Y a propósito de unificar los períodos de alcaldes y gobernadores con el de presidente, es bueno desempolvar el pensamiento de Charles D. Warner: “La opinión pública es más fuerte que la legislatura”, esto es la movilización social, contrario al predicamento: “La voz del pueblo es la voz de Dios, dicho de fuerza que utilizan […]
Y a propósito de unificar los períodos de alcaldes y gobernadores con el de presidente, es bueno desempolvar el pensamiento de Charles D. Warner: “La opinión pública es más fuerte que la legislatura”, esto es la movilización social, contrario al predicamento: “La voz del pueblo es la voz de Dios, dicho de fuerza que utilizan nuestros dirigentes para maniobrar e imponer sus criterios, porque el soberano siempre es convidado de piedra.
Este postulado hoy es diametralmente opuesto a las circunstancias presentes, tras el palmario desconocimiento del constituyente primario que eligió para un período de 4 años a los actuales alcaldes y gobernadores, pero el atajo más fácil es apelar al Congreso de la República para que mediante Acto Legislativo por enésima vez se reforme la Constitución, para satisfacer intereses políticos, porque todo lo convertimos en negocio.
Si la voz del pueblo fuera la voz de Dios, hubiera un pueblo pensante, capaz de generar ideas, no impulsado por las emociones, pero infortunadamente menos del 1% de la población lee en forma crítica, se colige entonces que el 99% traga entero, porque es incapaz de digerir, de razonar y argumentar, producto de la ignorancia que es la ceguera del conocimiento, lo que da pie a que fácilmente sea manipulable en cada justa electoral.
Lo ideal, coherente y sensato es revolucionar al país con más educación y ciencia, sin lo cual no tendremos futuro como sociedad, es la verdadera reforma, no con leguleyadas, saltos elípticos e intrincadas maromas intelectuales.
El abogado Álvaro Zuleta Oñate, ya pensionado, exprocurador, exdiplomático y exprofesor por concurso de mérito de las mejores Universidades del país, gestó su tesis de grado en los tugurios de Bogotá e impactó con la célebre frase de su autoría: “La Educación imprime cultura, un pueblo culto es un pueblo grande, sin educación no es posible entender los beneficios de la salud, sin salud no es posible laborar y sin trabajo no puede subsistir la familia, base indeleble de toda sociedad”.
Por Miguel Aroca Yepes.
Y a propósito de unificar los períodos de alcaldes y gobernadores con el de presidente, es bueno desempolvar el pensamiento de Charles D. Warner: “La opinión pública es más fuerte que la legislatura”, esto es la movilización social, contrario al predicamento: “La voz del pueblo es la voz de Dios, dicho de fuerza que utilizan […]
Y a propósito de unificar los períodos de alcaldes y gobernadores con el de presidente, es bueno desempolvar el pensamiento de Charles D. Warner: “La opinión pública es más fuerte que la legislatura”, esto es la movilización social, contrario al predicamento: “La voz del pueblo es la voz de Dios, dicho de fuerza que utilizan nuestros dirigentes para maniobrar e imponer sus criterios, porque el soberano siempre es convidado de piedra.
Este postulado hoy es diametralmente opuesto a las circunstancias presentes, tras el palmario desconocimiento del constituyente primario que eligió para un período de 4 años a los actuales alcaldes y gobernadores, pero el atajo más fácil es apelar al Congreso de la República para que mediante Acto Legislativo por enésima vez se reforme la Constitución, para satisfacer intereses políticos, porque todo lo convertimos en negocio.
Si la voz del pueblo fuera la voz de Dios, hubiera un pueblo pensante, capaz de generar ideas, no impulsado por las emociones, pero infortunadamente menos del 1% de la población lee en forma crítica, se colige entonces que el 99% traga entero, porque es incapaz de digerir, de razonar y argumentar, producto de la ignorancia que es la ceguera del conocimiento, lo que da pie a que fácilmente sea manipulable en cada justa electoral.
Lo ideal, coherente y sensato es revolucionar al país con más educación y ciencia, sin lo cual no tendremos futuro como sociedad, es la verdadera reforma, no con leguleyadas, saltos elípticos e intrincadas maromas intelectuales.
El abogado Álvaro Zuleta Oñate, ya pensionado, exprocurador, exdiplomático y exprofesor por concurso de mérito de las mejores Universidades del país, gestó su tesis de grado en los tugurios de Bogotá e impactó con la célebre frase de su autoría: “La Educación imprime cultura, un pueblo culto es un pueblo grande, sin educación no es posible entender los beneficios de la salud, sin salud no es posible laborar y sin trabajo no puede subsistir la familia, base indeleble de toda sociedad”.
Por Miguel Aroca Yepes.