La descentralización de la cuadragésima octava versión del Festival de la Leyenda Vallenata alegró los corazones de los habitantes del municipio de la Dinastía López.
El evento hizo que durante cuatro días el ambiente de contrabando de gasolina fuese cambiado por las notas de los acordeones, el charrasquear de las guacharacas y el sonido de las cajas, de los que se contagió no sólo la comunidad pacífica, sino también de poblaciones vecinas del departamento de La Guajira, tales como La Junta, Villanueva, La Jagua y Urumita.

Cada día de la competencia de la categoría Aficionado era esperado con ansias por los residentes de esta población característica por sus exquisitas almojábanas, quienes querían observar a los participantes en sus diferentes presentaciones, calificarlos y emitir su juicio personal. Y ni qué decir de los comerciantes, ellos fueron los más beneficiados con esta eventualidad que por primera vez en la historia se llevó a cabo en La Paz.
Los minoristas que más aprovecharon el evento fueron los vendedores de bebidas. Las altas temperaturas y la exposición directa al sol por parte de los espectadores de las cuatro tarimas instaladas en el Plaza San Francisco, incidirían al alto consumo de líquidos, helados, paletas, entre otros productos que ayudara a refrescar los más de 40°C que por dichos días se generó en esta parte de la Costa Caribe así como de la venta de sombreros, ponchos y demás productos para abrigarse.

Otro de los factores de la gran acogida del concurso de acordeón por parte de los habitantes de La Paz se debió a la participación de tres jóvenes de esta localidad tales como Rafael Rojas, Darwin Baquero y Jesús Navarro Oñate, quienes no lograron clasificar a la semifinal.
No obstante, agradecida está la comunidad por esta repentina celebración que hacía que cada media hora llegaran extranjeros y personalidades de la región a observar la competencia, y de paso, conocer el municipio, sus respectivas tradiciones y espacios turísticos.
Tan contentos quedaron los habitantes que pidieron repetición de la descentralización.

Puntos de vista:
Fernando López, habitante de La Paz
El Festival fue un buen aporte que se le hizo al Municipio, porque lo engrandece, ya que es algo que se ve a diario. Ojalá se vuelva a repetir.

José Campo, habitante de La Paz
Es una actividad buena, porque se le dio participación a una comunidad diferente de Valledupar, donde la población muestre su riqueza turística.

Riza Vázquez, visitante
El Municipio se benefició de varias formas: Llegaron habitantes, conocieron al pueblo, los comerciantes pudieron vender sus cositas.

Carmen Guevara, habitante de La Paz
Este evento estuvo muy bueno, los niños se distrajeron y me pareció excelente que para vivir el festival no tuvimos que trasportarnos al Valle.

Eduardo Montiel, habitante de La Paz
Los comerciantes tenemos derechos a vender sus productos y a pasar un rato chévere y ojalá que el Festival se vuelva a repetir en La Paz.

La competencia
Mucha tensión se observó la mañana de ayer en las tarimas 1 y 2 que finalmente quedaron para la evaluación musical de los 15 semifinalistas de la categoría de acordeón aficionado del Festival de la Leyenda.
Después de cuatro días de competencia, agotados parecían estar los concursantes y sus acompañantes quienes debieron, nuevamente, ejecutar los cuatro aires vallenatos que permitieron a los jurados escoger a los cinco finalistas que se presentaron en la tarima ‘Colacho’ Mendoza del Parque Consuelo Araujonoguera.

Los finalistas fueron:
1. Camilo Carvajal Cuadros.
2. Daniel Holguín Ricardo.
3. Isaac Mahmoud Gebara.
4. Jesús Ocampo Ospino.
5. Pedro Rueda Pinilla.

Por Merlin Duarte García/El Pilón
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