altos niveles de corrupción que imperan en la Colombia de hoy. El caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, como candidato del Partido Liberal propuso la restauración moral del país, pero balas asesinas segaron su vida, hace setenta años, frustrándose para el país la posibilidad de un proceso de cambio estructural y moral. Hace casi tres décadas, fue inmolado en Soacha (Cundinamarca), Luis Carlos Galán Sarmiento, ínclito dirigente del partido liberal, que tuvo el coraje de declararle la guerra al narcotráfico, identificándolo como el principal enemigo de la vida institucional del país, no obstante el mismo narcotráfico se encargó de acallar su voz, y su legado político. Surge entonces un dirigente conservador, con ideas suprapartidistas, que con su agudo pensamiento y punzante pluma, propuso salir del estado de cosas imperante, para lograr un acuerdo sobre lo fundamental. Balas asesinas apagaron la existencia del abogado y economista Álvaro Gómez Hurtado un aciago 2 de noviembre hace 22 años. Tres magnicidios de verdaderos adalides políticos, que ofrendaron sus vidas, en procura de un mismo ideal, la restauración moral de Colombia.
El próximo domingo 27 de mayo, se llevará a cabo la elección presidencial, y es bueno que antes de ejercer el derecho al voto, pensemos en la inaplazable necesidad de la restauración moral de nuestra nación. No podemos seguir cohonestando con los actos de corrupción, con la compra descarada de conciencias, con la depredación del medio ambiente, con el desempleo, con el abandono del agro, con la salud convertida en mercancía, y tantas situaciones de injusticia social. Es hora de rendirle con nuestro voto, un sentido homenaje a la memoria de Gaitán, Galán y Gómez Hurtado. Es hora de pensar en un país donde todos quepamos, y donde todos podamos acceder a una educación de calidad para nuestros hijos, sin tener que pagar las astronómicas sumas dinerarias que exigen las universidades privadas. Hay que apostarle a la educación, es el camino para lograr salir de la crisis, pues un pueblo ignorante sucumbe con facilidad a las tentaciones que ofrece quienes detentan el poder. Lo que está en juego es el futuro de Colombia, y de nosotros depende que no se desvanezca la esperanza. No nos dejemos llevar por miedos infundados, pues la realidad de hoy, nos guste o no, muestra que somos el tercer país más desigual sobre la faz de la tierra. ¡Eso tiene que cambiar! [email protected]
De tiempo atrás se viene hablando de la pérdida de los valores éticos y morales, y los altos niveles de corrupción que imperan en la Colombia de hoy. El caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, como candidato del Partido Liberal propuso la restauración moral del país, pero balas asesinas segaron su vida, hace setenta años, frustrándose […]
De tiempo atrás se viene hablando de la pérdida de los valores éticos y morales, y los altos niveles de corrupción que imperan en la Colombia de hoy. El caudillo liberal Jorge Eliécer Gaitán, como candidato del Partido Liberal propuso la restauración moral del país, pero balas asesinas segaron su vida, hace setenta años, frustrándose para el país la posibilidad de un proceso de cambio estructural y moral. Hace casi tres décadas, fue inmolado en Soacha (Cundinamarca), Luis Carlos Galán Sarmiento, ínclito dirigente del partido liberal, que tuvo el coraje de declararle la guerra al narcotráfico, identificándolo como el principal enemigo de la vida institucional del país, no obstante el mismo narcotráfico se encargó de acallar su voz, y su legado político. Surge entonces un dirigente conservador, con ideas suprapartidistas, que con su agudo pensamiento y punzante pluma, propuso salir del estado de cosas imperante, para lograr un acuerdo sobre lo fundamental. Balas asesinas apagaron la existencia del abogado y economista Álvaro Gómez Hurtado un aciago 2 de noviembre hace 22 años. Tres magnicidios de verdaderos adalides políticos, que ofrendaron sus vidas, en procura de un mismo ideal, la restauración moral de Colombia.
El próximo domingo 27 de mayo, se llevará a cabo la elección presidencial, y es bueno que antes de ejercer el derecho al voto, pensemos en la inaplazable necesidad de la restauración moral de nuestra nación. No podemos seguir cohonestando con los actos de corrupción, con la compra descarada de conciencias, con la depredación del medio ambiente, con el desempleo, con el abandono del agro, con la salud convertida en mercancía, y tantas situaciones de injusticia social. Es hora de rendirle con nuestro voto, un sentido homenaje a la memoria de Gaitán, Galán y Gómez Hurtado. Es hora de pensar en un país donde todos quepamos, y donde todos podamos acceder a una educación de calidad para nuestros hijos, sin tener que pagar las astronómicas sumas dinerarias que exigen las universidades privadas. Hay que apostarle a la educación, es el camino para lograr salir de la crisis, pues un pueblo ignorante sucumbe con facilidad a las tentaciones que ofrece quienes detentan el poder. Lo que está en juego es el futuro de Colombia, y de nosotros depende que no se desvanezca la esperanza. No nos dejemos llevar por miedos infundados, pues la realidad de hoy, nos guste o no, muestra que somos el tercer país más desigual sobre la faz de la tierra. ¡Eso tiene que cambiar! [email protected]