Publicidad
Categorías
Categorías
Columnista - 4 mayo, 2020

La poesía en nuestros compositores

El arte es la expresión estética de la creatividad humana. La   creatividad es volver a crear en ti la vida, con nuevos y originales sentidos. Vivir, en plenitud, es viajar por las diversas estaciones del tiempo donde conviven la luz y la sombra, la alegría y la tristeza, puentes y murallas. El ser humano ama […]

Boton Wpp

El arte es la expresión estética de la creatividad humana. La   creatividad es volver a crear en ti la vida, con nuevos y originales sentidos. Vivir, en plenitud, es viajar por las diversas estaciones del tiempo donde conviven la luz y la sombra, la alegría y la tristeza, puentes y murallas. El ser humano ama la luz (interior y exterior) cuando vivencia la epifanía en los colores, en las imágenes secretas de la música, en el inagotable silencio del pincel y en las reveladoras bondades de la palabra.  

El arte es el camino luminoso que humaniza los sentimientos y despierta el numen creativo. Se ha demostrado científicamente que el estudio de las bellas artes, desde edad temprana, potencia en el ser humano la sensibilidad que lo conduce a desarrollar diversos tipos de inteligencia, asimismo algunas expresiones del alma, y la ética ciudadana.

Comparto algunas acotaciones de estudiosos de la creación poética. El creador o el artista, es voz testimonial de su tiempo. “El tiempo no pasa, el tiempo empieza.  Y así se escribe la historia de la poesía, siempre desde el principio. La poesía se cuenta como un cuento que siempre acaba de empezar. Cuento y canto de nunca acabar es la poesía”. 

La poesía es la lengua materna de la raza humana. Cuando el hombre descubre la voz de su alma, el corazón comienza a cantar. El amor ronda el paisaje onírico o se detiene frente a sus ojos y revela la intimidad del amor y el sentirse amado, o llora por la ausencia de lo perdido, nace entonces la palabra, y “cada palabra posee, en virtud de su altura y su color acústico, un determinado halo afectivo”, como anota el filósofo alemán Johannes Pfeiffer.

La poesía se hace milagro cuando convierte un momento histórico en instante eterno; precisamente porque la historia no es el tiempo, sino una manera de contarlo, sin dejar de contarlo: o de oírlo cantar. “Se canta una viva historia/ contando su melodía”. Al decir esto, Machado intercala la vivacidad de la historia entre el canto y el cuento. La poesía es canto y cuento de vida y de verdad. “No hay canto ni cuento sin encanto. Lo cual equivale a decir, que no hay poesía sin poesía”. 

Los buenos poetas y compositores vencen el síndrome de la inmediatez y dejan madurar el recuerdo para componer una buena poesía o una buena canción. El mexicano Agustín Fernández del Valle, dice: “La metáfora expresa de modo intransferible e irrepetible lo que el poeta quiere decir”. Unos ejemplos de riqueza poética, entre nuestros compositores, es la que ofrenda Tobías Enrique Pumarejo: “Una pena y otra pena son dos penas para mí/ ayer lloraba por verte, hoy lloro porque te vi”. Rafael Escalona: “Solamente me queda el recuerdo de tu voz/ como el ave que canta en la selva y no se ve”. Leandro Diaz: “Ayer tuve una reunión con la pena y el olvido/ después de una discusión, la pena perdió conmigo”. Y Rosendo Romero: “Quiero robarles los minutos a las horas para que mis padres nunca se me pongan viejos”. Adolfo Pacheco: “Mochuelo, pico de maíz y ojos negros brillantinos/ y como mi amor por ti, cuanto más viejo, más fino”. Y Gustavo Gutiérrez: “Más allá de la sombra y de la luz estoy / del rocío que se volvió canción/ más allá siempre estará mi amor”.

Columnista
4 mayo, 2020

La poesía en nuestros compositores

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José Atuesta Mindiola

El arte es la expresión estética de la creatividad humana. La   creatividad es volver a crear en ti la vida, con nuevos y originales sentidos. Vivir, en plenitud, es viajar por las diversas estaciones del tiempo donde conviven la luz y la sombra, la alegría y la tristeza, puentes y murallas. El ser humano ama […]


El arte es la expresión estética de la creatividad humana. La   creatividad es volver a crear en ti la vida, con nuevos y originales sentidos. Vivir, en plenitud, es viajar por las diversas estaciones del tiempo donde conviven la luz y la sombra, la alegría y la tristeza, puentes y murallas. El ser humano ama la luz (interior y exterior) cuando vivencia la epifanía en los colores, en las imágenes secretas de la música, en el inagotable silencio del pincel y en las reveladoras bondades de la palabra.  

El arte es el camino luminoso que humaniza los sentimientos y despierta el numen creativo. Se ha demostrado científicamente que el estudio de las bellas artes, desde edad temprana, potencia en el ser humano la sensibilidad que lo conduce a desarrollar diversos tipos de inteligencia, asimismo algunas expresiones del alma, y la ética ciudadana.

Comparto algunas acotaciones de estudiosos de la creación poética. El creador o el artista, es voz testimonial de su tiempo. “El tiempo no pasa, el tiempo empieza.  Y así se escribe la historia de la poesía, siempre desde el principio. La poesía se cuenta como un cuento que siempre acaba de empezar. Cuento y canto de nunca acabar es la poesía”. 

La poesía es la lengua materna de la raza humana. Cuando el hombre descubre la voz de su alma, el corazón comienza a cantar. El amor ronda el paisaje onírico o se detiene frente a sus ojos y revela la intimidad del amor y el sentirse amado, o llora por la ausencia de lo perdido, nace entonces la palabra, y “cada palabra posee, en virtud de su altura y su color acústico, un determinado halo afectivo”, como anota el filósofo alemán Johannes Pfeiffer.

La poesía se hace milagro cuando convierte un momento histórico en instante eterno; precisamente porque la historia no es el tiempo, sino una manera de contarlo, sin dejar de contarlo: o de oírlo cantar. “Se canta una viva historia/ contando su melodía”. Al decir esto, Machado intercala la vivacidad de la historia entre el canto y el cuento. La poesía es canto y cuento de vida y de verdad. “No hay canto ni cuento sin encanto. Lo cual equivale a decir, que no hay poesía sin poesía”. 

Los buenos poetas y compositores vencen el síndrome de la inmediatez y dejan madurar el recuerdo para componer una buena poesía o una buena canción. El mexicano Agustín Fernández del Valle, dice: “La metáfora expresa de modo intransferible e irrepetible lo que el poeta quiere decir”. Unos ejemplos de riqueza poética, entre nuestros compositores, es la que ofrenda Tobías Enrique Pumarejo: “Una pena y otra pena son dos penas para mí/ ayer lloraba por verte, hoy lloro porque te vi”. Rafael Escalona: “Solamente me queda el recuerdo de tu voz/ como el ave que canta en la selva y no se ve”. Leandro Diaz: “Ayer tuve una reunión con la pena y el olvido/ después de una discusión, la pena perdió conmigo”. Y Rosendo Romero: “Quiero robarles los minutos a las horas para que mis padres nunca se me pongan viejos”. Adolfo Pacheco: “Mochuelo, pico de maíz y ojos negros brillantinos/ y como mi amor por ti, cuanto más viejo, más fino”. Y Gustavo Gutiérrez: “Más allá de la sombra y de la luz estoy / del rocío que se volvió canción/ más allá siempre estará mi amor”.