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Columnista - 17 septiembre, 2015

La innovación educativa y el uso adecuado de medios tecnológicos

La educación es hoy la luz al final del túnel que da esperanza a los pueblos, de ahí la necesidad de profundizar en la construcción de conocimiento para comprender cuál es el rol del maestro y qué papel juega la escuela en esta era de la información que evoluciona rápidamente de espalda a la realidad […]

La educación es hoy la luz al final del túnel que da esperanza a los pueblos, de ahí la necesidad de profundizar en la construcción de conocimiento para comprender cuál es el rol del maestro y qué papel juega la escuela en esta era de la información que evoluciona rápidamente de espalda a la realidad social.

La forma como nos comunicamos ha cambiado; las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) hacen posibles nuevos contextos para que circulen los saberes, otros lenguajes han cobrado protagonismo en la escuela, ¿Y el maestro?; ¿Qué papel debe asumir en ésta nueva escena donde ha quedado inmerso el aprendizaje?

Todo el mundo quiere innovar, mucha gente habla de “innovación” como si fuera un concepto sobre entendido. La RAE la define como la “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado”. El solo acto de creación o de cambio no representa innovación si no deviene en consecuencias significativas para su contexto.

Casi como una moda hoy se utiliza el término “TIC en educación” pero el desconocimiento de aspectos sociales, éticos y económicos ligados al uso de las tecnologías nos pone frente al riesgo de terminar siendo “idiotas útiles” de quienes adrede impregnan sus valores culturales al hardware y el software que usan nuestros niños. Para comprender la profundidad de las implicaciones que tiene el uso no consiente de las TIC recomiendo leer a Marco Raúl Mejía, quien dice que las TIC replantean nuestra forma de ser, pensar, actuar, hacer y convivir.

La innovación educativa utilizando las TIC pone al maestro frente varios retos: Reto 1: Innovar en educación es un proceso de transformación de su contexto más próximo que no depende de ningún instrumento, ni de la voluntad de ningún otro actor que no sea del propio maestro y de la adopción de concepciones pedagógicas más progresistas.

Reto 2: La necesidad de hacer un uso consciente de las tecnologías haciendo un juicio sobre su intencionalidad nos permite profundizar en la lucha por la construcción de modelos alternativos de sociedad.

Reto 3: El lado opuesto al instrumentalismo tecnológico es la negación digital y ahí gran parte de los maestros encuentran refugio al llamado de las TIC. Su experiencia profesional es la materia prima para la innovación educativa.

Reto 4: La educación virtual exige una etapa transicional entre las prácticas tradicionales y el uso de ambientes virtuales de aprendizaje, esa etapa transicional se llama Innovación educativa, con o sin TIC.

La pregunta que se genera es: ¿Tienen los maestros de Valledupar el interés de asumir estos retos?

Por Ernesto Javier Fernandez Tovar

Columnista
17 septiembre, 2015

La innovación educativa y el uso adecuado de medios tecnológicos

Feel the sand on your feet, not your wardrobe weight.
El Pilón

La educación es hoy la luz al final del túnel que da esperanza a los pueblos, de ahí la necesidad de profundizar en la construcción de conocimiento para comprender cuál es el rol del maestro y qué papel juega la escuela en esta era de la información que evoluciona rápidamente de espalda a la realidad […]


La educación es hoy la luz al final del túnel que da esperanza a los pueblos, de ahí la necesidad de profundizar en la construcción de conocimiento para comprender cuál es el rol del maestro y qué papel juega la escuela en esta era de la información que evoluciona rápidamente de espalda a la realidad social.

La forma como nos comunicamos ha cambiado; las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) hacen posibles nuevos contextos para que circulen los saberes, otros lenguajes han cobrado protagonismo en la escuela, ¿Y el maestro?; ¿Qué papel debe asumir en ésta nueva escena donde ha quedado inmerso el aprendizaje?

Todo el mundo quiere innovar, mucha gente habla de “innovación” como si fuera un concepto sobre entendido. La RAE la define como la “creación o modificación de un producto, y su introducción en un mercado”. El solo acto de creación o de cambio no representa innovación si no deviene en consecuencias significativas para su contexto.

Casi como una moda hoy se utiliza el término “TIC en educación” pero el desconocimiento de aspectos sociales, éticos y económicos ligados al uso de las tecnologías nos pone frente al riesgo de terminar siendo “idiotas útiles” de quienes adrede impregnan sus valores culturales al hardware y el software que usan nuestros niños. Para comprender la profundidad de las implicaciones que tiene el uso no consiente de las TIC recomiendo leer a Marco Raúl Mejía, quien dice que las TIC replantean nuestra forma de ser, pensar, actuar, hacer y convivir.

La innovación educativa utilizando las TIC pone al maestro frente varios retos: Reto 1: Innovar en educación es un proceso de transformación de su contexto más próximo que no depende de ningún instrumento, ni de la voluntad de ningún otro actor que no sea del propio maestro y de la adopción de concepciones pedagógicas más progresistas.

Reto 2: La necesidad de hacer un uso consciente de las tecnologías haciendo un juicio sobre su intencionalidad nos permite profundizar en la lucha por la construcción de modelos alternativos de sociedad.

Reto 3: El lado opuesto al instrumentalismo tecnológico es la negación digital y ahí gran parte de los maestros encuentran refugio al llamado de las TIC. Su experiencia profesional es la materia prima para la innovación educativa.

Reto 4: La educación virtual exige una etapa transicional entre las prácticas tradicionales y el uso de ambientes virtuales de aprendizaje, esa etapa transicional se llama Innovación educativa, con o sin TIC.

La pregunta que se genera es: ¿Tienen los maestros de Valledupar el interés de asumir estos retos?

Por Ernesto Javier Fernandez Tovar