Entre los hobbies del soberano del acordeón 2018 está tocar instrumentos de música clásica, lo cual revivió ayer al tocar con la Fundación Filarmónica del Cesar.
Así como se apasiona y entrega su alma cada vez que toca el acordeón, lo cual le dio el mérito de coronarse como rey vallenato 2018 en la categoría Profesional, Julián Mojica Galvis también conserva ese amor por la música clásica, que le dejó su estudios universitarios y el paso por dos orquestas filarmónicas.
Él es maestro en Músico, egresado de la Universidad Distrital de Bogotá, donde aprendió interpretar diferentes instrumentos de cuerda. Hizo parte de la Orquesta Filarmónica de Colombia en la capital del país con el maestro Raúl Rosera, en el marco de un formato que implementa con vallenato sinfónico, donde hace el montaje y llama a un acordeonero, entre los que estuvo en el pasado tocando acordeón, así como lo está en la actualidad el actual rey aficionado, Ronald Torres Salamanca. Con el violonchelo tocó en la Universidad del Bosque en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia, mientras que cursaba sus estudios de pregrado.
“Fui integrante de diferentes orquestas sinfónicas cuando era estudiante, pero definitivamente mi pasión es el acordeón. Prácticamente esto quedó allí reposado; tengo los conocimientos aprendidos, pero la verdad casi no los práctico porque mi tiempo lo ocupo en ejecutar el principal instrumento del folclor vallenato”, manifestó.
Tras su experiencia musical, explicó que “los instrumentos de cuerda si no se mantienen un estudio encima de ellos, lo más seguro es que te cueste volverlo a tocar, puesto que la afinación no es constante porque no son temperados; es decir, no tiene trastes como una guitarra (o rayitas que la separa). Ni el violín, ni el violonchelo, ni el contrabajo tienen eso, es el palo liso. La afinación se define por la técnica de la mano; con mover un poco más allá o un poco menos la afinación se pierde. Son instrumentos muy complejos, no es como el acordeón que se toca el mismo botón y siempre dará la nota; allá toca medir la mano todo el tiempo. Es un instrumento de cuerda flotada que implica muchas horas de estudio diariamente para lograr la perfección”.
Al indagarle si el acordeón o el violonchelo es más complejo, dijo que “son instrumentos muy diferentes; a mí se me hace más difícil el violonchelo, pero tocar el acordeón también tiene su grado de complejidad, mucho más si se quiere tocar el vallenato autentico porque para tocarlo bien hay que aprender sus técnicas e historias”.
Según Mojica Galvis, la música clásica aportó mucho en su vida porque la formación académica hizo aportes a su interpretación, los cuales formaron y definieron el estilo que presenta en cada escenario donde se presenta, argumentando que “la forma en que toco acordeón es bastante organizada por lo mismo, entendiendo que el folclor no sabes cómo explicarlos; al tener los conocimientos musicales desde la academia pude entender eso de una forma global”.
El rey vallenato 2018 considera que el Festival es un evento aparte de la académico. “Lo tomé desde lo empírico y soy músico que inició empíricamente. Cuando crecí fue que me profesionalicé. Para tocar bien el vallenato lo académico se deja a un lado y se debe dejar llevar por el corazón y por la experiencia de otras personas; en mi caso con Almes Granados y Julián Rojas, quienes me instruyeron sobre sus técnicas cada vez que venía a Valledupar”, precisó.
Toca acordeón desde los 7 años, lo cual define como una felicidad inmensa. Su triunfo en el Festival aún lo está asimilado. “Da alegría de ver cuántas personas se han unido a esto y cómo comparten mi felicidad; son muchos los mensajes y llamadas que lo ratifican. Nadie quedó descontento, me pareció increíble ver como el público del Parque de la Leyenda Vallenata aplaudía cuando se dio a concomer el fallo”, acotó.
A futuro su agenda a seguir es promocionar y divulgar el título en la Costa Caribe y en el interior, aprovechando que vive en Bogotá. Luego se pondrá de acuerdo con la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata para hacer las actividades de promoción pertinentes.
Actualmente hace pareja musical con Enaldo Barrera, más conocido como ‘Diomedito’, con quien está haciendo un CD que se proyecta salir en dos meses, seguramente grabará otro trabajo con sus compañeros de Festival.
Aseguró que le encanta Valledupar y que si fuera por sus gustos se quedaría viviendo en la capital del Cesar, pero tiene por residencia Bogotá por ser la zona donde más toca con su agrupación; está confiado en que las cosas cambien de ahora en adelante tras su título de rey del Festival de la Leyenda Vallenata. De ser así se vendría a vivir en la Costa, teniendo en cuenta que es más tranquila y que tiene un ritmo de vida más relajada.
Este músico oriundo de Paz de Río, Boyacá subraya que en las competencias y en la gran final del máximo evento de acordeones tuvo la fortuna de estar acompañado con el maestro Aníbal Alfaro, de Las Piedras, Bolívar, que completa cinco coronas; y con Aldair Velasquez, en la guacharaca, procedente de Valledupar. “El estar con ellos fue supremamente importante porque finalmente somos un equipo ganador; no solo fui yo solo, si no los hubiera tenido no hubiera ganado. El triunfo es de todos”, puntualizó.
Entre los hobbies del soberano del acordeón 2018 está tocar instrumentos de música clásica, lo cual revivió ayer al tocar con la Fundación Filarmónica del Cesar.
Así como se apasiona y entrega su alma cada vez que toca el acordeón, lo cual le dio el mérito de coronarse como rey vallenato 2018 en la categoría Profesional, Julián Mojica Galvis también conserva ese amor por la música clásica, que le dejó su estudios universitarios y el paso por dos orquestas filarmónicas.
Él es maestro en Músico, egresado de la Universidad Distrital de Bogotá, donde aprendió interpretar diferentes instrumentos de cuerda. Hizo parte de la Orquesta Filarmónica de Colombia en la capital del país con el maestro Raúl Rosera, en el marco de un formato que implementa con vallenato sinfónico, donde hace el montaje y llama a un acordeonero, entre los que estuvo en el pasado tocando acordeón, así como lo está en la actualidad el actual rey aficionado, Ronald Torres Salamanca. Con el violonchelo tocó en la Universidad del Bosque en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Colombia, mientras que cursaba sus estudios de pregrado.
“Fui integrante de diferentes orquestas sinfónicas cuando era estudiante, pero definitivamente mi pasión es el acordeón. Prácticamente esto quedó allí reposado; tengo los conocimientos aprendidos, pero la verdad casi no los práctico porque mi tiempo lo ocupo en ejecutar el principal instrumento del folclor vallenato”, manifestó.
Tras su experiencia musical, explicó que “los instrumentos de cuerda si no se mantienen un estudio encima de ellos, lo más seguro es que te cueste volverlo a tocar, puesto que la afinación no es constante porque no son temperados; es decir, no tiene trastes como una guitarra (o rayitas que la separa). Ni el violín, ni el violonchelo, ni el contrabajo tienen eso, es el palo liso. La afinación se define por la técnica de la mano; con mover un poco más allá o un poco menos la afinación se pierde. Son instrumentos muy complejos, no es como el acordeón que se toca el mismo botón y siempre dará la nota; allá toca medir la mano todo el tiempo. Es un instrumento de cuerda flotada que implica muchas horas de estudio diariamente para lograr la perfección”.
Al indagarle si el acordeón o el violonchelo es más complejo, dijo que “son instrumentos muy diferentes; a mí se me hace más difícil el violonchelo, pero tocar el acordeón también tiene su grado de complejidad, mucho más si se quiere tocar el vallenato autentico porque para tocarlo bien hay que aprender sus técnicas e historias”.
Según Mojica Galvis, la música clásica aportó mucho en su vida porque la formación académica hizo aportes a su interpretación, los cuales formaron y definieron el estilo que presenta en cada escenario donde se presenta, argumentando que “la forma en que toco acordeón es bastante organizada por lo mismo, entendiendo que el folclor no sabes cómo explicarlos; al tener los conocimientos musicales desde la academia pude entender eso de una forma global”.
El rey vallenato 2018 considera que el Festival es un evento aparte de la académico. “Lo tomé desde lo empírico y soy músico que inició empíricamente. Cuando crecí fue que me profesionalicé. Para tocar bien el vallenato lo académico se deja a un lado y se debe dejar llevar por el corazón y por la experiencia de otras personas; en mi caso con Almes Granados y Julián Rojas, quienes me instruyeron sobre sus técnicas cada vez que venía a Valledupar”, precisó.
Toca acordeón desde los 7 años, lo cual define como una felicidad inmensa. Su triunfo en el Festival aún lo está asimilado. “Da alegría de ver cuántas personas se han unido a esto y cómo comparten mi felicidad; son muchos los mensajes y llamadas que lo ratifican. Nadie quedó descontento, me pareció increíble ver como el público del Parque de la Leyenda Vallenata aplaudía cuando se dio a concomer el fallo”, acotó.
A futuro su agenda a seguir es promocionar y divulgar el título en la Costa Caribe y en el interior, aprovechando que vive en Bogotá. Luego se pondrá de acuerdo con la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata para hacer las actividades de promoción pertinentes.
Actualmente hace pareja musical con Enaldo Barrera, más conocido como ‘Diomedito’, con quien está haciendo un CD que se proyecta salir en dos meses, seguramente grabará otro trabajo con sus compañeros de Festival.
Aseguró que le encanta Valledupar y que si fuera por sus gustos se quedaría viviendo en la capital del Cesar, pero tiene por residencia Bogotá por ser la zona donde más toca con su agrupación; está confiado en que las cosas cambien de ahora en adelante tras su título de rey del Festival de la Leyenda Vallenata. De ser así se vendría a vivir en la Costa, teniendo en cuenta que es más tranquila y que tiene un ritmo de vida más relajada.
Este músico oriundo de Paz de Río, Boyacá subraya que en las competencias y en la gran final del máximo evento de acordeones tuvo la fortuna de estar acompañado con el maestro Aníbal Alfaro, de Las Piedras, Bolívar, que completa cinco coronas; y con Aldair Velasquez, en la guacharaca, procedente de Valledupar. “El estar con ellos fue supremamente importante porque finalmente somos un equipo ganador; no solo fui yo solo, si no los hubiera tenido no hubiera ganado. El triunfo es de todos”, puntualizó.