Con la desaparición de la maldita gasolina dicen unos, bendita digo yo, el pueblo de La Paz entró en crisis, algunos guardaron y viven bien, la mayoría despilfarraron y ahora están viendo un chispero sin tener nada que hacer. Ese será el principal reto que tendrá su bella y eficiente alcaldesa Andrea Ovalle y para […]
Con la desaparición de la maldita gasolina dicen unos, bendita digo yo, el pueblo de La Paz entró en crisis, algunos guardaron y viven bien, la mayoría despilfarraron y ahora están viendo un chispero sin tener nada que hacer.
Ese será el principal reto que tendrá su bella y eficiente alcaldesa Andrea Ovalle y para ello la Divina Providencia la comenzó a ayudar con la creación de la empresa Cementos y Calizas de La Paz, donde se producen 350 mil bolsas, decimos nosotros, sacos dice su Gerente Operativo, el doctor Jorge Echeverry, de Cemento Vallenato, así se llama, en donde trabajan 80 personas en su inmensa mayoría pacíficos, pues no era fácil conseguir personal capacitado para esta labor en una población donde antes todo el mundo sabía ordeñar, administrar fincas, hacer queso y almojábanas y últimamente vender gasolina en las calles, por eso ya Andrea debe estar haciendo convenios con el Sena para capacitar a su gente en todo lo que se refiera a la producción del cemento y además poniendo a funcionar El Chorro, que será un Centro Turístico lleno de diversiones con ventas de comida, gaseosas y toda clase de productos que en esa población hacen, bicicletas acuáticas, competencias de natación y todo lo que en el agua se permita, eso sí, menos ron y nada de espectáculos bochornosos de prostitución, homosexualismo y drogas, pues ésta es una obra principalmente para niños, de eso se encargará la Policía que desde ya debe ir pensando en instalar un SAI o CAI, como sea, en el Parque que se encuentra en construcción.
La Paz tiene que ser el sitio ideal para que miles de vallenatos vayan a consumir y a dejar unos buenos pesos y para ello hay que luchar para que se terminen las instalaciones de la Universidad Nacional o se cedan a la Popular para que funcionen Medicina, Veterinaria y Agronomía y miles de muchachos estudien allí, invadan ese pueblo arrendando habitaciones que son más baratas que las del Valle.
Hay que incrementar y fomentar la asistencia al Hipódromo San Francisco, el único en el país autorizado para apuestas hípicas y convertir El Cerrito en un bello Estadero a donde se pueda llegar con buena vía para desde allí solazarse viendo todo el Valle del Cesar y parte de La Guajira. Este sueño siempre lo he tenido y de pronto se haga realidad en esta administración receptiva a las iniciativas ciudadanas.
Sería injusto terminar sin antes exaltar y felicitar la labor del doctor Campo Elías López Morón en su empeño indeclinable de sacar adelante la obra que hoy exhibe con orgullo llamada Cementos y Calizas de La Paz, que con el apoyo de otros industriales de la región mostramos con orgullo todos los cesarenses.
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Cuándo se terminará la Avenida Simón Bolívar que está convertida en un mierdero, así, mierdero, porque no hay otra forma dura de decirlo. Cuándo por lo menos terminarán el Rompoin del Terminal, que los contratistas de la obra han cogido como bodega, destruyendo la bella arborización que allí existía; han debido acabar un carril para comenzar el otro, ahí no hay planificación, lo que hay es un despelote que tiene al borde de la locura a todos sus vecinos, no hay derecho, qué clase tan cobarde y omisiva la de los señores constructores y contratistas de obras, que impávidos ven lo que sucede y de su boca no sale una sola palabra, por miedo de que en un futuro los veten.
Con la desaparición de la maldita gasolina dicen unos, bendita digo yo, el pueblo de La Paz entró en crisis, algunos guardaron y viven bien, la mayoría despilfarraron y ahora están viendo un chispero sin tener nada que hacer. Ese será el principal reto que tendrá su bella y eficiente alcaldesa Andrea Ovalle y para […]
Con la desaparición de la maldita gasolina dicen unos, bendita digo yo, el pueblo de La Paz entró en crisis, algunos guardaron y viven bien, la mayoría despilfarraron y ahora están viendo un chispero sin tener nada que hacer.
Ese será el principal reto que tendrá su bella y eficiente alcaldesa Andrea Ovalle y para ello la Divina Providencia la comenzó a ayudar con la creación de la empresa Cementos y Calizas de La Paz, donde se producen 350 mil bolsas, decimos nosotros, sacos dice su Gerente Operativo, el doctor Jorge Echeverry, de Cemento Vallenato, así se llama, en donde trabajan 80 personas en su inmensa mayoría pacíficos, pues no era fácil conseguir personal capacitado para esta labor en una población donde antes todo el mundo sabía ordeñar, administrar fincas, hacer queso y almojábanas y últimamente vender gasolina en las calles, por eso ya Andrea debe estar haciendo convenios con el Sena para capacitar a su gente en todo lo que se refiera a la producción del cemento y además poniendo a funcionar El Chorro, que será un Centro Turístico lleno de diversiones con ventas de comida, gaseosas y toda clase de productos que en esa población hacen, bicicletas acuáticas, competencias de natación y todo lo que en el agua se permita, eso sí, menos ron y nada de espectáculos bochornosos de prostitución, homosexualismo y drogas, pues ésta es una obra principalmente para niños, de eso se encargará la Policía que desde ya debe ir pensando en instalar un SAI o CAI, como sea, en el Parque que se encuentra en construcción.
La Paz tiene que ser el sitio ideal para que miles de vallenatos vayan a consumir y a dejar unos buenos pesos y para ello hay que luchar para que se terminen las instalaciones de la Universidad Nacional o se cedan a la Popular para que funcionen Medicina, Veterinaria y Agronomía y miles de muchachos estudien allí, invadan ese pueblo arrendando habitaciones que son más baratas que las del Valle.
Hay que incrementar y fomentar la asistencia al Hipódromo San Francisco, el único en el país autorizado para apuestas hípicas y convertir El Cerrito en un bello Estadero a donde se pueda llegar con buena vía para desde allí solazarse viendo todo el Valle del Cesar y parte de La Guajira. Este sueño siempre lo he tenido y de pronto se haga realidad en esta administración receptiva a las iniciativas ciudadanas.
Sería injusto terminar sin antes exaltar y felicitar la labor del doctor Campo Elías López Morón en su empeño indeclinable de sacar adelante la obra que hoy exhibe con orgullo llamada Cementos y Calizas de La Paz, que con el apoyo de otros industriales de la región mostramos con orgullo todos los cesarenses.
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Cuándo se terminará la Avenida Simón Bolívar que está convertida en un mierdero, así, mierdero, porque no hay otra forma dura de decirlo. Cuándo por lo menos terminarán el Rompoin del Terminal, que los contratistas de la obra han cogido como bodega, destruyendo la bella arborización que allí existía; han debido acabar un carril para comenzar el otro, ahí no hay planificación, lo que hay es un despelote que tiene al borde de la locura a todos sus vecinos, no hay derecho, qué clase tan cobarde y omisiva la de los señores constructores y contratistas de obras, que impávidos ven lo que sucede y de su boca no sale una sola palabra, por miedo de que en un futuro los veten.