Ante todo soy partidario de la implementación de la jornada única escolar para que los estudiantes puedan aprender más y mejor, por lo que se requiere más tiempo de trabajo académico en las instalaciones escolares. No es que la jornada única sea para ampliar la guardería escolar como lo asumen la mayoría de padres de familia y hasta el mismo gobierno lo manda en sus mensajes subliminales.

Sin profundizar en cuanto a que la implementación de la jornada única es una política de Estado donde deben contribuir financieramente todas las entidades territoriales para las adecuaciones de las infraestructuras básicas. El éxito y los resultados académicos no dependerán del alargue de la permanencia de los estudiantes en los establecimientos educativos. Los logros exitosos serán producto directo de las acciones pedagógicas internas asociadas a una actividad docente que tenga como principio la calidad del aprendizaje.

“Para obtener los mismos resultados siempre, simplemente sigan haciendo lo mismo”, así lo dijo Albert Einstein. Cuando una institución educativa implementa la jornada única, debe cambiar todo su plan de estudios, es decir, hacer renovación curricular, lo que implica cambiar todas las estrategias de enseñanzas y desde luego las del aprendizaje por parte del estudiante. Desafortunadamente, las instituciones oficiales no están construyendo su plan de estudios a la medida de los estudiantes y sus competencias básicas de aprendizaje, sino a la medida de los docentes y directivos. Dependiendo de la planta docente que tiene el establecimiento educativo, así mismo se establece el respectivo currículo donde se busca que primero y lo más importante es que cada docente tenga su asignación académica de 22 horas, en detrimento del desarrollo de las competencias de los educandos.

Desde luego, que sigue imperando el modelo educativo centrado en el docente y no en el educando, tan es así, que cuando se decide un rector a implementar la jornada única, los docentes se desequilibran y arman hasta paros, cuando debe ser todo lo contrario. Los docentes deben asumirla como el reto para cambiar y mejorar la calidad del aprendizaje de los estudiantes.

En cuanto a los resultados de los establecimientos educativos oficiales y los colegios en concesión como son los llamados megacolegios, hasta hoy sus resultados frente a las diferentes pruebas Saber, solo han mostrado preocupación y poca eficiencia. Porque en Valledupar como antítesis de la jornada única, los colegios con mejores resultados irónicamente son los que tienen doble jornadas. Lo que es peor en el caso del Loperena, la jornada de la tarde, desde hace años obtiene mejores resultados que la jornada de la mañana.

Directa: definitivamente la ministra de Educación, Gina Parody, quiere engañar a todo el país con los resultados en educación. Los resultados de los colegios oficiales de las pruebas Saber de 3, 5 y 9, siguen siendo deprimentes y sin embargo dice que estamos mejorando. En las pruebas Saber 11, el sector público sigue de capa caída y dice que hay mejoras. En los resultados de las pruebas Pisa que son bajos, dice que estamos mejorando y ahora salen los resultados del manejo del inglés y Colombia está de 57 entre 70 países, dice que ese estudio no revela la realidad porque la muestra es muy baja. Por favor, miren el nivel de inglés de los estudiantes en los resultados de las pruebas Saber 11.