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Columnista - 16 diciembre, 2015

La Navidad no es instantánea

Soy un convencido más de que los medios de comunicación hacen un valioso aporte a la sociedad en general a través de la información que se imparte desde allí en los diferentes ámbitos, político, económico, cultural, entre otros. Si no fuese por la difusión de estos, la impunidad en nuestro país muy seguramente fuera mucho […]

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Soy un convencido más de que los medios de comunicación hacen un valioso aporte a la sociedad en general a través de la información que se imparte desde allí en los diferentes ámbitos, político, económico, cultural, entre otros. Si no fuese por la difusión de estos, la impunidad en nuestro país muy seguramente fuera mucho mayor.

Pero también soy convencido de que los medios noticiosos se vuelven monótonos con las noticias y caen en el círculo de repetir la información hasta la saciedad; ya que más se va a decir del escándalo de la policía que involucra al general Palomino, que se le puede agregar a lo de las chuzadas de algunos periodistas, que más se puede decir de los contratos de Natalia Springer y de la condecoración que le hizo el fiscal, que más se puede decir de los derechos sobre el galeón San José o de las pasadas elecciones de Venezuela. Pienso que por esta época, también deben trasmitirse mensajes de Navidad, de reconciliación, de paz, de perdón, pues los medios lo que hacen en esta época es hacer cortinas publicitarias entre una franja y otra con imágenes de unos hermosos adornos navideños con campañas y velas amarillas, flores brillantes y bolas de colores o en su defecto mostrar el pomposo arbolito navideño al fondo del set de noticia; mientras que en la radio lo que se hace es hacer sonar el jingle de un tradicional café y una reconocida cadena radial con los que hemos crecido.

Creo que la Navidad es mucho más que eso, la Navidad no es instantánea, ni mucho menos una pasajera época para hacer solo fiestas, parrandas y francachelas; por el contrario, el propósito que Dios tiene para nosotros en esta época a través de Jesús, quien es el homenajeado, es que dispongamos nuestros corazones a la reconciliación, al perdón a la solidaridad y que dejemos a un lado, la discordia, la violencia, el desprecio, la envidia, el odio, el orgullo y el egocentrismo que son los más acérrimos enemigos de la convivencia pacífica y el mal de todos los males. Qué bueno sería que sin abandonar la tarea noticiosa, los medios para esta época también hicieran este tipo de apuestas, convirtiéndose en portadores de mensajes de amor, de fraternidad, de paz y de tolerancia e invitando a sus televidentes y oyentes a reivindicar nuestra misión como hijos de Dios, como seguidores de Jesús Cristo y podamos de esta forma consolidar una manera diferente de llevar nuestras vidas guiadas por el amor de Dios y que este sea el camino para que lleguemos a ser mejores ciudadanos, mejores amigos, mejores familiares y excelentes funcionarios.

De no ser así, entonces la Navidad no tendrá sentido, pues de nada sirven los gozos, la felicidad y las alegrías pasajeras vividas en una fiesta de noche buena, cuando al terminar la misma, volvamos a ser los mismos seres egoístas, orgullosos, prepotentes y lesivos para la sociedad. ¡Feliz navidad a todos los lectores del pilón y muchas bendiciones!

Columnista
16 diciembre, 2015

La Navidad no es instantánea

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
Carlos Guillermo Ramirez

Soy un convencido más de que los medios de comunicación hacen un valioso aporte a la sociedad en general a través de la información que se imparte desde allí en los diferentes ámbitos, político, económico, cultural, entre otros. Si no fuese por la difusión de estos, la impunidad en nuestro país muy seguramente fuera mucho […]


Soy un convencido más de que los medios de comunicación hacen un valioso aporte a la sociedad en general a través de la información que se imparte desde allí en los diferentes ámbitos, político, económico, cultural, entre otros. Si no fuese por la difusión de estos, la impunidad en nuestro país muy seguramente fuera mucho mayor.

Pero también soy convencido de que los medios noticiosos se vuelven monótonos con las noticias y caen en el círculo de repetir la información hasta la saciedad; ya que más se va a decir del escándalo de la policía que involucra al general Palomino, que se le puede agregar a lo de las chuzadas de algunos periodistas, que más se puede decir de los contratos de Natalia Springer y de la condecoración que le hizo el fiscal, que más se puede decir de los derechos sobre el galeón San José o de las pasadas elecciones de Venezuela. Pienso que por esta época, también deben trasmitirse mensajes de Navidad, de reconciliación, de paz, de perdón, pues los medios lo que hacen en esta época es hacer cortinas publicitarias entre una franja y otra con imágenes de unos hermosos adornos navideños con campañas y velas amarillas, flores brillantes y bolas de colores o en su defecto mostrar el pomposo arbolito navideño al fondo del set de noticia; mientras que en la radio lo que se hace es hacer sonar el jingle de un tradicional café y una reconocida cadena radial con los que hemos crecido.

Creo que la Navidad es mucho más que eso, la Navidad no es instantánea, ni mucho menos una pasajera época para hacer solo fiestas, parrandas y francachelas; por el contrario, el propósito que Dios tiene para nosotros en esta época a través de Jesús, quien es el homenajeado, es que dispongamos nuestros corazones a la reconciliación, al perdón a la solidaridad y que dejemos a un lado, la discordia, la violencia, el desprecio, la envidia, el odio, el orgullo y el egocentrismo que son los más acérrimos enemigos de la convivencia pacífica y el mal de todos los males. Qué bueno sería que sin abandonar la tarea noticiosa, los medios para esta época también hicieran este tipo de apuestas, convirtiéndose en portadores de mensajes de amor, de fraternidad, de paz y de tolerancia e invitando a sus televidentes y oyentes a reivindicar nuestra misión como hijos de Dios, como seguidores de Jesús Cristo y podamos de esta forma consolidar una manera diferente de llevar nuestras vidas guiadas por el amor de Dios y que este sea el camino para que lleguemos a ser mejores ciudadanos, mejores amigos, mejores familiares y excelentes funcionarios.

De no ser así, entonces la Navidad no tendrá sentido, pues de nada sirven los gozos, la felicidad y las alegrías pasajeras vividas en una fiesta de noche buena, cuando al terminar la misma, volvamos a ser los mismos seres egoístas, orgullosos, prepotentes y lesivos para la sociedad. ¡Feliz navidad a todos los lectores del pilón y muchas bendiciones!