Por: Gonzalo Arzuza

He venido escuchando desde hace varios días la posibilidad de impulsar mediante el voto ciudadano la institucionalidad Caribe, que no es más que el derecho a ser Región Caribe. Esta posibilidad, reconocida en la Constitución de 1991, en sus artículos 306 y 307, pero que a través de los años, diecinueve, ha quedado en letra muerta y ni nuestros representantes ante el poder nacional y mucho menos los de otras latitudes, se han dado a la tarea de dictar las normas que reglamenten o habiliten el derecho constitucional que tiene  el Caribe de integrarse, al igual que otras Regiones del país, proyectos que han sido presentados diecisiete veces y todos han fracasado.
Cabe recordar que este ha sido una labor titánica del gobernador del Atlántico, Eduardo Verano de la Rosa, que desde su participación en la Asamblea Nacional Constituyente, impulso el tema de las regiones, siempre procurando la conformación de la Región Caribe, que era y es su propósito loable, y que ahora retoma desde su posición como gobernador.
Además del  gobernador Verano, también en nuestra tierra el Doctor Aníbal Martínez Zuleta, ha impulsado la conformación de la región integrada por los departamentos carboníferos y portuarios del Cesar, La Guajira y Magdalena, con el fin de organizarlos para un progreso y desarrollo económico y social sostenible y perdurable, no sólo por el componente Carbón, sino siempre buscando la identidad cultural que nos une.
Incluso, desde esta columna hemos impulsado la creación de un corredor multimodal y carbonífero, que es la unión de los departamentos del Cesar, La Guajira y Santander, todo buscando el tan añorado desarrollo sostenible en esta región del país, también basado en la formación de Regiones que permite la Carta del 91.
Leyendo el documento “Región Caribe a las Urnas”, que fue suscrito el 10 de octubre de 2009, y que se proclamo ese día como  “El Día de la Región Caribe”, el cual tiene apartes importantes y, de las reflexiones hechas por los Gobernadores de los Departamentos del Caribe; además, por un número importante de Senadores y Representantes, vale la pena rescatar lo siguiente:
“La Región es una necesidad inaplazable para superar situaciones como la de una participación de apenas 15.5 por ciento del PIB nacional frente a una población de 21.3 por ciento o el 47 porciento de la población que aun padece Necesidades básicas Insatisfechas, no obstante los inmensos recursos humanos, energéticos, agropecuarios, turísticos y pesqueros que poseemos”.
“Padecemos de pobreza y miseria concentrada en ciudades y campos de nuestro territorio, desempleo y bajos salarios; una progresiva destrucción de la clase media; el caos y desorden urbanístico; la insuficiencia de grandes proyectos de impacto regional; una débil red vial, y área fluvial; una escasa participación en la distribución de los recursos que la nación recauda proveniente de la explotación de los recursos naturales renovables y no renovables  que están en nuestros patios; la penetración de intereses internacionales, sin responsabilidad suficiente y sin conciencia social; debilitamiento de la educación publica y la salud; una débil administración de justicia  y decisiones que desde el poder central marcan una escasa participación de nuestros profesionales”
Construir una Región Caribe como entidad territorial de derecho público, desde ningún punto de vista se asemeja a alguna intensión separatista, esta buscará la unidad Nacional, pero, fundamentada en fortalecer la justicia social y los derechos, deberes y libertades  de las gentes del Caribe Colombiano.
Para que esta realidad, que fue creada hace diecinueve años, sea posible hoy, necesita de la participación de todos los habitantes de la Región Caribe en las urnas este 14 de Marzo, ya que el Consejo Nacional Electoral aprobó la realización de dicha consulta.
Después, nuestra clase dirigente tendrá que hacer ingentes esfuerzos para sacar adelante la iniciativa constitucional refrendada por el pueblo Caribe.
Coletilla:
¿Qué ha pasado con el Santo Ecce Homo, que se va ha instalar en un cerro en el norte de la ciudad, ya hace tres años que se contrataron las obras y no se han terminado?. El Santo de más de 15 metros de altura anda rodando de finca en finca.  El Alcalde Luis Fabián Fernández esta preocupado y la Concesión de Amoblamiento urbano no da razón de nada. ¿Qué pasa con esta concesión?.