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Columnista - 4 octubre, 2019

La pelaera

Esa es mucha tropelería que carga esa pelaera en el Valle, están alborotados y entusiasmados con las actividades políticas y dispuestos a imponerse con sus votos en las elecciones del 27 con los candidatos con quienes ellos se identifican y que con cariño y confianza los llaman El Mello y Pipe. ¿A cuál pelaera me […]

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Esa es mucha tropelería que carga esa pelaera en el Valle, están alborotados y entusiasmados con las actividades políticas y dispuestos a imponerse con sus votos en las elecciones del 27 con los candidatos con quienes ellos se identifican y que con cariño y confianza los llaman El Mello y Pipe.

¿A cuál pelaera me refiero? a cual más va a ser, a los pelaos mayores de 14 o 15 años que no votan, pero opinan y hacen bulla, que exhiben su gorra y camiseta y le dan alegría y colorido a las campañas, a los que ya cumplieron 18 años, ya votan y son bachilleres y opinan con mucha propiedad y a los miles y miles de profesionales de 21 a 40 que se están abriendo espacio y tratando de ampliar su participación en el destino de esta capital.

A esos jóvenes que desean que Valledupar figure a nivel nacional en los primeros puestos y no como ahora que siempre andamos en los últimos lugares, que quieren obras que sean necesarias para salir de este retardo que nos azota, que desean trabajar y no tienen donde porque aquí nadie se ha preocupado por crear empresas o hacer macro obras como Los Besotes que generan trabajo y buenos ingresos, en hacer puentes (como dice Lonchito) para resolver este infierno de movilidad que tenemos, en canalizar el Guatapurí (ahora me dicen loco o iluso), porque aquí no podemos pensar en grande, en hacer túneles, en imitar a Antioquia sencillamente.

No aquí la administración se dedicó a embellecer la ciudad haciendo parques y más parques, que son necesarios pero no prioritarios, en ampliar glorietas a elevadísimos precios al igual que los parques, a vivir de ilusiones en el aire y para eso hizo una mansión carísima porque esa es la característica principal de todas las obras que se han hecho, el costo elevadísimo, pero no se ha mirado a resolver el problema de los arroyos criminales que día a día se están formando, continuando en alcantarillado pluvial, se habló de una fábrica de alguna fruta que aquí se da silvestre, el mango, y nada, eso sí, que no falte un parque porque lo hacen y entonces uno oye a la gente, al pueblo porque todo se sabe, que la repartija fue grande, entre los mismos que hoy quieren y están tratando de continuar con las mismas y los mismos.

Se acabó el espacio, pero esa pelaera esta revuelta y dispuesta a darle un viraje de 360º a los destinos de Valledupar con los candidatos que ya dije el nombre y no los repito porque todos saben quiénes son.


El próximo domingo, en el tradicional y elegante restaurante El Patacón Pisao los columnistas de este diario gozaremos de un desayuno brindado por el suscrito y el Doctor Hugo Mendoza, con el fin de departir e intercambiar ideas pero lo más importante, decirle adiós a la columnista y escritora Mary Daza Orozco, que tantos méritos y gloria le ha dado a las letras de Colombia y especialmente a esta región. Los esperamos a las 8:00 a.m.

Columnista
4 octubre, 2019

La pelaera

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
José M. Aponte Martínez

Esa es mucha tropelería que carga esa pelaera en el Valle, están alborotados y entusiasmados con las actividades políticas y dispuestos a imponerse con sus votos en las elecciones del 27 con los candidatos con quienes ellos se identifican y que con cariño y confianza los llaman El Mello y Pipe. ¿A cuál pelaera me […]


Esa es mucha tropelería que carga esa pelaera en el Valle, están alborotados y entusiasmados con las actividades políticas y dispuestos a imponerse con sus votos en las elecciones del 27 con los candidatos con quienes ellos se identifican y que con cariño y confianza los llaman El Mello y Pipe.

¿A cuál pelaera me refiero? a cual más va a ser, a los pelaos mayores de 14 o 15 años que no votan, pero opinan y hacen bulla, que exhiben su gorra y camiseta y le dan alegría y colorido a las campañas, a los que ya cumplieron 18 años, ya votan y son bachilleres y opinan con mucha propiedad y a los miles y miles de profesionales de 21 a 40 que se están abriendo espacio y tratando de ampliar su participación en el destino de esta capital.

A esos jóvenes que desean que Valledupar figure a nivel nacional en los primeros puestos y no como ahora que siempre andamos en los últimos lugares, que quieren obras que sean necesarias para salir de este retardo que nos azota, que desean trabajar y no tienen donde porque aquí nadie se ha preocupado por crear empresas o hacer macro obras como Los Besotes que generan trabajo y buenos ingresos, en hacer puentes (como dice Lonchito) para resolver este infierno de movilidad que tenemos, en canalizar el Guatapurí (ahora me dicen loco o iluso), porque aquí no podemos pensar en grande, en hacer túneles, en imitar a Antioquia sencillamente.

No aquí la administración se dedicó a embellecer la ciudad haciendo parques y más parques, que son necesarios pero no prioritarios, en ampliar glorietas a elevadísimos precios al igual que los parques, a vivir de ilusiones en el aire y para eso hizo una mansión carísima porque esa es la característica principal de todas las obras que se han hecho, el costo elevadísimo, pero no se ha mirado a resolver el problema de los arroyos criminales que día a día se están formando, continuando en alcantarillado pluvial, se habló de una fábrica de alguna fruta que aquí se da silvestre, el mango, y nada, eso sí, que no falte un parque porque lo hacen y entonces uno oye a la gente, al pueblo porque todo se sabe, que la repartija fue grande, entre los mismos que hoy quieren y están tratando de continuar con las mismas y los mismos.

Se acabó el espacio, pero esa pelaera esta revuelta y dispuesta a darle un viraje de 360º a los destinos de Valledupar con los candidatos que ya dije el nombre y no los repito porque todos saben quiénes son.


El próximo domingo, en el tradicional y elegante restaurante El Patacón Pisao los columnistas de este diario gozaremos de un desayuno brindado por el suscrito y el Doctor Hugo Mendoza, con el fin de departir e intercambiar ideas pero lo más importante, decirle adiós a la columnista y escritora Mary Daza Orozco, que tantos méritos y gloria le ha dado a las letras de Colombia y especialmente a esta región. Los esperamos a las 8:00 a.m.