Y ADEMÁS… Por: Alberto Herazo Palmera La verdad sea dicha, aquí la movilidad es un despelote, parquean donde se les da gana, el registro que hace El Pilón en la sección Foto noticia es la prueba reina, no respetan semáforos y miles de infracciones más y nadie dice púdrete. Lo he repetido infinidad de veces, […]
Y ADEMÁS…
Por: Alberto Herazo Palmera
La verdad sea dicha, aquí la movilidad es un despelote, parquean donde se les da gana, el registro que hace El Pilón en la sección Foto noticia es la prueba reina, no respetan semáforos y miles de infracciones más y nadie dice púdrete. Lo he repetido infinidad de veces, no se ha hecho ningún esfuerzo para mejorar las vías, el transporte y la movilidad de los vallenatos. Vivimos en una improvisación permanente, nada se hace por mejorar la infraestructura vial y creo que esto no se ha llevado a cabo por falta de interés, de pronto por falta de recursos o de voluntad política. Este asunto está llegando a lo vergonzoso.
Fuera de la pavimentación de la Vía 44, no se ha emprendido ninguna obra de envergadura para satisfacer la demanda que genera una mayor cantidad de automóviles en los últimos años. Naturalmente, que esto no es desde ahora, es el resultado de una sucesión de administraciones que olvidaron prevenir lo que podía ocurrir con el tráfico vallenato, y el boom de la venta de carros y motos ha agravado la situación.
Lo que estamos viviendo es una bomba de tiempo, todavía no ha hecho explosión en mano del actual alcalde Fredys Socarrás, que debe comenzar una política integral de transporte urbano, para que por lo menos comencemos a ver sus resultados a mediano o corto tiempo. Señor Alcalde, hay que tomar verdaderas medidas de guerra. Métale la mano al tránsito pues las consecuencias de este despelote son inocultables.
Nunca se había visto en Valledupar tanto congestionamiento, parece una ciudad a la que le quedó grande el crecimiento del número de carros que se movilizan por las calles, en especial por el centro de la ciudad y algunas vías de mayor importancia: la 7, 7ª, 9ª, Carreras 10, 11 y 12, calles ni se diga y glorietas, entre otras. En estos sitios la velocidad de los vehículos tiende a disminuir debido al acelerado crecimiento del parque automotor, pues ya no alcanzan las vías a dar abasto para tanto carro, igual agréguele que cada hueco, que son muchos en el centro de la ciudad, como lo manifiesta el columnista José Aponte, retrasa dos minutos un vehículo. Además, los agentes de tránsito deficientes y los pocos que hay están concentrados en la Plaza Alfonso López ayudados por los sordomudos vigilándome a mí para ver si parqueo por un minuto mi vehículo frente a mi casa.
Lo que viene, visto los hechos, el problema del tránsito en Valledupar no es cuestión de poca monta. Y en medio del caos florecen otras cositas que hay que pararle bolas.
La solución es tomar medidas serias y con fundamento. Tener agentes más profesionalizados y temidos que tengan autoridad y merezcan respeto como “una mamá con correa”. Debe haber en estos agentes una vocación de educadores más que de sancionadores. El tráfico vallenato se puede decir que se mantiene en un purgatorio no muy distante al infierno.
Como puede verse, el negro panorama de hoy no necesariamente se aclara hacia el futuro; hará falta mucha paciencia y no deben descartarse medidas más drásticas, pues la única medida que se ha adoptado, por cierto absurda es la quitada del parqueo sobre las calles 15 y 16 para favorecer a una persona. Esto ha creado la mayor congestión nunca vista en Valledupar sobre la carrera 6ª entre calles 15 y 16.
Y ADEMÁS… Por: Alberto Herazo Palmera La verdad sea dicha, aquí la movilidad es un despelote, parquean donde se les da gana, el registro que hace El Pilón en la sección Foto noticia es la prueba reina, no respetan semáforos y miles de infracciones más y nadie dice púdrete. Lo he repetido infinidad de veces, […]
Y ADEMÁS…
Por: Alberto Herazo Palmera
La verdad sea dicha, aquí la movilidad es un despelote, parquean donde se les da gana, el registro que hace El Pilón en la sección Foto noticia es la prueba reina, no respetan semáforos y miles de infracciones más y nadie dice púdrete. Lo he repetido infinidad de veces, no se ha hecho ningún esfuerzo para mejorar las vías, el transporte y la movilidad de los vallenatos. Vivimos en una improvisación permanente, nada se hace por mejorar la infraestructura vial y creo que esto no se ha llevado a cabo por falta de interés, de pronto por falta de recursos o de voluntad política. Este asunto está llegando a lo vergonzoso.
Fuera de la pavimentación de la Vía 44, no se ha emprendido ninguna obra de envergadura para satisfacer la demanda que genera una mayor cantidad de automóviles en los últimos años. Naturalmente, que esto no es desde ahora, es el resultado de una sucesión de administraciones que olvidaron prevenir lo que podía ocurrir con el tráfico vallenato, y el boom de la venta de carros y motos ha agravado la situación.
Lo que estamos viviendo es una bomba de tiempo, todavía no ha hecho explosión en mano del actual alcalde Fredys Socarrás, que debe comenzar una política integral de transporte urbano, para que por lo menos comencemos a ver sus resultados a mediano o corto tiempo. Señor Alcalde, hay que tomar verdaderas medidas de guerra. Métale la mano al tránsito pues las consecuencias de este despelote son inocultables.
Nunca se había visto en Valledupar tanto congestionamiento, parece una ciudad a la que le quedó grande el crecimiento del número de carros que se movilizan por las calles, en especial por el centro de la ciudad y algunas vías de mayor importancia: la 7, 7ª, 9ª, Carreras 10, 11 y 12, calles ni se diga y glorietas, entre otras. En estos sitios la velocidad de los vehículos tiende a disminuir debido al acelerado crecimiento del parque automotor, pues ya no alcanzan las vías a dar abasto para tanto carro, igual agréguele que cada hueco, que son muchos en el centro de la ciudad, como lo manifiesta el columnista José Aponte, retrasa dos minutos un vehículo. Además, los agentes de tránsito deficientes y los pocos que hay están concentrados en la Plaza Alfonso López ayudados por los sordomudos vigilándome a mí para ver si parqueo por un minuto mi vehículo frente a mi casa.
Lo que viene, visto los hechos, el problema del tránsito en Valledupar no es cuestión de poca monta. Y en medio del caos florecen otras cositas que hay que pararle bolas.
La solución es tomar medidas serias y con fundamento. Tener agentes más profesionalizados y temidos que tengan autoridad y merezcan respeto como “una mamá con correa”. Debe haber en estos agentes una vocación de educadores más que de sancionadores. El tráfico vallenato se puede decir que se mantiene en un purgatorio no muy distante al infierno.
Como puede verse, el negro panorama de hoy no necesariamente se aclara hacia el futuro; hará falta mucha paciencia y no deben descartarse medidas más drásticas, pues la única medida que se ha adoptado, por cierto absurda es la quitada del parqueo sobre las calles 15 y 16 para favorecer a una persona. Esto ha creado la mayor congestión nunca vista en Valledupar sobre la carrera 6ª entre calles 15 y 16.