“El tiempo de Dios es perfecto”. La tan trillada frase, sobre todo en boca de los futbolistas para describir que todo llega en su debido momento, sí que calza en la historia del cesarense Willer Ditta Pérez.

Durante toda su carrera, a Willer le ha tocado demostrar a base de compromiso, sacrificio y talento su verdadera valía.  Desde que inició en las inferiores de Valledupar Fútbol Club (el equipo de su tierra) hasta ahora que llegó a Newell’s de Argentina.

Al país del sur del continente llegó Ditta a préstamo, con opción de compra, luego que Junior de Barranquilla, con el técnico Juan Cruz Real a la cabeza, lo desechara para el primer semestre de 2022.   

Al nacido en La Jagua de Ibirico, que había hecho dos temporadas muy buenas con Junior -dos estrellas, dos títulos de Superliga y un subcampeonato de Sudamericana incluidos- no le perdonaron un mal semestre y entre hinchas y prensa barranquillera lo ‘destrozaron’ a críticas.  Pasó de ser un buen zaguero a un ‘tronco’, como muchos lo señalaron.

LLEGADA Y CONSOLIDACIÓN EN NEWELL’S

Pero “el tiempo de Dios es perfecto”.  En un fútbol y liga mucho más competitiva que la colombiana, Ditta se metió en el bolsillo a una hinchada tan exigente como la ‘leprosa’ y a la prensa rosarina. 

Partido a partido, Ditta se fue consolidando en uno de los zagueros más seguros del fútbol argentino debido a su alta capacidad de interpretación para evitar jugadas de riesgo. Pasó de ser duramente criticado por la prensa y afición barranquillera, a convertirse en el zaguero colombiano más valioso de Sudamérica.   

Así lo informó el portal web Transfermarkt, especializado en valores del mercado y noticias de transferencias, que valoró su pase el pasado mes en 2.5 millones de euros.

A la seguridad defensiva, Ditta le agregó gol.  El primero, frente a Argentinos Juniors, sirvió para darle la victoria 1-0 a su equipo.  Luego se hizo presente en el marcador ante Central Córdoba en la goleada 3-0.

El pasado domingo, fue su ‘bautizo de gol’ ante un grande, tras anotarle un golazo a Boca Juniors, que está en plena lucha por el título de la Liga Argentina.

Ditta se levantó alto e impactó la pelota con un espectacular golpe de cabeza para marcar el 2-0 de Newell’s frente al Xeneize a los 36 minutos del segundo tiempo.

Horas antes del encuentro, se filtró la información que el cuadro rosarino habría decidido ejecutar la opción de compra por Willer Ditta, pactada en 700.000 dólares por el 80% del pase.  Además, “una vez culminada la operación, el colombiano firmará contrato hasta diciembre de 2025”, señaló el periodista argentino César Luis Merlo de TyC Sports.

Ante la noticia, y en medio de los festejos por la victoria ante Boca, Ditta se mostró feliz por continuar siendo ‘leproso’. “Estoy muy contento acá. Espero que Newell’s pueda hacer uso de la opción de compra. Estoy muy feliz y quiero quedarme a defender estos colores”, dijo.

Frente a Boca, Ditta tampoco perdió sus duelos aéreos y fue el jugador de Newell’s con más pases precisos (16).

El defensor suma 3.139 minutos y 36 partidos con el conjunto de Rosario, 35 de ellos como titulares.  

Su buen presente lo puso en la órbita del técnico nacional Néstor Lorenzo y estuvo cerca de ser llamado a la última convocatoria de Selección Colombia, según informó el periodista Gonzalo de Feliche, de Win Sports.

TAMBIÉN FUE DESECHADO POR VALLEDUPAR FC

La historia de Ditta callando bocas no es nueva.  En 2015, emigró a Barranquilla tras no encontrar lugar en Valledupar Fútbol Club.

“Quizás si me hubiesen puesto a debutar en Valledupar no hubiese pasado nada, me hubiese perdido, quien sabe, soy de los que cree que el tiempo de Dios es perfecto y así

lo quiso Dios y soy fiel a su voluntad”, dijo Ditta, en entrevista concedida anteriormente, tras recordar que en las tres temporadas que estuvo en el cuadro vallenato no recibió mayores oportunidades y tampoco tuvo suficiente apoyo económico para mantener el sueño del profesionalismo.

“Nunca me dieron un salario, me daban subsidio que apenas alcanzaba para pagar la casa donde vivía y me quedaban $50.000 para el resto de gastos del mes”, recordó en aquella ocasión.

Al cuadro ‘tiburón’ llegó tras su buen rendimiento en el Barranquilla Fútbol Club donde se consolidó como titular en la zaga.

Al Barranquilla FC (filial del Júnior) llegó en 2016 gracias a una gestión del entrenador cesarense Pablo Zuleta quien, al enterarse de su decisión de no entrenar más con Valledupar FC, lo recomendó al cuadro atlanticense.

En la capital del Atlántico, jugó inicialmente con la sub- 20, pero rápidamente ascendió al plantel de la B, aunque también oficiaba como capitán sub-20. Con los juveniles, fue subcampeón del torneo nacional de 2017.

EN LA JAGUA DE IBIRICO COMENZÓ TODO

La historia de Willer Emilio Ditta Pérez nació en las calles de La Jagua de Ibirico, población al centro del Cesar. Pero fue en Codazzi, en medio de los Juegos Intercolegiados, donde el entrenador Pablo Zuleta descubrió su talento y lo apuntó en una lista de posibles convocados a la selección Cesar.

Un año después, el técnico de divisiones menores de Valledupar Fútbol Club, Ever García, lo llamó al equipo verdiblanco al cual se vincula de 2013 a 2015. Jugó sub-17, posteriormente sub-20, y finalizó su proceso en el equipo profesional.

Sin embargo, la falta de oportunidades y la búsqueda de una condición laboral digna, lo llevaron a buscar opciones fuera de Valledupar. “No me sentía cómodo; fui a selección Cesar, tenía microciclo con selección Colombia y no me pusieron en Copa, no me dieron minutos, me desesperé y me fui antes de terminar el año para mi pueblo (La Jagua de Ibirico); iba a volver, pero gracias al profesor Pablo Zuleta logramos conseguir la oportunidad en Barranquilla”, confesó Ditta en su momento.

Paralelo a su actuación en el cuadro vallenato, Ditta fue habitual jugador de selección Cesar, de la cual fue capitán, y también fue convocado a un microciclo de selección Colombia sub-15. “Me quedé con esa ‘espinita’, desde que salí me dije que tenía que volver a una selección Colombia, me estoy preparando para conseguir cada una de esas cosas, para poder jugar en la A y para poder ir a una selección Colombia, para eso me preparo, y me seguiré preparando día a día”, aseguró.

También agradece que alguna vez, el técnico Ever García de Valledupar FC, decidiera ponerlo a jugar de volante, y no de delantero, que era su posición habitual antes de llegar a Valledupar FC. Y después, fue el entrenador del seleccionado del Cesar, Adolfo Prescott, quien lo mandó a la defensa porque “había muchos volantes en el equipo”. Una vez se adueñó de la zaga, en la selección Cesar de Pablo Zuleta, a los cuatro meses ya vestía la tricolor.

POR JOSÉ ALEJANDRO MARTÍNEZ VEGA / EL PILÓN