La Región Caribe actualmente es una de las zonas dentro del territorio que cuenta con campos de gas natural, contribuyendo con el 50 % de la producción nacional, situada en la cuenca de La Guajira, Sucre y Córdoba. Según cifras de la Agencia Nacional de Hidrocarburos, que se encarga de identificar y evaluar el potencial hidrocarburífero del país, ha habido una disminución de la producción de gas, resultado que arroja el balance de los años 2013 y 2014, la obtención de este fluido ha llegado a un pico, es decir un punto máximo de aprovechamiento, hecho que preocupa debido a que las teorías que se aplican en esta fase pronostican un descenso de este recurso hasta su agotamiento.

Hace varios días se conoció la noticia del incremento del gas para la región, una novedad que desconcierta, por lo mencionado anteriormente, acerca del aporte en la producción, respaldada por los datos que emiten las agencias estatales, el aviso de reservas a corto plazo, y no siendo más que una alza abusiva en los costes del servicio, que solo recaerían en los usuarios de la Costa Atlántica, mientras que en el resto del país no habrá aumento alguno, injusta decisión que fue tomada por la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG), que más allá de lo técnico para lo que se creó, hoy fija el precio del gas natural, función que le competía al Ministerio de Minas y Energía.

Esta determinación no es coherente con lo que sucede, campos de gas natural y estaciones compresoras en el Caribe satisfacen la demanda de la mitad de la nación, por eso los gremios de empresas hicieron un llamado a los congresistas que representan a la comarca caribeña, para que sentaran la discusión y exigieran justificaciones sobre esta decisión, tarea que hicieron, sin embargo, la adopción de esta medida va oficializarse.

No es equitativo, la idea de establecer un nuevo régimen tarifario que a unos se les mantiene invariable y a otros fluctuantes, a causa de la oferta y la demanda, sobre todo en contra de aquellos que subvencionan en gran manera el suministro, es algo insólito, puesto que los que deberían de soportar ese recargo del 25% son los que se abastecen. A pesar de que se haya planteado un sobreprecio gradual, no es admisible que como consumidores carguemos con un encarecimiento tan localista, aún más cuando el motivo pareciese una querencia a obstruir la inversión y desarrollo del Caribe Colombiano, que es lo que puede deducir de dicha acción. Como consecuencia quedaríamos expuestos a un decaimiento del sector industrial, que en el presente se asienta en nuestra provincia.

Para concluir, la posible resolución alcista de la CREG, en últimas, evidenciará que esto no obedece al mercado sino a factores externos, al igual que las regalías y su distribución, por aparentes razones de equidad. Lo complejo del asunto es que se vuelve costumbre que el auge económico, es la excusa para esta clase de imposiciones, y se ignora que con esto se frena el avance en los departamentos que integran la región.

@Sergio_Barranco