La implementación de un convenio de cooperación con Corpocesar permitirá recuperar condiciones ambientales favorables para la vida de las especies ictiológicas y mejorar características del cuerpo de agua.
“En el centro del Cesar sufrimos mucho el conflicto, vivimos el desplazamiento forzado y la desaparición. Santa Isabel fue una población que se desplazó en un 95 %; la gran mayoría de veredas quedaron solas y en el corregimiento a penas 15 casas ocupadas, especialmente con personas ancianas que resistieron el peso violento”. Así narra José Noel Barahona García, representante del proceso de sujeto de reparación colectiva del corregimiento de Santa Isabel, en el municipio de Curumaní, donde la violencia causó estragos y la intervención ambiental hoy es una herramienta para resarcir el mayor sustento para la población, su ciénaga.
Hoy esta población es una de las ocho del departamento del Cesar reconocidas como sujetos de reparación colectiva, proceso liderado por la Unidad para las Víctimas que busca una compensación integral frente al daño ocasionado por la violación a derechos colectivos, impacto colectivo por la violación de derechos individuales y violación grave y manifiesta de los derechos individuales de los miembros del colectivo. Otras son Guacoche, Santa Cecilia y Minas de Hiracal.
“Somos una población retornada y esperamos que los gobiernos de turno, además de las otras entidades encargadas del tema de reparación, sigan dando la lucha. Santa Isabel se compone de una comunidad campesina”, destaca Barahona García, líder de unas 1.500 habitantes del pueblo.
Después de superar la violencia y resurgir en medio del conflicto colombiano, los líderes del corregimiento ubicado a 20 kilómetros al norte de la cabecera municipal de Curumaní, en la carretera que de Valledupar conduce a Bucaramanga, buscan rescatar la ciénaga que entregó el mayor fruto a la economía local, pero que actualmente tiene inconvenientes ambientales a nivel hídrico y vegetal.
Partiendo de la idea en uno de los puntos de la reparación colectiva, José Noel Barahona García explicó que la recuperación del cuerpo de agua “daría mucho porque la ciénaga de Santa Isabel fue la mitad del potencial de la economía local. La recuperación es muy importante y sería algo que lo agradeceríamos toda la vida como habitantes y más las generaciones venideras porque nosotros le seguiríamos contando la historia y lo que ha sido la ciénaga para nosotros y lo que será en el momento que se recupere”, indicó en diálogo con EL PILÓN.
La población y la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, buscan que la ciénaga Santa Isabel sea también sujeto de reparación colectiva y en ella se ejecuten recursos y proyectos que puedan llegar a recuperarla.
Por esa razón, el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, el presidente de la Junta de Acción Comunal, Jifeher Aldemar Villegas y el representante de las víctimas, José Noel Barahona, socializaron las obras del convenio suscrito entre la autoridad ambiental del Cesar y la Junta de Acción Comunal de dicho corregimiento para la limpieza de este ecosistema.
“Este convenio permitirá avanzar hacia la recuperación de este humedal que es muy significativo, no solo para esas más de 250 familias que habitan en este lugar si no para el departamento. La ciénaga Santa Isabel no se puede dejar morir, hay seguir trabajando por ella”, argumentó Kaleb Villalobos, agregando que con la puesta en marcha de esta iniciativa, “en los habitantes de Santa Isabel debe renacer la luz de rescatar este importante ecosistema para garantizar la sostenibilidad y la seguridad alimentaria de este importante territorio”.
El convenio de cooperación permitirá recuperar las condiciones ambientales favorables para la vida de las especies ictiológicas y mejorar las características del cuerpo de agua, recuperación de las cotas de inundación, aumentar la oferta del recurso pesquero que genere fuente de trabajo mejorando la situación económica y social de la comunidad de pescadores de zona del área de influencia.
Este complejo cenagoso no es ajeno a los inconvenientes causados por la falta de agua en el departamento, donde sus habitantes denuncian que tiene diversos inconvenientes como la pérdida de agua debido a que el cauce del río Simití, que la surtía, ahora es el alimentador de cultivos de arroz y palmas en la zona. Al igual, la sedimentación acabó con la pesca, que era otra forma de subsistencia de sus pobladores.
Con la intervención de Corpocesar se recuperarán más de 300 metros hoy tapados por tarulla y maleza.
Jifeher Aldemar Villegas, presidente de la Junta de Acción Comunal, sostuvo que el convenio consiste en hacer un despeje del espejo de agua y sus alrededores.
“Hoy tenemos un avance y podemos notarlo. La ciénaga tiene el inconveniente que grandes palmicultores o arroceros en su época nos desviaron el río, hoy quedó nula de agua y sin peces del río”, denunció Villegas.
El líder comunitario sostiene que pequeños caños llevan algo de agua desde Aguas Frías en cerro Azul, en el píe de monte de la cordillera del Perijá.
“La ciénaga perdió su capacidad en un 60 %, los peces que encontramos hoy son sembrados por nosotros mismos o entidades que nos ayudan. El conflicto armado ocasionó que nos saliéramos del pueblo y al regresar la encontramos tapada, sin agua, porque una de las causas para desviar el río fue la violencia porque no había quien peleara y la ciénaga quedó huérfana”, afirmó Jifeher Aldemar Villegas.
De igual manera resaltó el interés de las autoridades ambientales por recuperar la ciénaga, y dijo: “se ha notado el compromiso de Corpocesar, tienen todo el interés y el empeño por sacar la ciénaga Santa Isabel y el caudal de río Anime adelante, nos hemos sentido apoyados.
Necesitamos el dragado de la ciénaga, la canalización del río y nuevamente las entradas del agua para que la bañen”.
Kaleb Villalobos ratificó su compromiso y especialmente tramitar recursos con el fin de recuperar este ecosistema. “Estamos comprometidos y seguimos a nivel nacional gestionando el proyecto para el encauzamiento del río Anime y alcanzar la reparación definitiva de la ciénaga Santa Isabel”. Destacó el apoyo del Ministerio de Ambiente que tendrá en sus manos el proyecto que fue retirado en el Ocad Caribe para este pueda ser financiado con recursos del Fondo Nacional Ambiental.
Finalmente, Kaleb Villalobos, Jifeher Aldemar Villegas, José Noel Barahona y algunos pobladores realizaron recientemente un recorrido por la ciénaga Santa Isabel con el acompañamiento del equipo técnico de la corporación para hacerle el seguimiento a los avances del convenio suscrito y adelantaron una jornada de siembra de árboles.
Con este convenio implementado por Corpocesar, la entidad pretende aunar esfuerzos institucionales, comunitarios, económicos y sociales para recuperación ambiental de la ciénaga Santa Isabel, a través de la extracción de material vegetal acuático tipo firmal de manera manual. La inversión es de $110.663.252, obras ejecutadas por la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Santa Isabel. La firma se dio el 10 de noviembre de 2017 y el plazo de ejecución tiene un término de tres meses.
La ciénaga Santa Isabel está ubicada en el píe de monte de la cordillera del Perijá, ocupa un área de 2.0 kilómetros cuadrados, aproximadamente 200 hectáreas y alberga un volumen de por lo menos 4.0 millones de metros cúbicos de agua, con un perímetro de 2.500 metros.
Aunque Corpocesar lideró el proyecto ambiental en el Ocad Caribe, realizado en octubre en Barranquilla, la alcaldía local lo retiró cuando iba a ser financiado mediante recursos del Sistema General de Regalías.
Recuperar y devolverle vida a este espejo de agua que hoy tiene gran parte sedimentada, cuesta alrededor de $30.000 millones, inversión con la que se pretende rehabilitar con obras el cauce de la corriente del río Anime en los municipios de Chiriguaná y Curumaní, lo que permitiría la recuperación de la ciénaga Santa Isabel. El proyecto pretende intervenir 9.9 kilómetros en el cauce del río Anime y la ciénaga Santa Isabel, incluye obras de limpieza; manual y dragado, además de construcción de muros y compuertas del canal de alimentación de la ciénaga.
Cabe recordar que fue el exgobernador Cristian Moreno quien pensó convertirla en un complejo turístico, pero no pudo, luego vino el alcalde Henry Chacón que alcanzó a realizar diseños solamente y dejarlos en maquetas.
En 2008, el exalcalde de Curumaní Alaín Cárcamo, de la mano de la Gobernación del Cesar, intentó realizar un proyecto ecoturístico con la ciénaga basando la idea recuperarla y convertirla en un mirador turístico, que incluyera club de pesca y canotaje, pero nada de eso se cumplió.
La Unidad para las Víctimas indica que la comunidad de Santa Isabel está conformada por 10 veredas, con una población superior a 1.000 personas las cuales se dedican a la actividad agropecuaria, en especial a los cultivos de arroz, sorgo, plátano y maíz, lo cual genera la mayor parte de los empleos e ingresos de la población. Cultivos tradicionales como la yuca, fríjol, cacao, aguacate, plátano, café y hortalizas se desarrollan por parte de campesinos minifundistas y son la base alimentaria de los habitantes de la misma comunidad.
Los hechos victimizantes se remontan a 1985 y 1993, cuando se dieron hechos perpetrados por la guerrilla. En 1999, el 8 de enero, un grupo guerrillero asesinó a 11 personas en el pueblo, hecho que marcó la huida de casi todos sus habitantes.
En el 2005, identificados como paramilitares del bloque norte de las AUC incursionó sometiendo a la población a actos de sevicia y tortura antes de asesinarlos y desaparecerlos. Se presentó desplazamiento, extorsión, minas antipersona, despojo de tierras y ruptura de estructuras organizativas.
Actualmente en Colombia hay registradas, al 1 de diciembre, 8.604.210 víctimas por el conflicto armado, de ellas, el Cesar reporta 382.912, establecidas de la siguiente manera: víctimas conflicto armado, 376.597; víctimas sentencias, 6.315; víctimas sujetos de atención, 310.134; víctimas directas de desaparición forzada,
homicidio, fallecidas y no activos para la atención, 66.463; víctimas sujetos de atención, 4.971; víctimas directas de desaparición forzada, homicidio, fallecidas y
no activos para la atención, 1.344.
La Ley 1448 de 2011 y los decretos Ley 4633, 4634 y 4635 de 2011, específicos para las comunidades y pueblos étnicos, han establecido, en el marco de un proceso de justicia transicional, un conjunto de medidas administrativas individuales y colectivas en beneficio de las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario ocurridas en el marco del conflicto armado interno. Estas medidas posibilitan el goce efectivo de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y garantías de no repetición, reconociendo su condición de víctimas y dignificándolas a través de la materialización de sus derechos constitucionales, lo cual da origen al Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC). Su implementación busca la reparación integral de sujetos colectivos afectados por el conflicto armado, dando alcance a las medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición e indemnización en los componentes social, político y económico.
Por Carlos Mario Jiménez
[email protected]
La implementación de un convenio de cooperación con Corpocesar permitirá recuperar condiciones ambientales favorables para la vida de las especies ictiológicas y mejorar características del cuerpo de agua.
“En el centro del Cesar sufrimos mucho el conflicto, vivimos el desplazamiento forzado y la desaparición. Santa Isabel fue una población que se desplazó en un 95 %; la gran mayoría de veredas quedaron solas y en el corregimiento a penas 15 casas ocupadas, especialmente con personas ancianas que resistieron el peso violento”. Así narra José Noel Barahona García, representante del proceso de sujeto de reparación colectiva del corregimiento de Santa Isabel, en el municipio de Curumaní, donde la violencia causó estragos y la intervención ambiental hoy es una herramienta para resarcir el mayor sustento para la población, su ciénaga.
Hoy esta población es una de las ocho del departamento del Cesar reconocidas como sujetos de reparación colectiva, proceso liderado por la Unidad para las Víctimas que busca una compensación integral frente al daño ocasionado por la violación a derechos colectivos, impacto colectivo por la violación de derechos individuales y violación grave y manifiesta de los derechos individuales de los miembros del colectivo. Otras son Guacoche, Santa Cecilia y Minas de Hiracal.
“Somos una población retornada y esperamos que los gobiernos de turno, además de las otras entidades encargadas del tema de reparación, sigan dando la lucha. Santa Isabel se compone de una comunidad campesina”, destaca Barahona García, líder de unas 1.500 habitantes del pueblo.
Después de superar la violencia y resurgir en medio del conflicto colombiano, los líderes del corregimiento ubicado a 20 kilómetros al norte de la cabecera municipal de Curumaní, en la carretera que de Valledupar conduce a Bucaramanga, buscan rescatar la ciénaga que entregó el mayor fruto a la economía local, pero que actualmente tiene inconvenientes ambientales a nivel hídrico y vegetal.
Partiendo de la idea en uno de los puntos de la reparación colectiva, José Noel Barahona García explicó que la recuperación del cuerpo de agua “daría mucho porque la ciénaga de Santa Isabel fue la mitad del potencial de la economía local. La recuperación es muy importante y sería algo que lo agradeceríamos toda la vida como habitantes y más las generaciones venideras porque nosotros le seguiríamos contando la historia y lo que ha sido la ciénaga para nosotros y lo que será en el momento que se recupere”, indicó en diálogo con EL PILÓN.
La población y la Corporación Autónoma Regional del Cesar, Corpocesar, buscan que la ciénaga Santa Isabel sea también sujeto de reparación colectiva y en ella se ejecuten recursos y proyectos que puedan llegar a recuperarla.
Por esa razón, el director de Corpocesar, Kaleb Villalobos Brochel, el presidente de la Junta de Acción Comunal, Jifeher Aldemar Villegas y el representante de las víctimas, José Noel Barahona, socializaron las obras del convenio suscrito entre la autoridad ambiental del Cesar y la Junta de Acción Comunal de dicho corregimiento para la limpieza de este ecosistema.
“Este convenio permitirá avanzar hacia la recuperación de este humedal que es muy significativo, no solo para esas más de 250 familias que habitan en este lugar si no para el departamento. La ciénaga Santa Isabel no se puede dejar morir, hay seguir trabajando por ella”, argumentó Kaleb Villalobos, agregando que con la puesta en marcha de esta iniciativa, “en los habitantes de Santa Isabel debe renacer la luz de rescatar este importante ecosistema para garantizar la sostenibilidad y la seguridad alimentaria de este importante territorio”.
El convenio de cooperación permitirá recuperar las condiciones ambientales favorables para la vida de las especies ictiológicas y mejorar las características del cuerpo de agua, recuperación de las cotas de inundación, aumentar la oferta del recurso pesquero que genere fuente de trabajo mejorando la situación económica y social de la comunidad de pescadores de zona del área de influencia.
Este complejo cenagoso no es ajeno a los inconvenientes causados por la falta de agua en el departamento, donde sus habitantes denuncian que tiene diversos inconvenientes como la pérdida de agua debido a que el cauce del río Simití, que la surtía, ahora es el alimentador de cultivos de arroz y palmas en la zona. Al igual, la sedimentación acabó con la pesca, que era otra forma de subsistencia de sus pobladores.
Con la intervención de Corpocesar se recuperarán más de 300 metros hoy tapados por tarulla y maleza.
Jifeher Aldemar Villegas, presidente de la Junta de Acción Comunal, sostuvo que el convenio consiste en hacer un despeje del espejo de agua y sus alrededores.
“Hoy tenemos un avance y podemos notarlo. La ciénaga tiene el inconveniente que grandes palmicultores o arroceros en su época nos desviaron el río, hoy quedó nula de agua y sin peces del río”, denunció Villegas.
El líder comunitario sostiene que pequeños caños llevan algo de agua desde Aguas Frías en cerro Azul, en el píe de monte de la cordillera del Perijá.
“La ciénaga perdió su capacidad en un 60 %, los peces que encontramos hoy son sembrados por nosotros mismos o entidades que nos ayudan. El conflicto armado ocasionó que nos saliéramos del pueblo y al regresar la encontramos tapada, sin agua, porque una de las causas para desviar el río fue la violencia porque no había quien peleara y la ciénaga quedó huérfana”, afirmó Jifeher Aldemar Villegas.
De igual manera resaltó el interés de las autoridades ambientales por recuperar la ciénaga, y dijo: “se ha notado el compromiso de Corpocesar, tienen todo el interés y el empeño por sacar la ciénaga Santa Isabel y el caudal de río Anime adelante, nos hemos sentido apoyados.
Necesitamos el dragado de la ciénaga, la canalización del río y nuevamente las entradas del agua para que la bañen”.
Kaleb Villalobos ratificó su compromiso y especialmente tramitar recursos con el fin de recuperar este ecosistema. “Estamos comprometidos y seguimos a nivel nacional gestionando el proyecto para el encauzamiento del río Anime y alcanzar la reparación definitiva de la ciénaga Santa Isabel”. Destacó el apoyo del Ministerio de Ambiente que tendrá en sus manos el proyecto que fue retirado en el Ocad Caribe para este pueda ser financiado con recursos del Fondo Nacional Ambiental.
Finalmente, Kaleb Villalobos, Jifeher Aldemar Villegas, José Noel Barahona y algunos pobladores realizaron recientemente un recorrido por la ciénaga Santa Isabel con el acompañamiento del equipo técnico de la corporación para hacerle el seguimiento a los avances del convenio suscrito y adelantaron una jornada de siembra de árboles.
Con este convenio implementado por Corpocesar, la entidad pretende aunar esfuerzos institucionales, comunitarios, económicos y sociales para recuperación ambiental de la ciénaga Santa Isabel, a través de la extracción de material vegetal acuático tipo firmal de manera manual. La inversión es de $110.663.252, obras ejecutadas por la Junta de Acción Comunal del corregimiento de Santa Isabel. La firma se dio el 10 de noviembre de 2017 y el plazo de ejecución tiene un término de tres meses.
La ciénaga Santa Isabel está ubicada en el píe de monte de la cordillera del Perijá, ocupa un área de 2.0 kilómetros cuadrados, aproximadamente 200 hectáreas y alberga un volumen de por lo menos 4.0 millones de metros cúbicos de agua, con un perímetro de 2.500 metros.
Aunque Corpocesar lideró el proyecto ambiental en el Ocad Caribe, realizado en octubre en Barranquilla, la alcaldía local lo retiró cuando iba a ser financiado mediante recursos del Sistema General de Regalías.
Recuperar y devolverle vida a este espejo de agua que hoy tiene gran parte sedimentada, cuesta alrededor de $30.000 millones, inversión con la que se pretende rehabilitar con obras el cauce de la corriente del río Anime en los municipios de Chiriguaná y Curumaní, lo que permitiría la recuperación de la ciénaga Santa Isabel. El proyecto pretende intervenir 9.9 kilómetros en el cauce del río Anime y la ciénaga Santa Isabel, incluye obras de limpieza; manual y dragado, además de construcción de muros y compuertas del canal de alimentación de la ciénaga.
Cabe recordar que fue el exgobernador Cristian Moreno quien pensó convertirla en un complejo turístico, pero no pudo, luego vino el alcalde Henry Chacón que alcanzó a realizar diseños solamente y dejarlos en maquetas.
En 2008, el exalcalde de Curumaní Alaín Cárcamo, de la mano de la Gobernación del Cesar, intentó realizar un proyecto ecoturístico con la ciénaga basando la idea recuperarla y convertirla en un mirador turístico, que incluyera club de pesca y canotaje, pero nada de eso se cumplió.
La Unidad para las Víctimas indica que la comunidad de Santa Isabel está conformada por 10 veredas, con una población superior a 1.000 personas las cuales se dedican a la actividad agropecuaria, en especial a los cultivos de arroz, sorgo, plátano y maíz, lo cual genera la mayor parte de los empleos e ingresos de la población. Cultivos tradicionales como la yuca, fríjol, cacao, aguacate, plátano, café y hortalizas se desarrollan por parte de campesinos minifundistas y son la base alimentaria de los habitantes de la misma comunidad.
Los hechos victimizantes se remontan a 1985 y 1993, cuando se dieron hechos perpetrados por la guerrilla. En 1999, el 8 de enero, un grupo guerrillero asesinó a 11 personas en el pueblo, hecho que marcó la huida de casi todos sus habitantes.
En el 2005, identificados como paramilitares del bloque norte de las AUC incursionó sometiendo a la población a actos de sevicia y tortura antes de asesinarlos y desaparecerlos. Se presentó desplazamiento, extorsión, minas antipersona, despojo de tierras y ruptura de estructuras organizativas.
Actualmente en Colombia hay registradas, al 1 de diciembre, 8.604.210 víctimas por el conflicto armado, de ellas, el Cesar reporta 382.912, establecidas de la siguiente manera: víctimas conflicto armado, 376.597; víctimas sentencias, 6.315; víctimas sujetos de atención, 310.134; víctimas directas de desaparición forzada,
homicidio, fallecidas y no activos para la atención, 66.463; víctimas sujetos de atención, 4.971; víctimas directas de desaparición forzada, homicidio, fallecidas y
no activos para la atención, 1.344.
La Ley 1448 de 2011 y los decretos Ley 4633, 4634 y 4635 de 2011, específicos para las comunidades y pueblos étnicos, han establecido, en el marco de un proceso de justicia transicional, un conjunto de medidas administrativas individuales y colectivas en beneficio de las víctimas de violaciones a los Derechos Humanos e infracciones al Derecho Internacional Humanitario ocurridas en el marco del conflicto armado interno. Estas medidas posibilitan el goce efectivo de los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y garantías de no repetición, reconociendo su condición de víctimas y dignificándolas a través de la materialización de sus derechos constitucionales, lo cual da origen al Plan Integral de Reparación Colectiva (PIRC). Su implementación busca la reparación integral de sujetos colectivos afectados por el conflicto armado, dando alcance a las medidas de restitución, rehabilitación, satisfacción, garantías de no repetición e indemnización en los componentes social, político y económico.
Por Carlos Mario Jiménez
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