La mayoría de separaciones en la música vallenata no han terminado en buenos términos.
La mayoría de separaciones en la música vallenata no han terminado en buenos términos. Por mucho que quieran ocultarlo, algún tipo de espina queda guardada tanto para el cantante como para el acordeonero. Entre Diomedes Díaz e Iván Zuleta no fue la excepción.
Corría el primer mes del 2008 cuando comenzó una pelea en versos, porque Zuleta decidió abandonar al ‘Cacique’ para irse a tocar con la agrupación de Iván Villazón. Fue el 19 de enero en Ciénaga (Magdalena), en un evento de carnavales donde se presentaron ambos artistas con sus nuevos compañeros, y no se guardaron nada en plena tarima y ante el público.
Desde aquel día donde quiera que se presentaran se dedicaban versos entre sí. La acalorada guerra de versos traspasó fronteras y fue uno de los compactos más pegados del año.
Finalmente la gota que rebosó el vaso fue un espectáculo en Cartagena. Iván Zuleta no aguantó que Diomedes le recalcara una invitación que Villazón le extendía al acordeonero Óscar Bonilla para que interviniera en los arreglos de la producción musical que estaba por salir al mercado.
“Para el próximo CD Bonilla es el chaperón, lo que no me pasa a mí porque tengo es al mejor.
A Bonilla con placer le pagaron los arreglos (eso no se hace hay que respetar, hay que ser artista) pa’ después decir al pueblo que se está ganando al rey.
Juro por la vieja Elvira yo que lo conozco bien y no toca más que el rey (Álvaro López) con Bonilla o sin Bonilla”, cantó Diomedes y antes ya había tildado a Zuleta de “piojito”.
La respuesta del acordeonero fue anunciada por el mismo Villazón, quien intentó infructuosamente calmar los ánimos, pero no pudo y dejó claro que él nada tiene que ver en esa disputa.
“En el cielo está su alma (refiriéndose a Doris Adriana Niño) para que lo tenga en cuenta; la mujer no se maltrata, se quiere y se respeta”, verseó Zuleta e inmediatamente Villazón le contestó: “Son palabras del cantante, esto se los digo yo, yo me abro de este parche, que se entiendan ellos dos”.
Después de pasar algunos años, Diomedes e Iván volvieron a subir a tarima y en medio de abrazos y tragos dejaron el pasado en el olvido.
Después de la acalorada piqueria entre Diomedes e Iván en Cartagena, Iván Villazón aseguró que al día siguiente del concierto había llamado a Diomedes para excusarse y manifestarle que de parte de él y de su acordeonero Iván Zuleta, la pelea de versos finalizaba.
“Ya conversamos y quedamos en buenos términos como deben quedar los amigos. Decidimos juntos ponerle fin a esta pelea que nada contribuye al folclor ni al país, que tanto añora la paz”, dijo el cantante.
Villazón en esa ocasión responsabilizó en parte a los periodistas por la tonalidad que tomó la disputa entre Diomedes y Zuleta.
“El compadre Diomedes llegó envenenado a la tarima porque Pinzón (José Manuel, director entonces de Olímpica en Cartagena) en la tarde lo entrevistó y lo puso a escuchar unos versos de Zuleta, cuando se subió también lo hizo guapo”.
Por su parte Zuleta solo se limitó a decir que la pelea llegó a su punto final porque tiene prohibido por Villazón volver a hacer versos al respecto y hacer declaraciones a la prensa sobre el tema.
Uno que también entró a mediar entre su amigo del alma y sobrino, fue Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, quien pidió cordura y respeto para el folclor vallenato.
“Todo se debe hacer a la altura y la amabilidad de la confrontación, ya que solo contribuyo a elaborar depuradas expresiones de nuestro idioma con sentimientos de amistad y grandes conocimientos de la literatura, en contraposición a lo que hoy se da, convertidos los escenarios musicales en fábricas de diatribas insultantes”, subrayó ‘Poncho’.
La mayoría de separaciones en la música vallenata no han terminado en buenos términos.
La mayoría de separaciones en la música vallenata no han terminado en buenos términos. Por mucho que quieran ocultarlo, algún tipo de espina queda guardada tanto para el cantante como para el acordeonero. Entre Diomedes Díaz e Iván Zuleta no fue la excepción.
Corría el primer mes del 2008 cuando comenzó una pelea en versos, porque Zuleta decidió abandonar al ‘Cacique’ para irse a tocar con la agrupación de Iván Villazón. Fue el 19 de enero en Ciénaga (Magdalena), en un evento de carnavales donde se presentaron ambos artistas con sus nuevos compañeros, y no se guardaron nada en plena tarima y ante el público.
Desde aquel día donde quiera que se presentaran se dedicaban versos entre sí. La acalorada guerra de versos traspasó fronteras y fue uno de los compactos más pegados del año.
Finalmente la gota que rebosó el vaso fue un espectáculo en Cartagena. Iván Zuleta no aguantó que Diomedes le recalcara una invitación que Villazón le extendía al acordeonero Óscar Bonilla para que interviniera en los arreglos de la producción musical que estaba por salir al mercado.
“Para el próximo CD Bonilla es el chaperón, lo que no me pasa a mí porque tengo es al mejor.
A Bonilla con placer le pagaron los arreglos (eso no se hace hay que respetar, hay que ser artista) pa’ después decir al pueblo que se está ganando al rey.
Juro por la vieja Elvira yo que lo conozco bien y no toca más que el rey (Álvaro López) con Bonilla o sin Bonilla”, cantó Diomedes y antes ya había tildado a Zuleta de “piojito”.
La respuesta del acordeonero fue anunciada por el mismo Villazón, quien intentó infructuosamente calmar los ánimos, pero no pudo y dejó claro que él nada tiene que ver en esa disputa.
“En el cielo está su alma (refiriéndose a Doris Adriana Niño) para que lo tenga en cuenta; la mujer no se maltrata, se quiere y se respeta”, verseó Zuleta e inmediatamente Villazón le contestó: “Son palabras del cantante, esto se los digo yo, yo me abro de este parche, que se entiendan ellos dos”.
Después de pasar algunos años, Diomedes e Iván volvieron a subir a tarima y en medio de abrazos y tragos dejaron el pasado en el olvido.
Después de la acalorada piqueria entre Diomedes e Iván en Cartagena, Iván Villazón aseguró que al día siguiente del concierto había llamado a Diomedes para excusarse y manifestarle que de parte de él y de su acordeonero Iván Zuleta, la pelea de versos finalizaba.
“Ya conversamos y quedamos en buenos términos como deben quedar los amigos. Decidimos juntos ponerle fin a esta pelea que nada contribuye al folclor ni al país, que tanto añora la paz”, dijo el cantante.
Villazón en esa ocasión responsabilizó en parte a los periodistas por la tonalidad que tomó la disputa entre Diomedes y Zuleta.
“El compadre Diomedes llegó envenenado a la tarima porque Pinzón (José Manuel, director entonces de Olímpica en Cartagena) en la tarde lo entrevistó y lo puso a escuchar unos versos de Zuleta, cuando se subió también lo hizo guapo”.
Por su parte Zuleta solo se limitó a decir que la pelea llegó a su punto final porque tiene prohibido por Villazón volver a hacer versos al respecto y hacer declaraciones a la prensa sobre el tema.
Uno que también entró a mediar entre su amigo del alma y sobrino, fue Tomás Alfonso ‘Poncho’ Zuleta, quien pidió cordura y respeto para el folclor vallenato.
“Todo se debe hacer a la altura y la amabilidad de la confrontación, ya que solo contribuyo a elaborar depuradas expresiones de nuestro idioma con sentimientos de amistad y grandes conocimientos de la literatura, en contraposición a lo que hoy se da, convertidos los escenarios musicales en fábricas de diatribas insultantes”, subrayó ‘Poncho’.