La historia se repite con frecuencia y estamos ad portas de repetir un caso que sucedió hace ya como 15 años. Yo estaba en Bogotá en convalecencia de una operación y las campañas políticas estaban en furor, actividad que no me gusta, sino que me fascina; José Calixto Mejía Naranjo era mi candidato y gozaba […]
La historia se repite con frecuencia y estamos ad portas de repetir un caso que sucedió hace ya como 15 años.
Yo estaba en Bogotá en convalecencia de una operación y las campañas políticas estaban en furor, actividad que no me gusta, sino que me fascina; José Calixto Mejía Naranjo era mi candidato y gozaba de la simpatía de todo el mundo para la alcaldía de esta ciudad, joven, elegante, de ojos azules, distinguida familia, brillante ingeniero y con suficientes recursos económicos para enfrentar una campaña que había nacido triunfadora, todo mundo lo apoyaba y en esas condiciones era invencible, no tenía contendor, pero surgió otro joven también elegante, de su misma clase social, sin ojos azules pero creo que verdosos, muy agradable y platica, y además con un verbo demoledor, con los cojones bien puestos y lo enfrentó y lo derrotó.
Para mí, fue un parto de mula que se dan pero muy de vez en cuando, pero se dan, y estamos al frente de otro caso igual, va a suceder lo mismo. Hace 1 año o 3 meses aquí en el Valle había un candidato elegido alcalde, no tenía contendor, pues lo tenía todo y estaba solo: dinero en abundancia que le permitió hacer una campaña publicitaria nunca vista, muy costosa, alcalde a su disposición, parlamentarios en un 95 %, capitalistas casi todos, juntas directivas y entidades públicas y privadas de toda clase, estaba elegido, era el alcalde del Valle, todo el mundo lo creía y era un hecho pero surgió un contendor, un pequeño David dispuesto a darle la batalla al gigantesco Goliath y lo enfrentó y el resultado de la primera encuesta de opinión fue arrollador para Goliath y humillante para el pequeño David, más de 50 puntos de diferencia, pero eso perjudicó al gigante que se durmió sobre sus laureles, se durmió, y ya sabemos que le pasa al camarón que se duerme; lo contrario sucedió con el pequeño David que se llenó de coraje y de valor y en compañía de un parlamentario y un grupo de entusiastas y jóvenes profesionales, verracos como él, desarrollaron una demoledora campaña, donde no duermen, comen papa frita y guarapos para no perder el tiempo, no descansan un minuto del día y se mudaron a pernoctar en los barrios populares y comenzó el ascenso y cuando Goliath vino a darse cuenta ya lo había igualado y como Ciro, lo dejó con una recua de caciques viejos que todavía viven de su gloria pero que se quedaron sin indio porque se fueron para el otro bando.
Esa es la verdad y si no miren el caso del Centro Democrático que adhirió a la campaña de Goliath, pero con los jefes desgastados y la inmensa cauda electoral se fue con el pequeño David y si no pregúntele a la inmensa mayoría de sus candidatos a la Asamblea y el Concejo.
Hoy ya no hay alcalde elegido, hay un debate electoral donde indica que el pequeño David ganó la batalla y será elegido alcalde de esta ciudad el próximo 27 de octubre.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia producto de la invención de este columnista.
La historia se repite con frecuencia y estamos ad portas de repetir un caso que sucedió hace ya como 15 años. Yo estaba en Bogotá en convalecencia de una operación y las campañas políticas estaban en furor, actividad que no me gusta, sino que me fascina; José Calixto Mejía Naranjo era mi candidato y gozaba […]
La historia se repite con frecuencia y estamos ad portas de repetir un caso que sucedió hace ya como 15 años.
Yo estaba en Bogotá en convalecencia de una operación y las campañas políticas estaban en furor, actividad que no me gusta, sino que me fascina; José Calixto Mejía Naranjo era mi candidato y gozaba de la simpatía de todo el mundo para la alcaldía de esta ciudad, joven, elegante, de ojos azules, distinguida familia, brillante ingeniero y con suficientes recursos económicos para enfrentar una campaña que había nacido triunfadora, todo mundo lo apoyaba y en esas condiciones era invencible, no tenía contendor, pero surgió otro joven también elegante, de su misma clase social, sin ojos azules pero creo que verdosos, muy agradable y platica, y además con un verbo demoledor, con los cojones bien puestos y lo enfrentó y lo derrotó.
Para mí, fue un parto de mula que se dan pero muy de vez en cuando, pero se dan, y estamos al frente de otro caso igual, va a suceder lo mismo. Hace 1 año o 3 meses aquí en el Valle había un candidato elegido alcalde, no tenía contendor, pues lo tenía todo y estaba solo: dinero en abundancia que le permitió hacer una campaña publicitaria nunca vista, muy costosa, alcalde a su disposición, parlamentarios en un 95 %, capitalistas casi todos, juntas directivas y entidades públicas y privadas de toda clase, estaba elegido, era el alcalde del Valle, todo el mundo lo creía y era un hecho pero surgió un contendor, un pequeño David dispuesto a darle la batalla al gigantesco Goliath y lo enfrentó y el resultado de la primera encuesta de opinión fue arrollador para Goliath y humillante para el pequeño David, más de 50 puntos de diferencia, pero eso perjudicó al gigante que se durmió sobre sus laureles, se durmió, y ya sabemos que le pasa al camarón que se duerme; lo contrario sucedió con el pequeño David que se llenó de coraje y de valor y en compañía de un parlamentario y un grupo de entusiastas y jóvenes profesionales, verracos como él, desarrollaron una demoledora campaña, donde no duermen, comen papa frita y guarapos para no perder el tiempo, no descansan un minuto del día y se mudaron a pernoctar en los barrios populares y comenzó el ascenso y cuando Goliath vino a darse cuenta ya lo había igualado y como Ciro, lo dejó con una recua de caciques viejos que todavía viven de su gloria pero que se quedaron sin indio porque se fueron para el otro bando.
Esa es la verdad y si no miren el caso del Centro Democrático que adhirió a la campaña de Goliath, pero con los jefes desgastados y la inmensa cauda electoral se fue con el pequeño David y si no pregúntele a la inmensa mayoría de sus candidatos a la Asamblea y el Concejo.
Hoy ya no hay alcalde elegido, hay un debate electoral donde indica que el pequeño David ganó la batalla y será elegido alcalde de esta ciudad el próximo 27 de octubre.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia producto de la invención de este columnista.