Visitaron la ciudad el actual ministro de Transporte, Guillermo Reyes, y el exministro de Transporte Jorge Juan Bendeck Olivella, quien ejerció el cargo hace 30 años, ambos vinculados a esta provincia vallenata; el uno visitándonos una vez más por razón del cargo y el otro por el lanzamiento del libro de su paisano villanuevero, el columnista José Aponte.
Visitaron la ciudad el actual ministro de Transporte, Guillermo Reyes, y el exministro de Transporte Jorge Juan Bendeck Olivella, quien ejerció el cargo hace 30 años, ambos vinculados a esta provincia vallenata; el uno visitándonos una vez más por razón del cargo y el otro por el lanzamiento del libro de su paisano villanuevero, el columnista José Aponte.
Han tenido la ocasión de recordar un hecho que tiene que ver con la Avenida Simón Bolívar, el eje vial que como columna vertebral se extiende por más de 10 kilómetros del suroriente al noroccidente de la ciudad.
Recordó el exministro Bendeck Olivella, además de su bachillerato en los años 50 hasta cuarto grado en el Loperena, que en el ejercicio de la cartera ministerial de Transporte del gobierno de César Gaviria -donde lo acompañó como jefe de la Oficina Juridica el hoy periodista Carlos Quintero Romero-, mismo periodo del segundo mandato de alcalde de Rodolfo Campo Soto, la Nación pavimentó con asfalto la Avenida Simón Bolívar, mientras el sábado se desplazaba por ella en su transporte hacia el aeropuerto a tomar el avión de regreso a la capital.
Se discutía entonces si la Nación debía financiar tramos viales dentro del perímetro urbano, pero pesó más su voluntad, estimulada por el abogado Quintero y el alcalde Campo, para proceder con la obra.
El mejor argumento para que reclamemos hoy, como ayer, que la Nación, como obra pública del Invías, repavimente la Avenida Simón Bolívar es que este es un eje de paso del tráfico de vías nacionales por la ciudad.
Cualquier vehículo que venga del sur y se dirija hacia La Guajira, ahora con la construcción de la nueva vía Valledupar – La Paz, continúa por la Simón Bolívar atravesando la ciudad para seguir a San Juan; igual el que viene de Bosconia, de la llamada transversal de los contenedores y ahora Ruta del Sol, tendrá que buscar conectar con la avenida. Y en sentido contrario.
Esta necesidad es apremiante, y ni el municipio ni el Siva (tampoco el Departamento) la han ejecutado oportunamente. Se ha conservado por 30 años pero por más reparcheo no aguanta; también la requiere el transporte público de buses, próximo a operar.
Y se está recargando el uso, en vista de que no lo ha hecho la ciudad, con el concurso y financiación del Gobierno central -como sí lo ha hecho en Barranquilla, Santa Marta Cartagena o Montería- de las circunvalares viales que como anillos desembotellan el tráfico de las carreteras nacionales, que ya no entra a la zona urbana.
Espectáculo público religioso
La ciudad fue objeto de la visita de la Virgen peregrina de Fátima de Portugal, única del Caribe, junto a Bogotá, Medellín y Cali. La misa de 5 horas del pasado jueves fue un destello de luces, cantos, sonidos, pantallas, en emoción espiritual católica de 8.000 feligreses en la plaza, de los barrios y de los municipios. Hay un turismo religioso que aprovechar.
Visitaron la ciudad el actual ministro de Transporte, Guillermo Reyes, y el exministro de Transporte Jorge Juan Bendeck Olivella, quien ejerció el cargo hace 30 años, ambos vinculados a esta provincia vallenata; el uno visitándonos una vez más por razón del cargo y el otro por el lanzamiento del libro de su paisano villanuevero, el columnista José Aponte.
Visitaron la ciudad el actual ministro de Transporte, Guillermo Reyes, y el exministro de Transporte Jorge Juan Bendeck Olivella, quien ejerció el cargo hace 30 años, ambos vinculados a esta provincia vallenata; el uno visitándonos una vez más por razón del cargo y el otro por el lanzamiento del libro de su paisano villanuevero, el columnista José Aponte.
Han tenido la ocasión de recordar un hecho que tiene que ver con la Avenida Simón Bolívar, el eje vial que como columna vertebral se extiende por más de 10 kilómetros del suroriente al noroccidente de la ciudad.
Recordó el exministro Bendeck Olivella, además de su bachillerato en los años 50 hasta cuarto grado en el Loperena, que en el ejercicio de la cartera ministerial de Transporte del gobierno de César Gaviria -donde lo acompañó como jefe de la Oficina Juridica el hoy periodista Carlos Quintero Romero-, mismo periodo del segundo mandato de alcalde de Rodolfo Campo Soto, la Nación pavimentó con asfalto la Avenida Simón Bolívar, mientras el sábado se desplazaba por ella en su transporte hacia el aeropuerto a tomar el avión de regreso a la capital.
Se discutía entonces si la Nación debía financiar tramos viales dentro del perímetro urbano, pero pesó más su voluntad, estimulada por el abogado Quintero y el alcalde Campo, para proceder con la obra.
El mejor argumento para que reclamemos hoy, como ayer, que la Nación, como obra pública del Invías, repavimente la Avenida Simón Bolívar es que este es un eje de paso del tráfico de vías nacionales por la ciudad.
Cualquier vehículo que venga del sur y se dirija hacia La Guajira, ahora con la construcción de la nueva vía Valledupar – La Paz, continúa por la Simón Bolívar atravesando la ciudad para seguir a San Juan; igual el que viene de Bosconia, de la llamada transversal de los contenedores y ahora Ruta del Sol, tendrá que buscar conectar con la avenida. Y en sentido contrario.
Esta necesidad es apremiante, y ni el municipio ni el Siva (tampoco el Departamento) la han ejecutado oportunamente. Se ha conservado por 30 años pero por más reparcheo no aguanta; también la requiere el transporte público de buses, próximo a operar.
Y se está recargando el uso, en vista de que no lo ha hecho la ciudad, con el concurso y financiación del Gobierno central -como sí lo ha hecho en Barranquilla, Santa Marta Cartagena o Montería- de las circunvalares viales que como anillos desembotellan el tráfico de las carreteras nacionales, que ya no entra a la zona urbana.
Espectáculo público religioso
La ciudad fue objeto de la visita de la Virgen peregrina de Fátima de Portugal, única del Caribe, junto a Bogotá, Medellín y Cali. La misa de 5 horas del pasado jueves fue un destello de luces, cantos, sonidos, pantallas, en emoción espiritual católica de 8.000 feligreses en la plaza, de los barrios y de los municipios. Hay un turismo religioso que aprovechar.