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General - 8 agosto, 2013

La inclinación por aprender vallenato

El folclor vallenato está de moda. Los niños son sus mejores exponentes. Día a día, más jóvenes se animan al aprendizaje de algún instrumento.

'El Turco' llevó su grupo de niños a una gira por China y Japón, en el 2002, y después  los presentó en la inauguración de la Biblioteca Presidencial de Clinton, en Little Rock Arkansas, Estados Unidos. Archivo/ EL PILÓN
'El Turco' llevó su grupo de niños a una gira por China y Japón, en el 2002, y después los presentó en la inauguración de la Biblioteca Presidencial de Clinton, en Little Rock Arkansas, Estados Unidos. Archivo/ EL PILÓN

Según los expertos y estudiados de la cultura Caribe, si se habla de aprender de música vallenata, la capital del Cesar es el lugar más indicado para ello. En esta tierra, los niños y jóvenes que crecieron con este ritmo como parte de su historia cotidiana, tienen la facilidad de aprender la ejecución de los instrumentos que dan vida a este folclor, así como a interpretar las letras que acompañan estas melodías. 

Aunque con los años, las escuelas de música en Valledupar, han aumentado su número; los cierto es que para hablar de estas academias  hay que conocer la historia del maestro Andrés Eliécer Gil Torres a quien todos conocen como el ‘Turco’. Uno de los responsables en transformar al folclor en una tendencia que hoy por hoy no es exclusivo de los niños, sino que ha contagiado a personas de todas las edades.  

Mucho antes de que aprender vallenato fuera parte de una aparente moda local, el ‘Turco’ venía dictando clases de acordeón bajo las sombras de los árboles del patio de su casa, dándole vida formalmente a la Academia de Música Vallenata Andrés “El Turco” Gil en 1985. Un hecho que sin saber, años después le daría vida a los Niños del Vallenato, una institución que en mano de los más chicos, ha puesto en alto el nombre del folclor de la tierra del cacique Upar. 

Cuatro años después, en 1999, debido al incremento del número de estudiantes, fue necesario el traslado a un lugar más amplio, la sede del Callejón de la Purrututú donde llegó a tener 110 alumnos. 

Por último, desde el año 2000, está disfrutando de la sede recibida en comodato de la Alcaldía de Valledupar, construida con las especificaciones requeridas para la enseñanza de la música, en la calle 31 Nº 4 – 265, en el barrio Los Mayales. En la actualidad el cuerpo docente está conformado por nueve instructores que atienden aproximadamente a 400 estudiantes en los diferentes niveles, modalidades e instrumentos.

Pero Gil no es el único encargado de trasmitir el gusto musical por el folclor, casi que de la mano de su escuela, nace en Valledupar otra institución que transmiten los conocimientos a los más chicos y proyecta el folclor de tal forma que pueda darse a conocer en los rincones de la geografía global: la escuela Rafael Escalona. Una institución que trabaja de forma aliada con la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y que en la actualidad recibe un promedio de 350 estudiantes que se adiestran en la ejecución de los distintos instrumentos que conforman el folclor.  

Choque de trenes
Para los que conocen la historia de estas dos grandes academias, locomotoras de la enseñanza del vallenato en Valledupar y la región, el nombre de Los Niños del Vallenato se hizo célebre en la Navidad de 1999, cuando el entonces presidente de Estados Unidos,  Bill Clinton cambió la tradición de encender las luces de Navidad de la Casa Blanca con grupos corales de villancicos, para acompañar la ocasión con sonidos y voces vallenatas. Desde entonces, el profesor de música Andrés 'El Turco' Gil fue sinónimo de esta agrupación. 

Desde entonces, hay dudas sobre qué agrupación tiene el nombre por el grupo original. Tal como ocurrió cuando 'El Turco' llevó su grupo de niños a una gira por China y Japón, en el 2002, y después  los presentó en la inauguración de la Biblioteca Presidencial de Clinton, en Little Rock Arkansas, Estados Unidos. Sin embargo, fue la otra agrupación, avalada por la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, la que acompañó al Presidente Álvaro Uribe Vélez a Europa, con el nombre de Los Niños del Vallenato. La existencia de las dos agrupaciones y la confusión entre ellas han generado una polémica. 

"Desde que comencé con la escuela he trabajado independientemente”, dijo Andrés Gil, quien agregó que “el festival nunca me apoyó en nada y le he colaborado cuando me ha necesitado". 

Hoy por hoy ambas agrupaciones están activas y utilizan el nombre de Los Niños del Vallenato. En los últimos días, las dos instituciones del folclor estuvieron de gira y de nuevo  hicieron lo que mejor hacen, dejar en alto el nombre del folclor vallenato. 

Por Pepe Morón Reales 
[email protected]

 

General
8 agosto, 2013

La inclinación por aprender vallenato

El folclor vallenato está de moda. Los niños son sus mejores exponentes. Día a día, más jóvenes se animan al aprendizaje de algún instrumento.


'El Turco' llevó su grupo de niños a una gira por China y Japón, en el 2002, y después  los presentó en la inauguración de la Biblioteca Presidencial de Clinton, en Little Rock Arkansas, Estados Unidos. Archivo/ EL PILÓN
'El Turco' llevó su grupo de niños a una gira por China y Japón, en el 2002, y después los presentó en la inauguración de la Biblioteca Presidencial de Clinton, en Little Rock Arkansas, Estados Unidos. Archivo/ EL PILÓN

Según los expertos y estudiados de la cultura Caribe, si se habla de aprender de música vallenata, la capital del Cesar es el lugar más indicado para ello. En esta tierra, los niños y jóvenes que crecieron con este ritmo como parte de su historia cotidiana, tienen la facilidad de aprender la ejecución de los instrumentos que dan vida a este folclor, así como a interpretar las letras que acompañan estas melodías. 

Aunque con los años, las escuelas de música en Valledupar, han aumentado su número; los cierto es que para hablar de estas academias  hay que conocer la historia del maestro Andrés Eliécer Gil Torres a quien todos conocen como el ‘Turco’. Uno de los responsables en transformar al folclor en una tendencia que hoy por hoy no es exclusivo de los niños, sino que ha contagiado a personas de todas las edades.  

Mucho antes de que aprender vallenato fuera parte de una aparente moda local, el ‘Turco’ venía dictando clases de acordeón bajo las sombras de los árboles del patio de su casa, dándole vida formalmente a la Academia de Música Vallenata Andrés “El Turco” Gil en 1985. Un hecho que sin saber, años después le daría vida a los Niños del Vallenato, una institución que en mano de los más chicos, ha puesto en alto el nombre del folclor de la tierra del cacique Upar. 

Cuatro años después, en 1999, debido al incremento del número de estudiantes, fue necesario el traslado a un lugar más amplio, la sede del Callejón de la Purrututú donde llegó a tener 110 alumnos. 

Por último, desde el año 2000, está disfrutando de la sede recibida en comodato de la Alcaldía de Valledupar, construida con las especificaciones requeridas para la enseñanza de la música, en la calle 31 Nº 4 – 265, en el barrio Los Mayales. En la actualidad el cuerpo docente está conformado por nueve instructores que atienden aproximadamente a 400 estudiantes en los diferentes niveles, modalidades e instrumentos.

Pero Gil no es el único encargado de trasmitir el gusto musical por el folclor, casi que de la mano de su escuela, nace en Valledupar otra institución que transmiten los conocimientos a los más chicos y proyecta el folclor de tal forma que pueda darse a conocer en los rincones de la geografía global: la escuela Rafael Escalona. Una institución que trabaja de forma aliada con la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata y que en la actualidad recibe un promedio de 350 estudiantes que se adiestran en la ejecución de los distintos instrumentos que conforman el folclor.  

Choque de trenes
Para los que conocen la historia de estas dos grandes academias, locomotoras de la enseñanza del vallenato en Valledupar y la región, el nombre de Los Niños del Vallenato se hizo célebre en la Navidad de 1999, cuando el entonces presidente de Estados Unidos,  Bill Clinton cambió la tradición de encender las luces de Navidad de la Casa Blanca con grupos corales de villancicos, para acompañar la ocasión con sonidos y voces vallenatas. Desde entonces, el profesor de música Andrés 'El Turco' Gil fue sinónimo de esta agrupación. 

Desde entonces, hay dudas sobre qué agrupación tiene el nombre por el grupo original. Tal como ocurrió cuando 'El Turco' llevó su grupo de niños a una gira por China y Japón, en el 2002, y después  los presentó en la inauguración de la Biblioteca Presidencial de Clinton, en Little Rock Arkansas, Estados Unidos. Sin embargo, fue la otra agrupación, avalada por la Fundación del Festival de la Leyenda Vallenata, la que acompañó al Presidente Álvaro Uribe Vélez a Europa, con el nombre de Los Niños del Vallenato. La existencia de las dos agrupaciones y la confusión entre ellas han generado una polémica. 

"Desde que comencé con la escuela he trabajado independientemente”, dijo Andrés Gil, quien agregó que “el festival nunca me apoyó en nada y le he colaborado cuando me ha necesitado". 

Hoy por hoy ambas agrupaciones están activas y utilizan el nombre de Los Niños del Vallenato. En los últimos días, las dos instituciones del folclor estuvieron de gira y de nuevo  hicieron lo que mejor hacen, dejar en alto el nombre del folclor vallenato. 

Por Pepe Morón Reales 
[email protected]