La segunda calzada entre los municipios de Valledupar y La Paz está proyectada desde la glorieta del Terminal de Transportes de la capital cesarense, pasando por el barrio San Fernando, hasta llegar a la rotonda del territorio almojabanero. 

Así lo manifestó el vocero de la Unión Temporal VLP, contratista del proyecto vial, durante la más reciente socialización de los estudios y diseños. La decisión generó  rechazo por parte de un grupo de habitantes de este barrio ubicado al suroriente de Valledupar. 

La discusión se debe a que una manzana de más de 30 casas, ubicada entre las carreras 7 y 7b, quedaría en medio de la nueva carretera y la primera calzada en dirección La Paz-Valledupar, la cual fue puesta en funcionamiento hace un año. 

LOS HABITANTES 

“La primera calzada fue La Paz-Valledupar y ustedes no se imaginan la afectación tan grande que tenemos nosotros de movilidad, inseguridad y tranquilidad con una sola calzada. Nosotros nos opusimos a la obra, la detuvimos durante cierto tiempo, manifestamos inquietudes, pasamos tutelas, derechos de petición y nos dijeron: ‘No se preocupen que para la segunda calzada la primera palabra que se va a tener en cuenta es la de los habitantes del barrio’ y no se está teniendo en cuenta”, expresó una de las ciudadanas.

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En esa sesión realizada el pasado 5 de marzo, la contratista explicó que construyeron otras dos alternativas para el inicio de la ruta (Ver imagen 2). Sin embargo, la propuesta del trazado por la calle 47, vía al Centro de Desarrollo Automotriz (CDA), implicaría “obras adicionales fuera del objeto contractual” y en caso de pasar justo pegada a la primera calzada generaría “sobrecosto predial”, fueron los argumentos oficiales. 

“Quiero saber cuál es la condición de la manzana de la discordia en la que vivimos la mayoría de nosotros. ¿Estamos en plan de desalojo, en plan de compra o de que nos pase una vía por delante y otra por detrás?”, preguntó otro de los moradores. 

¿LA VÍA ESTÁ PLANIFICADA? 

“Nos ofrecen 2 opciones más, proyectadas, pero no aprobadas. Si alguna vez esa vía fue trazada, ¿por qué la curaduría expidió licencias para construcciones? Ahora tenemos un problema. Si tuvieron resistencia los vecinos de la parte de atrás, donde está la actual vía, ahora veo en el diseño que nosotros estamos aislados”, agregó el ciudadano. 

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José Luis Calas, gerente del programa de reactivación 2.0 en la Banca de Desarrollo Territorial (Findeter), entidad a  cargo de la materialización de la segunda calzada, manifestó que la entidad ha dialogado con el alcalde de Valledupar, Ernesto Orozco, sobre el particular. 

EL CONVENIO

“La postura del alcalde es que no se puede dejar un problema social ahí, no se puede dejar un barrio encerrado, aunque técnicamente la vía lo podría dejar porque está la circulación, pero lo que se ha hablado con el municipio es que dentro del convenio se tiene que dar solución integral al barrio y se está planteando la compra de esa manzana e inversión social para esa zona”, afirmó Calas. 

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Durante esa socialización, Laura Garrido, jefa de la Oficina Asesora de Planeación de Valledupar, aseveró que la administración “no ha aprobado los diseños”, por tanto “este no es el diseño final”. 

Así las cosas, es competencia de la Alcaldía, Findeter y el Instituto Nacional de Vías (Invías) llegar a un acuerdo con los residentes involucrados de San Fernando, cuyo suelo es urbano, así como establecer cuáles serán las medidas de la administración en materia de planificación y tránsito para que la obra cumpla con el propósito de mejorar la movilidad metropolitana sin afectar a la población.  

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Por Andrea Guerra Peña / EL PILÓN. 

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