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Columnista - 6 mayo, 2010

La rentabilidad ecológica y rentabilidad social

MEDIO AMBIENTE Por: Hernán Maestre Martínez Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí  y Cesar. Una buena explicación para entender bien este tema, se da a través del siguiente cuento: Un señor que se encontraba pasando vacaciones en una finca se desplaza a un pueblo cercano  y llega […]

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MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí  y Cesar.
Una buena explicación para entender bien este tema, se da a través del siguiente cuento:
Un señor que se encontraba pasando vacaciones en una finca se desplaza a un pueblo cercano  y llega a una pequeña tienda y le dice a la dueña, señora hágame el favor y me vende diez barras de chocolate, la señora le responde, le vendo dos, cómo que dos?, le dice sorprendido el cliente; si ahí en el estante veo que tiene las diez que le estoy pidiendo, la dueña le dice, que si le vendo todas me desurto, ¿cómo así que me desurto? Pregunta todavía más sorprendido el cliente, pues que me quedo sin surtido. Que se me acaba el chocolate para los demás clientes.
El señor regresa a la finca con las únicas dos barras de chocolate que le quiso vender la señora de la tienda, al llegar comenta: que vieja tan bruta, cuando habría podido hacer la gran venta de la semana y hace la siguiente exclamación: ¡con razón no progresan¡ Es que a la comadre no le interesaba hacer la gran venta, le dice la señora del mayordomo que lo estaba escuchando. “porque usted hoy le compra todo el chocolate que tiene y entonces ella le queda mal a los vecinos con los que tiene tratos. Usted se va la próxima semana, pero ellos se quedan”.  El señor le dice, pero la señora ha podido vender de contado en un rato, lo que normalmente se demora en vender en una semana… y al fiao insiste el señor, todavía muy molesto. ¿ Es que no entienden lo que son los costos de oportunidad, la rentabilidad de un negocio?.
Mire doctor, vuelve y dice la mayordoma. “Es que la tienda de la comadre ha durado, porque a ella no le interesa tanto ganarse rápido la plata, sino prestar bien el servicio.  ¿No ve que aquí todos somos compadres o estamos emparentados? Si ella nos queda mal, después no le compramos”.
Si miramos el concepto de rentabilidad, muy ligado al de eficiencia, con lentes distintos a los de la mera ganancia económica, nos encontramos con nuevos conceptos, como rentabilidad ecológica y rentabilidad social.  En el fondo, estos conceptos no deberían ser distintos del concepto de rentabilidad económica ( o del de eficiencia económica), sino que deben entenderse, más bien, como la rentabilidad económica (o como la eficiencia económica) pero teniendo en cuenta todos los factores ambientales y sociales que normalmente han sido dejados de lado.
Una actividad que no sea ecológica ni socialmente rentable, tampoco será económicamente rentable en el mediano o en el largo plazo, porque agota los recursos sobre los cuales se basa, o pierde la confianza de la comunidad.

NOTA MUY INTERESANTE:

Investigadores de la Universidad de Princeton han descubierto algo aterrador.  Durante varios meses estuvieron alimentando a dos grupos de ratones, un grupo con comida guardada en una nevera y al otro con comida guardada en una nevera, pero con varios imanes decorativos pegados en su puerta.  El objeto del estudio era ver cómo afectaban las radiaciones electromagnéticas de los imanes en los alimentos.
Sorprendentemente y tras rigurosos estudios clínicos, constataron que el grupo de ratones que consumieron la comida irradiada por los imanes tenían un 87% más de probabilidades de contraer cáncer que el del otro grupo.
Los imanes adheridos a cualquier aparato (electrodoméstico) conectado a la corriente eléctrica aumenta el consumo de gasto eléctrico de dicho aparato, por aumentar la fuerza electromagnética del campo eléctrico de dicho aparato.
Casi todos tenemos algún imán en la nevera como elemento decorativo, sin que hasta ahora se sospechara que fueran perjudiciales. Pero son letales. Si tiene algún imán pegado en tu nevera quítelo rápidamente y póngalo lejos de cualquier alimento.

Columnista
6 mayo, 2010

La rentabilidad ecológica y rentabilidad social

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Hernán Maestre Martínez

MEDIO AMBIENTE Por: Hernán Maestre Martínez Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí  y Cesar. Una buena explicación para entender bien este tema, se da a través del siguiente cuento: Un señor que se encontraba pasando vacaciones en una finca se desplaza a un pueblo cercano  y llega […]


MEDIO AMBIENTE

Por: Hernán Maestre Martínez

Valledupar, Ciudad Ecológica de Colombia.  Recuperemos y conservemos las cuencas de los ríos Guatapurí  y Cesar.
Una buena explicación para entender bien este tema, se da a través del siguiente cuento:
Un señor que se encontraba pasando vacaciones en una finca se desplaza a un pueblo cercano  y llega a una pequeña tienda y le dice a la dueña, señora hágame el favor y me vende diez barras de chocolate, la señora le responde, le vendo dos, cómo que dos?, le dice sorprendido el cliente; si ahí en el estante veo que tiene las diez que le estoy pidiendo, la dueña le dice, que si le vendo todas me desurto, ¿cómo así que me desurto? Pregunta todavía más sorprendido el cliente, pues que me quedo sin surtido. Que se me acaba el chocolate para los demás clientes.
El señor regresa a la finca con las únicas dos barras de chocolate que le quiso vender la señora de la tienda, al llegar comenta: que vieja tan bruta, cuando habría podido hacer la gran venta de la semana y hace la siguiente exclamación: ¡con razón no progresan¡ Es que a la comadre no le interesaba hacer la gran venta, le dice la señora del mayordomo que lo estaba escuchando. “porque usted hoy le compra todo el chocolate que tiene y entonces ella le queda mal a los vecinos con los que tiene tratos. Usted se va la próxima semana, pero ellos se quedan”.  El señor le dice, pero la señora ha podido vender de contado en un rato, lo que normalmente se demora en vender en una semana… y al fiao insiste el señor, todavía muy molesto. ¿ Es que no entienden lo que son los costos de oportunidad, la rentabilidad de un negocio?.
Mire doctor, vuelve y dice la mayordoma. “Es que la tienda de la comadre ha durado, porque a ella no le interesa tanto ganarse rápido la plata, sino prestar bien el servicio.  ¿No ve que aquí todos somos compadres o estamos emparentados? Si ella nos queda mal, después no le compramos”.
Si miramos el concepto de rentabilidad, muy ligado al de eficiencia, con lentes distintos a los de la mera ganancia económica, nos encontramos con nuevos conceptos, como rentabilidad ecológica y rentabilidad social.  En el fondo, estos conceptos no deberían ser distintos del concepto de rentabilidad económica ( o del de eficiencia económica), sino que deben entenderse, más bien, como la rentabilidad económica (o como la eficiencia económica) pero teniendo en cuenta todos los factores ambientales y sociales que normalmente han sido dejados de lado.
Una actividad que no sea ecológica ni socialmente rentable, tampoco será económicamente rentable en el mediano o en el largo plazo, porque agota los recursos sobre los cuales se basa, o pierde la confianza de la comunidad.

NOTA MUY INTERESANTE:

Investigadores de la Universidad de Princeton han descubierto algo aterrador.  Durante varios meses estuvieron alimentando a dos grupos de ratones, un grupo con comida guardada en una nevera y al otro con comida guardada en una nevera, pero con varios imanes decorativos pegados en su puerta.  El objeto del estudio era ver cómo afectaban las radiaciones electromagnéticas de los imanes en los alimentos.
Sorprendentemente y tras rigurosos estudios clínicos, constataron que el grupo de ratones que consumieron la comida irradiada por los imanes tenían un 87% más de probabilidades de contraer cáncer que el del otro grupo.
Los imanes adheridos a cualquier aparato (electrodoméstico) conectado a la corriente eléctrica aumenta el consumo de gasto eléctrico de dicho aparato, por aumentar la fuerza electromagnética del campo eléctrico de dicho aparato.
Casi todos tenemos algún imán en la nevera como elemento decorativo, sin que hasta ahora se sospechara que fueran perjudiciales. Pero son letales. Si tiene algún imán pegado en tu nevera quítelo rápidamente y póngalo lejos de cualquier alimento.