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Deportes - 13 agosto, 2017

La muerte puso ‘out’ a ‘Pimienta’

No pudo hacerle ‘pisicorre’ a la muerte, tampoco poner ‘out’ a los latidos de su corazón, los mismos que al final cesaron sin compasión alguna.

‘Pimie’ dejó un vacío en el sóftbol cesarense. Adiós a un ícono de este deporte en Valledupar.
‘Pimie’ dejó un vacío en el sóftbol cesarense. Adiós a un ícono de este deporte en Valledupar.
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No pudo hacerle ‘pisicorre’ a la muerte, tampoco poner ‘out’ a los latidos de su corazón, los mismos que al final cesaron sin compasión alguna.

La muerte ‘ponchó’ a Óscar de Jesús Pimienta Castro, un ícono del sóftbol cesarense; las gradas del Dorismel Pacheco Fontalvo o el Erasmo Camacho Calamar extrañarán la morena silueta del hombre que durante décadas dio cátedras entre bates y manillas.

‘Pimie’, como fue conocido en el entorno softbolero de Valledupar, falleció a los 71 años en un humilde inmueble del barrio La Nevada, víctima de una penosa enfermedad que lo agobiaba desde hace tiempo.

El sóftbol fue su pasión, por eso el gremio lo recuerda como una persona que le aportó mucho a este deporte en Valledupar. Marcos Quintero, un reconocido dirigente de la ‘pelota caliente’ en el Cesar, tiene intacta la radiografía de ‘Pimie’.

“El vino a Valledupar en 1968, lo trajo de Cartagena Erasmo Camacho Calamar, primero jugó béisbol en los equipos Ron Centenario, Servidiesel, Aguardiente Cristal y Zona de Carretera; en 1977 pasó a jugar softbol, cuando este deporte era patrocinado por los Campo Soto y vivió su época dorada en el barrio Doce de Octubre. Fue un excelente tercera base, un jugador como él no lo he vuelto a ver”, reconoció Marcos Quintero.

Sus anécdotas son recordadas por quienes compartieron correrías deportivas con él. “Un día fuimos a un Nacional en Montería, Dorismel Pacheco era el mánager y le preguntó que si quería batear y Pimienta le respondió que “entonces para qué me trajiste, yo no vine de turista…” fue una respuesta que le causó mucha risa a quienes en ese momento estaban en el dugout”, recordó Marcos Quintero.

Sus últimos años los vivió desempeñando su labor como zapatero en el sector de la carrera octava entre carreras 17 y 18, pleno centro de Valledupar. Sus últimos pasos en el sóftbol recreativo los dio en la novena de San Luis.

“El representó al Cesar en varios Torneos Nacionales, antes de venir a Valledupar jugó en el béisbol de Bolívar cuando este estuvo en todo su esplendor, él fue una persona descomplicada, nunca faltaba a las jornadas dominicales o sabatinas y cuando no iba la gente lo extrañaba”, recordó Luis Galvis, dirigente del sóftbol del departamento del Cesar.

Ayer, en un gesto de solidaridad, compañeros, amigos y miembros del gremio softbolero de Valledupar realizaron una generosa campaña para recoger dinero y solventar los gastos del funeral del hombre que quedó debiendo sus últimos hits o tal vez su último out en la tercera base.

Óscar de Jesús Pimienta Castro será sepultado hoy en medio de un sencillo homenaje realizado por el gremio softbolero de Valledupar.

Nibaldo Bustamante/EL PILÓN

 

Deportes
13 agosto, 2017

La muerte puso ‘out’ a ‘Pimienta’

No pudo hacerle ‘pisicorre’ a la muerte, tampoco poner ‘out’ a los latidos de su corazón, los mismos que al final cesaron sin compasión alguna.


‘Pimie’ dejó un vacío en el sóftbol cesarense. Adiós a un ícono de este deporte en Valledupar.
‘Pimie’ dejó un vacío en el sóftbol cesarense. Adiós a un ícono de este deporte en Valledupar.
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No pudo hacerle ‘pisicorre’ a la muerte, tampoco poner ‘out’ a los latidos de su corazón, los mismos que al final cesaron sin compasión alguna.

La muerte ‘ponchó’ a Óscar de Jesús Pimienta Castro, un ícono del sóftbol cesarense; las gradas del Dorismel Pacheco Fontalvo o el Erasmo Camacho Calamar extrañarán la morena silueta del hombre que durante décadas dio cátedras entre bates y manillas.

‘Pimie’, como fue conocido en el entorno softbolero de Valledupar, falleció a los 71 años en un humilde inmueble del barrio La Nevada, víctima de una penosa enfermedad que lo agobiaba desde hace tiempo.

El sóftbol fue su pasión, por eso el gremio lo recuerda como una persona que le aportó mucho a este deporte en Valledupar. Marcos Quintero, un reconocido dirigente de la ‘pelota caliente’ en el Cesar, tiene intacta la radiografía de ‘Pimie’.

“El vino a Valledupar en 1968, lo trajo de Cartagena Erasmo Camacho Calamar, primero jugó béisbol en los equipos Ron Centenario, Servidiesel, Aguardiente Cristal y Zona de Carretera; en 1977 pasó a jugar softbol, cuando este deporte era patrocinado por los Campo Soto y vivió su época dorada en el barrio Doce de Octubre. Fue un excelente tercera base, un jugador como él no lo he vuelto a ver”, reconoció Marcos Quintero.

Sus anécdotas son recordadas por quienes compartieron correrías deportivas con él. “Un día fuimos a un Nacional en Montería, Dorismel Pacheco era el mánager y le preguntó que si quería batear y Pimienta le respondió que “entonces para qué me trajiste, yo no vine de turista…” fue una respuesta que le causó mucha risa a quienes en ese momento estaban en el dugout”, recordó Marcos Quintero.

Sus últimos años los vivió desempeñando su labor como zapatero en el sector de la carrera octava entre carreras 17 y 18, pleno centro de Valledupar. Sus últimos pasos en el sóftbol recreativo los dio en la novena de San Luis.

“El representó al Cesar en varios Torneos Nacionales, antes de venir a Valledupar jugó en el béisbol de Bolívar cuando este estuvo en todo su esplendor, él fue una persona descomplicada, nunca faltaba a las jornadas dominicales o sabatinas y cuando no iba la gente lo extrañaba”, recordó Luis Galvis, dirigente del sóftbol del departamento del Cesar.

Ayer, en un gesto de solidaridad, compañeros, amigos y miembros del gremio softbolero de Valledupar realizaron una generosa campaña para recoger dinero y solventar los gastos del funeral del hombre que quedó debiendo sus últimos hits o tal vez su último out en la tercera base.

Óscar de Jesús Pimienta Castro será sepultado hoy en medio de un sencillo homenaje realizado por el gremio softbolero de Valledupar.

Nibaldo Bustamante/EL PILÓN