Alcides Pedroza ya se acostumbró a escuchar en su vivienda del barrio Santa Rita de Valledupar el ruido acelerado de una motocicleta, en la que se movilizan a toda velocidad dos jóvenes sin casco; según su testimonio, el parrillero es un menor de edad que camufla en la pretina una pistola negra.

El último hecho delictivo que presenció el hombre de 63 años fue el atraco a un empleado contratista de Electricaribe, que fue despojado de su celular cuando verificaba el registro de un contador del servicio de energía en una vivienda del sector.

Según testimonios, “el parrillero es un muchacho que no supera los 17 años, anda sin casco y con una cachucha, tiene una pistola negra con la que amenaza a sus víctimas y las despoja de sus pertenencias”.

Alcides Pedroza reconoce que “la inseguridad y los atracadores están por todo Valledupar, pero no hay forma de que las autoridades le ‘pongan freno’ a esta situación, vivimos en zozobra y con los nervios de punta, pareciera que aquí no hubiera ley, esos tipos hacen sus fechorías, huyen a toda velocidad por la carrera quinta y se pierden por la calle 21 buscando para Villa del Rosario”.

Aseguró que “aquí en Santa Rita, Sicarare, San Antonio, Cinco de Noviembre y Villa del Rosario anda una bandita que se mueve con toda la confianza del caso, saben que en Valledupar no hay ley para ellos, no les importa matar por un celular. Tenemos que andar encerrados y ya no podemos sentarnos en la puerta, cuando vamos a meter el carro corremos el riesgo de que nos atraquen, hace ocho días ese mismo muchachito me puso una pistola en la cabeza para que le entregara la cartera y el celular, quiso dispararme aun cuando ya me había atracado. Por aquí todos los días hay uno o dos atracos”.

Testimonio similar tiene Adela Maestre, una ejecutiva de ventas que el sábado anterior fue víctima de los delincuentes cuando pretendía ingresar a su inmueble en el barrio Santa Rita. “Yo saqué 200 mil pesos del cajero de un centro comercial, como a las 7:00 de la noche decidí venirme para la casa en mi moto, como tengo que abrir primero la reja fue ahí donde aprovecharon dos muchachitos en moto y me encañonaron, me dijeron perra, gonorrea, entrégame el bolso o te mato. No te hagas matar pendejamente. Y le entregué el bolso. Esto no puede seguir sucediendo, vivimos a pocas cuadras del comando de la Policía y aquí los delincuentes andan como si nada”, reconoció la mujer de 24 años.

El último hecho delictivo que se presentó en el sector se registró a las 7:00 de la mañana de ayer cuando una estudiante universitaria fue despojada de su bolso momentos en que había dejado a su hijo en un colegio del barrio Santa Rita. “Fueron dos pelaos en una moto, uno de ellos se bajó, me encañonó y me haló el bolso, primera vez que me ocurre esto. Afortunadamente solo llevaba el celular y 20 mil pesos, las cosas materiales se recuperan. Aquí falta mano dura por parte de las autoridades, aquí no hay ley para esos delincuentes”, lamentó.

La capital del Cesar cuenta con un policía por cada 600 ciudadanos y 30 cuadrantes para 210 barrios. Con estas cifras las autoridades explican parte del problema de seguridad que azota a la capital cesarense, principalmente en los últimos días, que se han presentado varios casos de hurto.

El hurto a personas es el acto delincuencial que más preocupa a los vallenatos, a menos de un mes que culmine el año las autoridades reportan un aumento sobre denuncias del 10 %, en comparación con el mismo periodo del año anterior,104 casos más.

¿Qué dice la Policía?

Sobre la situación del barrio Santa Rita, el Comandante de la Estación de Policía Valledupar, teniente coronel, Freddy Delgado, dijo que “entraremos a intervenir la zona con el cuadrante respectivo para hacerle frente a la situación. Estamos reunidos con los presidentes de las Juntas de Acción Comunal de todos los barrios de Valledupar para buscar estrategias que contribuyan a mejorar nuestra seguridad”.

De acuerdo con las cifras de la Policía en el Cesar, de las más de 300 capturas que se realizan por hurto el 72 % quedan en libertad, al igual que el delito de porte ilegal con arma de fuego, con 64 %.