La noche del miércoles, el presidente Gustavo Petro pidió la renuncia de los ministros de Comercio, Diana Morales; de Tecnologías de la Información, Julián Molina; y de Trabajo, Antonio Sanguino, luego de la derrota del Gobierno en el Senado con la elección de Carlos Camargo como nuevo magistrado de la Corte Constitucional.
La salida de Sanguino representa un golpe político para la Alianza Verde en el Cesar. El exministro tiene fuertes vínculos en el departamento: en 2023 fue candidato a la Gobernación y desde febrero, cuando llegó a la cartera de Trabajo, abrió espacio a profesionales del Cesar en cargos nacionales.
Su presencia en el gabinete era clave para impulsar un candidato de los verdes a la Cámara de Representantes del Cesar en 2026, dentro de la coalición con el Pacto Histórico. Entre los nombres que suenan como posibles aspirantes por esa colectividad están Omar Benjumea, exalcalde de Codazzi, y la exconcejal Iris Almarales, actualmente contratista del Ministerio. La posible salida de Sanguino dejaría a este sector sin una plataforma de poder.
Un partido dividido
La división interna del partido también juega en contra. El concejal de Valledupar por esa colectividad, Jorge Luis Arzuaga, anunció que respaldará al representante conservador Ape Cuello, mientras el diputado Ronalt Castilla apoyará a Kaleth Villalobos, quien aspiraría por la circunscripción de negritudes. Otro sector, más reducido, lo lidera Luis Enrique Morales, excandidato a la Cámara en 2022 y cercano al senador León Fredy Muñoz.
Con estas fracturas y la posible salida de Sanguino, los verdes del Cesar enfrentan un escenario de mayor dispersión de cara a las legislativas de 2026.











