Hoy se celebran 100 años del natalicio de Alfonso López Michelsen, quien siempre estuvo arraigado a las costumbres vallenatas que heredó de su familia.
Por Freddy Oñate Acevedo
[email protected]
Durante su vida, Alfonso López Michelsen fue generador de progreso para Valledupar y el departamento del Cesar, del cual fue su primer gobernador y durante su periodo en las Presidencia de la República, puso al Cesar por lo alto.
López Michelsen fue un escritor de fina pluma y de críticas duras. Su abuela, Rosario Pumarejo de López, fue la encargada de empezar a cultivar en él los lazos de afecto hacia Valledupar y la cultura de esta ciudad.
Fue el primer gobernador de los 34 que ha tenido el departamento y su periodo de mandato se dio entre el 21 de diciembre de 1967 y el 14 de agosto de 1968, y durante su vida política a nivel departamental y nacional, trabajó para que esta parte del país fuera reconocida en el territorio patrio.
Fue considerado un experto vallenatólogo y además fue fundador del Festival de la Leyenda Vallenata y es también fundador de la fundación que se encarga de realizar este certamen en la capital del Cesar, de la cual fue presidente honorario y vitalicio.
Fue así como desde muy joven fue aficionado de la música vallenata, y fue la persona que introdujo los aires de este ritmo en los distintos y exigentes círculos sociales e intelectuales de Bogotá en la década de los cincuenta.
Un siglo ha pasado desde que vino al mundo Alfonso López Michelsen, cien años han pasado, pero su legado político y cultural trascenderá por muchos más años.
Para Aníbal Martínez Zuleta, el aporte que hizo López Michelsen es invaluable “le aporto al Cesar como si fuera hijo de estas tierras, era arraigado a su cultura, sus servicios fueron imperecederos y aquí en Valledupar se le correspondió a López también” aseveró.
Es imposible negar el aporte intelectual que Alfonso López Michelsen hizo, fue profesor emérito de la Universidad Nacional, un gran escritor y profesor de derecho constitucional. Acaparó diversas áreas del saber.
“Alfonso López Michelsen fue un grande junto a sus amigos Escalona y Gabriel García Márquez; él propuso la creación del Festival, nos ayudó en la creación del departamento, llevó la música vallenata Bogotá donde la hacía sonar a parlamentarios hasta que se logró posicionar este ritmo en distintos sectores y se convirtió en el tipo de música que abandera al país, ya uno no escucha un bambuco o una guabina o un pasillo, a Colombia lo reconocen por los sones y merengues del vallenato”, dijo Martínez Zuleta.
López Michelsen era un hombre muy conversador, que hablaba con la gente, que disfrutaba de Valledupar, de su folclor y de una buena parranda vallenata.
Como lo cuenta Roberto ‘El Turco’ Pavajeau, “una vez estaba aquí al lado de mi casa, que anteriormente era un hotel y estaba emparrandado con unas guitarras y escuchando y cantando vallenato, la labor que hizo para que la cultura vallenata se notara a nivel nacional no tiene comparación, el puso en el mapa al Cesar, a Valledupar e hizo sonar el vallenato entre los grupos sociales más influyentes de esa época”.
De igual manera, su gestión fue preponderante para que se llevara a cabo uno de los festivales más importantes a nivel nacional como lo es el Festival de la Leyenda Vallenata.
De acuerdo con las declaraciones de Darío Pavajeau “él invitó a una reunión en la casa de Pedro Castro a Escalona, a Consuelo y a mi persona para hablar sobre el Festival Vallenato. Resulta que García Márquez había hecho una especie de festival en Aracataca y él decía que si allá habían hecho un festival de vallenato por qué no podía hacerse aquí que era el lugar donde nacía este ritmo musical, entonces ahí empezó a gestarse la idea”.
Es claro que el aporte que hizo el señor López Michelsen al Valledupar y al departamento del Cesar fue un hito para la cultura “La historia del Cesar se divide en dos: antes y después de las gestiones de López Michelsen” recalcó Darío Pavajeau.
Hoy se celebran 100 años del natalicio de Alfonso López Michelsen, quien siempre estuvo arraigado a las costumbres vallenatas que heredó de su familia.
Por Freddy Oñate Acevedo
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Durante su vida, Alfonso López Michelsen fue generador de progreso para Valledupar y el departamento del Cesar, del cual fue su primer gobernador y durante su periodo en las Presidencia de la República, puso al Cesar por lo alto.
López Michelsen fue un escritor de fina pluma y de críticas duras. Su abuela, Rosario Pumarejo de López, fue la encargada de empezar a cultivar en él los lazos de afecto hacia Valledupar y la cultura de esta ciudad.
Fue el primer gobernador de los 34 que ha tenido el departamento y su periodo de mandato se dio entre el 21 de diciembre de 1967 y el 14 de agosto de 1968, y durante su vida política a nivel departamental y nacional, trabajó para que esta parte del país fuera reconocida en el territorio patrio.
Fue considerado un experto vallenatólogo y además fue fundador del Festival de la Leyenda Vallenata y es también fundador de la fundación que se encarga de realizar este certamen en la capital del Cesar, de la cual fue presidente honorario y vitalicio.
Fue así como desde muy joven fue aficionado de la música vallenata, y fue la persona que introdujo los aires de este ritmo en los distintos y exigentes círculos sociales e intelectuales de Bogotá en la década de los cincuenta.
Un siglo ha pasado desde que vino al mundo Alfonso López Michelsen, cien años han pasado, pero su legado político y cultural trascenderá por muchos más años.
Para Aníbal Martínez Zuleta, el aporte que hizo López Michelsen es invaluable “le aporto al Cesar como si fuera hijo de estas tierras, era arraigado a su cultura, sus servicios fueron imperecederos y aquí en Valledupar se le correspondió a López también” aseveró.
Es imposible negar el aporte intelectual que Alfonso López Michelsen hizo, fue profesor emérito de la Universidad Nacional, un gran escritor y profesor de derecho constitucional. Acaparó diversas áreas del saber.
“Alfonso López Michelsen fue un grande junto a sus amigos Escalona y Gabriel García Márquez; él propuso la creación del Festival, nos ayudó en la creación del departamento, llevó la música vallenata Bogotá donde la hacía sonar a parlamentarios hasta que se logró posicionar este ritmo en distintos sectores y se convirtió en el tipo de música que abandera al país, ya uno no escucha un bambuco o una guabina o un pasillo, a Colombia lo reconocen por los sones y merengues del vallenato”, dijo Martínez Zuleta.
López Michelsen era un hombre muy conversador, que hablaba con la gente, que disfrutaba de Valledupar, de su folclor y de una buena parranda vallenata.
Como lo cuenta Roberto ‘El Turco’ Pavajeau, “una vez estaba aquí al lado de mi casa, que anteriormente era un hotel y estaba emparrandado con unas guitarras y escuchando y cantando vallenato, la labor que hizo para que la cultura vallenata se notara a nivel nacional no tiene comparación, el puso en el mapa al Cesar, a Valledupar e hizo sonar el vallenato entre los grupos sociales más influyentes de esa época”.
De igual manera, su gestión fue preponderante para que se llevara a cabo uno de los festivales más importantes a nivel nacional como lo es el Festival de la Leyenda Vallenata.
De acuerdo con las declaraciones de Darío Pavajeau “él invitó a una reunión en la casa de Pedro Castro a Escalona, a Consuelo y a mi persona para hablar sobre el Festival Vallenato. Resulta que García Márquez había hecho una especie de festival en Aracataca y él decía que si allá habían hecho un festival de vallenato por qué no podía hacerse aquí que era el lugar donde nacía este ritmo musical, entonces ahí empezó a gestarse la idea”.
Es claro que el aporte que hizo el señor López Michelsen al Valledupar y al departamento del Cesar fue un hito para la cultura “La historia del Cesar se divide en dos: antes y después de las gestiones de López Michelsen” recalcó Darío Pavajeau.