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Columnista - 9 mayo, 2010

La propuesta

P E R I S C O P I O Por: Jaime Gnecco Hernandez El domingo pasado dijimos que para seguir las próximas elecciones presidenciales había que alquilar un balcón bien ubicado y mejor protegido pues la situación se había puesto candente. Ni más ni menos. Ahora resulta que el Presidente del glorioso Partido Liberal […]

P E R I S C O P I O
Por: Jaime Gnecco Hernandez

El domingo pasado dijimos que para seguir las próximas elecciones presidenciales había que alquilar un balcón bien ubicado y mejor protegido pues la situación se había puesto candente. Ni más ni menos. Ahora resulta que el Presidente del glorioso Partido Liberal de Colombia, como sabe que en sus manos el Partido no va para ninguna parte ya que no tiene ninguna opción como candidato, ha tenido la peregrina idea de abrir nuestra colectividad para apoyar una de las dos siguiente alternativas: Mockus o Santos.
Esto, como todas las cosas de éste payaso, no pasa de ser una pantomima; en realidad es un salvavidas que quiere ofrecerle a su antiguo amigo y más que todo, al presidente Uribe a quien le hizo la ponencia favorable en el Senado para su reelección y quien ahora está pasando el Niágara en patineta, porque esa propuesta no tiene presentación para los liberales, ya que se nos pone a escoger entre dos opciones muy distintas: una sana, con el respaldo de todo el pueblo que ha sufrido en éstos ocho años y que ya se aburrió de tanta corrupción amparada desde arriba, que es lo que ofrece el señor Santos ya que no presenta otra alternativa y sólo ofrece más de lo mismo que ha brindado Uribe, lo que repite sin cesar pues él no tiene ideas propias acerca de nada pues es un subalterno mental.
Acuérdense que en escrito anterior dijimos que el candidato del Partido Liberal quería entregarle el partido a Uribe, con todos sus mafiosos y mafiositos y  aquí se está demostrando, y como es tan pusilánime y tan falto de carácter, no resolvió de qué manera se haría la adhesión a los otros candidatos, sino que lo dejó al criterio de la bancada liberal para que ellos lo resuelvan. ¿Cómo les parece?.
Nadie cree que los señores congresistas se decidirán por un candidato que no estará pendiente de comprar adeptos y votos con dineros del erario y que además gobernará con la mejor buena voluntad para imponer el orden en  el país sin coartarle la libertad a los ciudadanos. Estamos seguros que en el gobierno de Mockus bajará sensiblemente el índice de corrupción del país, pues habrá instituciones con gentes honestas ad-hoc pendientes de controlar y eliminar éste azote para la comunidad; lo más probable es que los congresistas se decidan por un gobierno relajado y complaciente en el cual apropiarse de los dineros públicos será una cosa natural y esperada por todos; donde ellos cada vez tendrán más canonjías y regalías por los pupitrazos que darán a favor del gobierno, donde seguirán los “agroingresosseguros” en maridaje con los ricos, las chuzadas para los opositores y gente pensante, plan tenebroso y terrorista, en demostración de la enfermedad social que los corroe con tal de seguir en el poder, los falsos positivos tendrán validez para los ascensos y la propaganda oficial, las emergencias sociales para la salud seguirán para apropiarse de los dineros y no prestar el servicio, los trabajadores colombianos seguirán sin la restitución de sus garantías y consecuciones sociales conseguidas durante más de cincuenta años de luchas y cercenadas o eliminadas por el actual gobierno, tendremos el aumento de la pobreza sin redención posible y el escarnio de nuestro país en el concierto internacional se mantendrá estable, y la guerra con Venezuela la tendremos antes de un año; eso es lo que nos espera pues ya el presidente se ha constituido en jefe de debate de su candidato sin reato ninguno de conciencia y si éste triunfa, será la eminencia gris y el poder detrás  del trono. Cuán lejos están estos señores y quienes los patrocinan y respaldan de las ideas y ejecuciones del Maestro Darío Echandía, cuán lejos, Dios mío. Y esto lo va a respaldar el Partido Liberal?
Esto sólo será una componenda entre los que dirigen nuestro partido en éste momento y los que representan al de la “U” para repartirse entre ellos y sólo entre ellos, “la marrana” de los dineros públicos, ahora llamada torta o ponqué. Y para el pueblo? Pues lo de siempre, nada. Esto no lo puede aceptar ni tolerar el Partido Liberal ni el pueblo colombiano pues representa un dañado y punible ayuntamiento entre gente que no tiene la capacidad para decidir por los demás algo de tanta importancia; la Constitución actual acabó con la democracia representativa y hoy la que impera es la participativa y en consecuencia, cada liberal puede escoger su candidato si el de nuestro partido no tiene opción, como ya lo están reconociendo quienes lo dirigen.
Cuando estuvo vigente el Frente Nacional, en las elecciones presidenciales en que los candidatos eran conservadores, los liberales teníamos el derecho y la libertad de escoger el candidato que más nos gustara o complaciera, por qué ahora se le quiere imponer al liberal raso un candidato que de seguro no le gusta ni le complace a la mayoría? Eso es lo que los conservadores llamaron durante mucho tiempo, “disciplina para perros”, que en el liberalismo, nunca tuvo porvenir. Aunque disponemos de muchos canes, “hermanos de los parias”.

Columnista
9 mayo, 2010

La propuesta

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Jaime Gnecco Hernandez

P E R I S C O P I O Por: Jaime Gnecco Hernandez El domingo pasado dijimos que para seguir las próximas elecciones presidenciales había que alquilar un balcón bien ubicado y mejor protegido pues la situación se había puesto candente. Ni más ni menos. Ahora resulta que el Presidente del glorioso Partido Liberal […]


P E R I S C O P I O
Por: Jaime Gnecco Hernandez

El domingo pasado dijimos que para seguir las próximas elecciones presidenciales había que alquilar un balcón bien ubicado y mejor protegido pues la situación se había puesto candente. Ni más ni menos. Ahora resulta que el Presidente del glorioso Partido Liberal de Colombia, como sabe que en sus manos el Partido no va para ninguna parte ya que no tiene ninguna opción como candidato, ha tenido la peregrina idea de abrir nuestra colectividad para apoyar una de las dos siguiente alternativas: Mockus o Santos.
Esto, como todas las cosas de éste payaso, no pasa de ser una pantomima; en realidad es un salvavidas que quiere ofrecerle a su antiguo amigo y más que todo, al presidente Uribe a quien le hizo la ponencia favorable en el Senado para su reelección y quien ahora está pasando el Niágara en patineta, porque esa propuesta no tiene presentación para los liberales, ya que se nos pone a escoger entre dos opciones muy distintas: una sana, con el respaldo de todo el pueblo que ha sufrido en éstos ocho años y que ya se aburrió de tanta corrupción amparada desde arriba, que es lo que ofrece el señor Santos ya que no presenta otra alternativa y sólo ofrece más de lo mismo que ha brindado Uribe, lo que repite sin cesar pues él no tiene ideas propias acerca de nada pues es un subalterno mental.
Acuérdense que en escrito anterior dijimos que el candidato del Partido Liberal quería entregarle el partido a Uribe, con todos sus mafiosos y mafiositos y  aquí se está demostrando, y como es tan pusilánime y tan falto de carácter, no resolvió de qué manera se haría la adhesión a los otros candidatos, sino que lo dejó al criterio de la bancada liberal para que ellos lo resuelvan. ¿Cómo les parece?.
Nadie cree que los señores congresistas se decidirán por un candidato que no estará pendiente de comprar adeptos y votos con dineros del erario y que además gobernará con la mejor buena voluntad para imponer el orden en  el país sin coartarle la libertad a los ciudadanos. Estamos seguros que en el gobierno de Mockus bajará sensiblemente el índice de corrupción del país, pues habrá instituciones con gentes honestas ad-hoc pendientes de controlar y eliminar éste azote para la comunidad; lo más probable es que los congresistas se decidan por un gobierno relajado y complaciente en el cual apropiarse de los dineros públicos será una cosa natural y esperada por todos; donde ellos cada vez tendrán más canonjías y regalías por los pupitrazos que darán a favor del gobierno, donde seguirán los “agroingresosseguros” en maridaje con los ricos, las chuzadas para los opositores y gente pensante, plan tenebroso y terrorista, en demostración de la enfermedad social que los corroe con tal de seguir en el poder, los falsos positivos tendrán validez para los ascensos y la propaganda oficial, las emergencias sociales para la salud seguirán para apropiarse de los dineros y no prestar el servicio, los trabajadores colombianos seguirán sin la restitución de sus garantías y consecuciones sociales conseguidas durante más de cincuenta años de luchas y cercenadas o eliminadas por el actual gobierno, tendremos el aumento de la pobreza sin redención posible y el escarnio de nuestro país en el concierto internacional se mantendrá estable, y la guerra con Venezuela la tendremos antes de un año; eso es lo que nos espera pues ya el presidente se ha constituido en jefe de debate de su candidato sin reato ninguno de conciencia y si éste triunfa, será la eminencia gris y el poder detrás  del trono. Cuán lejos están estos señores y quienes los patrocinan y respaldan de las ideas y ejecuciones del Maestro Darío Echandía, cuán lejos, Dios mío. Y esto lo va a respaldar el Partido Liberal?
Esto sólo será una componenda entre los que dirigen nuestro partido en éste momento y los que representan al de la “U” para repartirse entre ellos y sólo entre ellos, “la marrana” de los dineros públicos, ahora llamada torta o ponqué. Y para el pueblo? Pues lo de siempre, nada. Esto no lo puede aceptar ni tolerar el Partido Liberal ni el pueblo colombiano pues representa un dañado y punible ayuntamiento entre gente que no tiene la capacidad para decidir por los demás algo de tanta importancia; la Constitución actual acabó con la democracia representativa y hoy la que impera es la participativa y en consecuencia, cada liberal puede escoger su candidato si el de nuestro partido no tiene opción, como ya lo están reconociendo quienes lo dirigen.
Cuando estuvo vigente el Frente Nacional, en las elecciones presidenciales en que los candidatos eran conservadores, los liberales teníamos el derecho y la libertad de escoger el candidato que más nos gustara o complaciera, por qué ahora se le quiere imponer al liberal raso un candidato que de seguro no le gusta ni le complace a la mayoría? Eso es lo que los conservadores llamaron durante mucho tiempo, “disciplina para perros”, que en el liberalismo, nunca tuvo porvenir. Aunque disponemos de muchos canes, “hermanos de los parias”.