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Editorial - 13 enero, 2022

La misión nacional de empleo

En el 2019 apoyamos la idea del Centro de Pensamiento Cesore de crear  un equipo de investigación  y  recomendaciones (una misión)  sobre un aspecto determinante en la vida de los cesarenses y vallenatos: el empleo.  

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En el 2019 apoyamos la idea del Centro de Pensamiento Cesore de crear  un equipo de investigación  y  recomendaciones (una misión)  sobre un aspecto determinante en la vida de los cesarenses y vallenatos: el empleo.  

Ahora el Gobierno nacional, a raíz de las protestas en las que reclamaban, entre otros puntos, oportunidades de tener empleos dignos, pensó en convocar una misión especializada. 

Despues de 18 meses, la Misión del Empleo presentó seis líneas  para orientar  la discusión. Lo primero es identificar la protección social que se desee tener. Importante porque, siendo el desempleo un gran problema en el país, con las mayores tasas históricas y permanentes a nivel latinoamericano, la mitad de la población colombiana que trabaja lo hace de manera informal, sin una empresa o patrón claramente definido; en nuestro departamento la tasa es superior al 60 %. 

Esos trabajadores no tienen buena protección, no cotizan pensiones. De ahí que hemos destacado el nuevo instrumento de piso de seguridad social para esos oficios, de bajos ingresos, como lo ha explicado el vallenato Juan Miguel Villa, presidente de Colpensiones. 

En segundo lugar,  la financiación de ese deseable esquema de protección, aspecto crucial dado los costos que está representando el inequitativo régimen de pensiones a los contribuyentes colombianos.

En tercer lugar, se anunció la necesidad de “separar el papel del salario mínimo como piso y umbral”, pues según el diagnóstico de los expertos, esta retribución define el ingreso a la formalidad de los trabajadores.

Se gana el salario mínimo para entrar a un trabajo formal con todas las prestaciones y la seguridad social. Deben mirarse  las especificidades del trabajo rural, la variabilidad en el tiempo de las jornadas y “contemplar salarios diferenciales para los jóvenes”. 

No sabemos aún si se aludió a los salarios diferenciales por regiones, que podría castigar a nuestro territorio,  con el argumento de que ese salario salario aquí rinde más que en una gran ciudad del interior andino.  

En cuarto lugar, los expertos aconsejaron “renovar los instrumentos de protección al cesante”. Según El Colombiano “se habló de contemplar un seguro de desempleo ampliado, que además de proveer ingresos monetarios, proteja contra riesgos de invalidez y muerte y, al mismo tiempo, ayude al trabajador a continuar con su ahorro para el retiro”.

La quinta línea es la de “fortalecer las instituciones de fiscalización e impartición de justicia laboral”. Dotar al Estado de mejores equipos materiales y humanos para hacer seguimiento al trabajo y que la justicia sea eficaz, pronta y justa. Caben acá las cargas laborales que generan la evasión.  

Finalmente, recomienda la Misión, lloviendo sobre lo mojado,  “reorganizar las instituciones de capacitación y formación de recursos humanos para asegurar una fuerza de trabajo más atractiva para el sector productivo”.

Se hará un trabajo multidisciplinario, progresivo e integral, dijo el Ministerio de Trabajo. Esperamos se extienda a la región.

Editorial
13 enero, 2022

La misión nacional de empleo

En el 2019 apoyamos la idea del Centro de Pensamiento Cesore de crear  un equipo de investigación  y  recomendaciones (una misión)  sobre un aspecto determinante en la vida de los cesarenses y vallenatos: el empleo.  


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En el 2019 apoyamos la idea del Centro de Pensamiento Cesore de crear  un equipo de investigación  y  recomendaciones (una misión)  sobre un aspecto determinante en la vida de los cesarenses y vallenatos: el empleo.  

Ahora el Gobierno nacional, a raíz de las protestas en las que reclamaban, entre otros puntos, oportunidades de tener empleos dignos, pensó en convocar una misión especializada. 

Despues de 18 meses, la Misión del Empleo presentó seis líneas  para orientar  la discusión. Lo primero es identificar la protección social que se desee tener. Importante porque, siendo el desempleo un gran problema en el país, con las mayores tasas históricas y permanentes a nivel latinoamericano, la mitad de la población colombiana que trabaja lo hace de manera informal, sin una empresa o patrón claramente definido; en nuestro departamento la tasa es superior al 60 %. 

Esos trabajadores no tienen buena protección, no cotizan pensiones. De ahí que hemos destacado el nuevo instrumento de piso de seguridad social para esos oficios, de bajos ingresos, como lo ha explicado el vallenato Juan Miguel Villa, presidente de Colpensiones. 

En segundo lugar,  la financiación de ese deseable esquema de protección, aspecto crucial dado los costos que está representando el inequitativo régimen de pensiones a los contribuyentes colombianos.

En tercer lugar, se anunció la necesidad de “separar el papel del salario mínimo como piso y umbral”, pues según el diagnóstico de los expertos, esta retribución define el ingreso a la formalidad de los trabajadores.

Se gana el salario mínimo para entrar a un trabajo formal con todas las prestaciones y la seguridad social. Deben mirarse  las especificidades del trabajo rural, la variabilidad en el tiempo de las jornadas y “contemplar salarios diferenciales para los jóvenes”. 

No sabemos aún si se aludió a los salarios diferenciales por regiones, que podría castigar a nuestro territorio,  con el argumento de que ese salario salario aquí rinde más que en una gran ciudad del interior andino.  

En cuarto lugar, los expertos aconsejaron “renovar los instrumentos de protección al cesante”. Según El Colombiano “se habló de contemplar un seguro de desempleo ampliado, que además de proveer ingresos monetarios, proteja contra riesgos de invalidez y muerte y, al mismo tiempo, ayude al trabajador a continuar con su ahorro para el retiro”.

La quinta línea es la de “fortalecer las instituciones de fiscalización e impartición de justicia laboral”. Dotar al Estado de mejores equipos materiales y humanos para hacer seguimiento al trabajo y que la justicia sea eficaz, pronta y justa. Caben acá las cargas laborales que generan la evasión.  

Finalmente, recomienda la Misión, lloviendo sobre lo mojado,  “reorganizar las instituciones de capacitación y formación de recursos humanos para asegurar una fuerza de trabajo más atractiva para el sector productivo”.

Se hará un trabajo multidisciplinario, progresivo e integral, dijo el Ministerio de Trabajo. Esperamos se extienda a la región.