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Editorial - 17 julio, 2016

La pelea por la zona veredal en La Paz

El 23 de junio es una fecha para la historia. Ese día se firmó el cese al fuego bilateral y cese de hostilidades en La Habana, un paso significativo en los diálogos de paz que desde hace cuatro años sostienen los delegados del gobierno colombiano con los comandantes guerrilleros de las Farc. A partir de […]

El 23 de junio es una fecha para la historia. Ese día se firmó el cese al fuego bilateral y cese de hostilidades en La Habana, un paso significativo en los diálogos de paz que desde hace cuatro años sostienen los delegados del gobierno colombiano con los comandantes guerrilleros de las Farc.

A partir de ahí se abrió la gran puerta para opinar, apoyar, especular y cuestionar el acuerdo, que aumentó cuando se conocieron que en 22 municipios de 12 departamentos se instalarían zonas veredales de concentración y ocho campamentos para que los hombres de las Farc dejen las armas.

Una de esas zonas estaría ubicada en el municipio de La Paz, norte del Cesar, donde tienen presencia miembros de la comunidad indígena Yukpa, conocidos por su vida nómada por toda la Serranía del Perijá. Los líderes de este grupo étnico (cabildos gobernadores de los resguardos Sokorpa, Esneda Saavedra; Iroka, Alfredo Peña; Menkwe, Misaya, y La Pista, Luis Alberto Martínez, y El koso, Jairo López) han expresado su desacuerdo con dicha zona, afirman que esta zona veredal afectaría su territorio ancestral.

Por eso ahora están pidiendo al Gobierno Nacional que se realice una Consulta Previa para que sean los miembros de su comunidad los que decidan si quieren una zona veredal en su territorio, que comprende los municipios de La Paz, Codazzi, Becerril, en todo el Perijá, incluso gran parte de esta etnia vive en tierra venezolana.

Lo que muchos se preguntan es por qué podría existir una talanquera para una decisión que involucra a todo el pueblo colombiano, indistintamente de raza, color o religión. Aquí vuelve a salir a flote la polémica con las consultas previas con comunidades indígenas y afrodescendientes frente al interés general.

Es válido el reparo de los líderes yukpas que ya tuvo eco nacional, al poder reunirse en el municipio de La Paz con el procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, y también en la región con el anuncio del gobernador Francisco Ovalle Angarita que expresó su apoyo a los más de 48 mil indígenas, asentados en el departamento: “bajo ninguna circunstancia su administración permitirá que se escoja un sitio ancestral indígena en el Cesar, para ser usada como zona de concentración y tampoco permitirá zonas de reserva campesina en territorio cesarense”.

Esto apenas comienza, aun no hay acuerdo final en los diálogos de La Habana, aún queda tiempo para zanjar diferencias y expresar opiniones, todo por el bien del país, sin apasionamientos ni sesgos políticos. El Cesar así como ha sido golpeado por el conflicto armado, también debe tener un rol representativo en la construcción de la paz.

Editorial
17 julio, 2016

La pelea por la zona veredal en La Paz

El 23 de junio es una fecha para la historia. Ese día se firmó el cese al fuego bilateral y cese de hostilidades en La Habana, un paso significativo en los diálogos de paz que desde hace cuatro años sostienen los delegados del gobierno colombiano con los comandantes guerrilleros de las Farc. A partir de […]


El 23 de junio es una fecha para la historia. Ese día se firmó el cese al fuego bilateral y cese de hostilidades en La Habana, un paso significativo en los diálogos de paz que desde hace cuatro años sostienen los delegados del gobierno colombiano con los comandantes guerrilleros de las Farc.

A partir de ahí se abrió la gran puerta para opinar, apoyar, especular y cuestionar el acuerdo, que aumentó cuando se conocieron que en 22 municipios de 12 departamentos se instalarían zonas veredales de concentración y ocho campamentos para que los hombres de las Farc dejen las armas.

Una de esas zonas estaría ubicada en el municipio de La Paz, norte del Cesar, donde tienen presencia miembros de la comunidad indígena Yukpa, conocidos por su vida nómada por toda la Serranía del Perijá. Los líderes de este grupo étnico (cabildos gobernadores de los resguardos Sokorpa, Esneda Saavedra; Iroka, Alfredo Peña; Menkwe, Misaya, y La Pista, Luis Alberto Martínez, y El koso, Jairo López) han expresado su desacuerdo con dicha zona, afirman que esta zona veredal afectaría su territorio ancestral.

Por eso ahora están pidiendo al Gobierno Nacional que se realice una Consulta Previa para que sean los miembros de su comunidad los que decidan si quieren una zona veredal en su territorio, que comprende los municipios de La Paz, Codazzi, Becerril, en todo el Perijá, incluso gran parte de esta etnia vive en tierra venezolana.

Lo que muchos se preguntan es por qué podría existir una talanquera para una decisión que involucra a todo el pueblo colombiano, indistintamente de raza, color o religión. Aquí vuelve a salir a flote la polémica con las consultas previas con comunidades indígenas y afrodescendientes frente al interés general.

Es válido el reparo de los líderes yukpas que ya tuvo eco nacional, al poder reunirse en el municipio de La Paz con el procurador General de la Nación, Alejandro Ordoñez, y también en la región con el anuncio del gobernador Francisco Ovalle Angarita que expresó su apoyo a los más de 48 mil indígenas, asentados en el departamento: “bajo ninguna circunstancia su administración permitirá que se escoja un sitio ancestral indígena en el Cesar, para ser usada como zona de concentración y tampoco permitirá zonas de reserva campesina en territorio cesarense”.

Esto apenas comienza, aun no hay acuerdo final en los diálogos de La Habana, aún queda tiempo para zanjar diferencias y expresar opiniones, todo por el bien del país, sin apasionamientos ni sesgos políticos. El Cesar así como ha sido golpeado por el conflicto armado, también debe tener un rol representativo en la construcción de la paz.