En la mayoría de casas existe un rincón en el que se van acumulando medicinas, con la idea que se volverán a utilizar en un momento dado. Allí descansan todo tipo de analgésicos, antihistamínicos, protectores estomacales , pero también antibióticos, retrovirales o aquellas pastillas que recetaron hace años, que terminan venciéndose, convirtiéndose en un riesgo para la salud de adultos y niños, quienes pueden ingerirlos por accidente o descuido.

Para contrarrestar esta situación, la Secretaría de Salud Departamental lanzó ayer una campaña de recolección de medicamento humanos vencidos. Los particulares, empresas y EPS pueden depositar sus medicinas vencidas en los recipientes plásticos de un Punto Verde designado para este fin en la sede de la institución mencionada, ubicada en la trasversal 18 Número 19-65 del barrio Las Delicias; así como en la Secretaría de Salud local de Aguachica, y la Secretaría Local de Curumaní.

La coordinadora de Salud Ambiental, Melba Cadavid Arango, explicó que se trata de una campaña de recolección de medicamentos vencidos para hacerle finalmente la disposición final con el apoyo de la Fundación Bioentorno para evitar que estos lleguen a manos indebidas y los reutilicen nuevamente, recordando que si se consumen medicinas fuera de la fecha rotulada está en riesgo la salud.

De acuerdo a la funcionaria, “si una persona consume medicamentos vencidos puede haber intoxicaciones, afectar su organismo y su salud como tal. La fecha de caducidad de los medicamentos es un aspecto crucial a la hora de decidir si el fármaco en cuestión es seguro para su uso y si funcionará como se espera. La fecha de caducidad se puede encontrar en la caja, envase, recipiente y etiquetado de los medicamentos, y no es muy diferente de otras fechas de caducidad que conocemos en otros productos, como la de los alimentos, por ejemplo. Las agencias del medicamento describen la fecha de caducidad como el tiempo a partir del cual ya no se garantiza que el fármaco retenga su identidad, fuerza, calidad y pureza”.

Por su parte, la secretaria de Salud Departamental, Esmeralda Guardias Domínguez, precisó: “Los medicamentos vencidos son elementos y residuos biológicos peligrosos, que requieren de un protocolo especial para su dispensación, tanto temporal como final, por lo que es necesario que la dispensación se haga con el debido cuidado. La comunidad debe sensibilizarse y concientizarse de la dispensación de estos residuos; de no dejarlos al aire libre por el daño ambiental que puede ocasionar. Desafortunadamente existen personas que con el fin de tener ganancias secundarias toman estos medicamentos, los rotulan y nuevamente los sacan al mercado, ocasionando resultados fatales para las personas”.

Agregó que los medicamentos que están en casa no se deben botar a la basura, sino en sitios donde haya una dispensación temporal, asignadas por la Secretaría de Salud Municipal y Departamental para que entidades expertas hagan la dispensación final, acotando que “el llamado a la comunidad es que utilicen siempre los Puntos Verdes; que cualquier tipo de inquietud no duden acercarse a la oficina de Secretaría de Salud Departamental, donde está la líder Melba Cadavid, quien les dará el direccionamiento respectivo”.

Al respecto, Carlos Elías Acosta Tapias, ingeniero ambiental de la Secretaría de Medio Ambiente, manifestó: “Debemos tener claro que los residuos de medicamentos vencidos se convierten en un peligro para la comunidad y para el ambiente debido a que sus componentes cuando se encuentran vencidos o deteriorados, las moléculas que lo componen se convierten en peligrosas, por lo tanto una vez son depositados en lugares inadecuados pueden contaminar el agua y el suelo; y si son quemados de forma inadecuada se expulsan al aire, causando contaminación al ambiente y como consecuencia puede afectar la salud humana”.

Mencionó la Resolución 361 del 2009 del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, en la cual se establece cuál es el manejo que los consumidores finales, o sea las personas y entidades, deben de devolver los residuos de medicamentos a los puntos establecidos por los fabricantes o aquellas instituciones creadas con este fin. “En este caso trabajamos con la Fundación Bioentorno, que tiene la licencia para hacerlo con un manejo especial, bien sea por incineración, pero con las condiciones técnicas según la normatividad colombiana, o para ser llevados a rellenos de celdas de seguridad”, sustentó.

Adriana Miranda Jácome, funcionaria de la Fundación Bioentorno, argumentó que trabajan en articulación con la Secretaría de Salud Departamental desde el año pasado cuando se hizo la instalación de contenedores de medicamentos humanos vencidos y de plaguicidas de uso doméstico. “Cuando están a un tope del 100 % nos informan; hacemos una ruta con Descom, que es la empresa que hace la disposición final adecuada. Ellos hacen su ruta, los llevan hasta Bucaramanga, que es donde se hace el proceso de disposición final”, dijo.

La funcionaria hizo mención de las acciones de terceros que pueden manipular este tipo de medicamentos y usarlos para venderlos, los cuales no cuentan con el registro de Invima, por lo que pueden llevar sustancias que no son aptas para las personas. En este sentido, afirmó: “Tratamos de evitar que la comunidad arroje este tipo de medicamentos a sanitarios, basuras o para dárselos a los animales. De acuerdo al Ministerio, este tipo de medicamentos después que pase de la fecha son residuos peligrosos y no se pueden usar.

Con las recolecciones evitamos la quema, el entierro o llevarlos a rellenos sanitarios, los cuales solo están hechos para residuos sólidos o basuras que se generan en casa. Cuando hablamos de celdas de seguridad son celdas especiales para residuos peligrosos”.

RIESGOS

La médica Keinnis Gutierrez aseveró que “si accidentalmente ha tomado un medicamento caducado por un trastorno leve como un resfriado o un dolor de cabeza, no hay de qué preocuparse, porque en el peor de los casos no hará efecto. En cambio, si se trata de un medicamento esencial para el tratamiento de una enfermedad grave o crónica se debe consultar a su profesional de preferencia, ya que la potencial falta de eficacia podría perjudicar la salud”.

Agregó que “cuando se respeta la fecha de caducidad se tiene la certeza de que no se ha perdido la actividad del medicamento y no han aparecido sustancias potencialmente tóxicas. Algo muy infrecuente, pero que no deja de ser posible. Es decir, que no se trata tan solo de si el fármaco sigue o no siendo eficaz, sino de si el paso del tiempo, más aún si no se conserva en las condiciones idóneas puede propiciar que se vuelva tóxico”.

¿CÓMO DEBO GUARDAR LOS MEDICAMENTOS?

En general, los expertos recomiendan almacenar los medicamentos en un lugar fresco y seco, fuera de la luz directa del sol, y en algunos tipos de medicamentos como las vacunas o las insulinas seguir las instrucciones concretas de mantenerlos en la nevera.
Además hay que respetar las condiciones de uso que tienen algunos medicamentos, como los colirios o los jarabes reconstituidos, una vez el envase se ha abierto.

¿POR QUÉ LOS MEDICAMENTOS PIERDEN SU EFICACIA?

La Secretaría de Salud Departamental manifestó que “el hecho de que un medicamento preserve su eficacia una vez caducado depende de diferentes factores, como el tipo de principio activo, la presencia de conservantes, las fluctuaciones de temperatura, la luz y la humedad. Aun así, es muy difícil, sino imposible, identificar qué medicamentos podrían ser efectivos más allá de la fecha de caducidad”.

CONSEJOS

1. Cuando compre un medicamento, antes de guardarlo, señale la fecha de caducidad del envase para poder verla con facilidad. Use, por ejemplo, un rotulador de un color vistoso.
2. Revise el contenido del botiquín periódicamente cada 6 o 12 meses, con el fin de verificar la caducidad y el buen estado de los medicamentos y otros elementos que lo componen.
3. No use un medicamento si ha caducado.
4. No tire medicamentos caducados por desagües o a la basura. Llévelo siempre al Punto Verde de la Secretaría de Salud Departamental.
5. Deseche también los fármacos sobrantes tras un tratamiento que ya haya finalizado.
6. No guarde los restos para otras ocasiones.